La felicidad es un estado que esperamos perdure por mucho tiempo, pero a veces las cosas que pasan a nuestro alrededor o en nuestra vida nos impiden mantenerla. Si nos rodeamos de personas de buen ánimo y felices, rápidamente comenzamos a sentirnos al menos contentos y la positividad comienza a rondarnos. Esto no es solo un efecto que hayamos observado, sino que fue estudiado en una investigación.
En un estudio publicado en el British Medical Journal, investigadores de los EE.UU. realizaron un seguimiento a más de 4.700 personas en Framingham, Massachusetts, como parte de un estudio del corazón. A los participantes se les hicieron algunas preguntas que medían su felicidad, como: ¿Con qué frecuencia en la última semana, le gustó la vida? ¿Está usted feliz? ¿Es usted optimista sobre el futuro? y ¿Se percibe tan bueno como los demás?
Tras analizar los datos, los investigadores encontraron que la felicidad se da en grupos. Las personas felices tienden a tener muchos amigos que también están felices. Y los que tenían la mayoría de las conexiones sociales que viven cerca, como amigos, esposos, vecinos y familiares, fueron los más felices.
Pero los investigadores dicen que esto no sólo la gente contagia la felicidad a sus cercanos, sino incluso se puede traspasar a las personas que no conoces. Esto se debe a que la felicidad de uno depende de lo que pase a su alrededor.
El estudio también determinó que si algún cercano tuyo está feliz, tienes un 15% más de probabilidad de que tú también estés feliz. Si un amigo de un amigo es feliz, aumenta la posibilidad de la felicidad en un 10%. De esta manera, si alguien más lejano es feliz, tendrás un 5,6% de posibilidad de estar feliz también.
La investigación también reveló que la infelicidad no es tan contagiosa como la felicidad. Tener un amigo gruñón disminuye tus posibilidades de felicidad en un 7%.
Así, no sólo los virus y enfermedades son contagiosos, sino la felicidad también, la cual tiene grandes efectos beneficiosos para nuestra salud. Ya no solo debemos intentar ser felices por nosotros mismos, sino también por los demás.