Sabemos que cambiar la alimentación para muchas personas puede ser todo un reto. Es normal que la gran mayoría de las personas que comienzan a hacer una dieta no logren finalizarla. El seguir dietas por lo tanto, muchas veces puede terminar siendo contraproducente. Esto se debe a que la persona no soporta la tentación de algunos alimentos de los que se ha privado, haciendo que deje sin finalizar la dieta y comience a comer todo lo que no podía en mayores cantidades. Por eso, hoy vamos a darte algunos trucos pequeños para que mejores tu alimentación con pequeños cambios. Todos estos cambios juntos hacen la diferencia.
Por ejemplo, en lugar de utilizar mantequilla en postres horneados, cambiar por puré de frutas, como por ejemplo, el de manzanas. O en el caso de la repostería cambiarla por aceite de oliva o soja, en cantidades moderadas.
Algo similar sucede con los quesos, en lugar de elegir los más calóricos podemos optar por lo que son más sanos, como el parmesano o de cabra. En el caso del queso crema que muchas veces utilizamos al cocinar, podemos sustituirlo por una parte de yogur descremado mezclado en procesadora con 2 partes de queso ricota descremada.
Por otro lado, el chocolate para taza puede cambiarse por una cda de cacao amargo mezclado con 1 cda de ciruelas pasas pisada, cada 30 gr de chocolate.
Del mismo modo puedes ir reemplazando los alimentos por otros menos calóricos. Reemplaza carnes rojas por carnes blancas, y así no deberás dejar de comer carnes. Cambia los panificados de la merienda por frutas frescas dulces y saludables; reemplaza las batatas y patatas en la ensalada por legumbres y granos. Podrás alimentarte de maravillas, sin sufrir angustias, y sin hacer ese aporte extra de calorías que estás intentando evitar.
Reemplaza mantequilla sin sal por mantequilla común: Podrás seguir comiendo mantequilla, pero sin la acumulación de sodio a mediano y largo plazo. También, cuando puedas, prefiere los aceites vegetales antes que la mantequilla, en particular para cocinar.
Hojas verdes crudas por otras verduras: Las hojas verdes son fabulosas: Ayudan en tu tránsito intestinal y son saludables. También son muy «llenadoras», dándote la sensación de saciedad más rápido y evitando que consumas otros alimentos. Prefiere las hojas verdes crudas (espinada y lechuga, las favoritas) en lugar de otros vegetales en tus ensaladas.
Agua en lugar de bebidas gaseosas:Si quieres beber algo dulce, haz tus propios batidos de frutas frescas, bien frías, y verás cómo nutres tu cuerpo y mejoras tu salud sin aportar calorías extra, y sin hacer daños a tu organismo como sí ocurre con las sodas y refrescos.
Por último, en lugar de utilizar huevos enteros podemos podemos cocinar solamente con la clara, y en lugar de aceitunas, alcaparras, ya que tienen un gusto similar y menos cantidad de grasas.
Teniendo en cuenta estos pequeños cambios podemos mejorar de forma significativa nuestra alimentación y de esta forma mantenernos saludables.