Cada vez es más fuerte la lucha que se emprende contra el tabaco en nuestra sociedad, y esto viene determinado principalmente por el cada vez más conocimiento sobre lo nocivo que es el tabaco para la salud de todas las personas, tanto las que fuman, como las que no.
Todas las personas que fuman son conscientes del riesgo al que están expuestos, y gracias a esto, muchos de ellos intentan de dejar este vicio para mejorar su salud. Es un arduo trabajo pero increíblemente reconfortante y extremadamente beneficioso para nuestra salud.
Dejar de fumar es la mejor decisión para nuestra salud, tanto actual, como futura. Hay que saber que no estamos solos en este difícil camino, sino que podemos pedir ayuda a nuestro médico para facilitar nuestro trabajo.
Una vez que hemos decidido que queremos dejar de fumar, lo más idóneo es elegir un día para dejar el vicio, día al que llamaremos “día D”, a lo largo de los 30 días siguientes. Durante ese tiempo lo que haremos será prepararnos mentalmente para ese día. Para ello sería idóneo:
- Deberíamos comunicar la decisión a nuestra familia, amigos y compañeros. Necesitamos compresión y ayuda en ellos. Pidámosles que no fumen delante de nosotros y que no nos ofrezcan tabaco
- Hacer una lista con tus verdaderos motivos para dejar de fumar
- Identificar las situaciones que más asocias a fumar y luego busca alternativas
- Si ya has intentado dejar de fumar antes, identifica lo que te fue más útil y los motivos que te llevaron a recaer, para así poder evitar los mismos errores.
- No fumes en cuanto te apetezca, deriva el deseo de algunos cigarrillos hasta dentro de unos momentos y elige lugares o situaciones en los que sueles fumar y no lo hagas más (en el coche, en la habitación, tomando café, etc.)
- Empieza a hacer ejercicio, te ayudará a controlar los síntomas de abstinencia
- Aprende a relajarte: la mayor parte de técnicas de relajación consisten en respirar lenta y profundamente
- Aunque par dejar de fumar es necesaria siempre tu voluntad, hay fármacos que te pueden ayudar, pide consejo a tu médico, enfermera o farmacéutico
Deberíamos comunicar la decisión a nuestra familia, amigos y compañeros. Necesitamos compresión y ayuda en ellos. Pidámosles que no fumen delante de nosotros y que no nos ofrezcan tabaco
Hacer una lista con tus verdaderos motivos para dejar de fumar
Identificar las situaciones que más asocias a fumar y luego busca alternativas
Si ya has intentado dejar de fumar antes, identifica lo que te fue más útil y los motivos que te llevaron a recaer, para así poder evitar los mismos errores.
No fumes en cuanto te apetezca, deriva el deseo de algunos cigarrillos hasta dentro de unos momentos y elige lugares o situaciones en los que sueles fumar y no lo hagas más (en el coche, en la habitación, tomando café, etc.)
Empieza a hacer ejercicio, te ayudará a controlar los síntomas de abstinencia
Aprende a relajarte: la mayor parte de técnicas de relajación consisten en respirar lenta y profundamente
Aunque par dejar de fumar es necesaria siempre tu voluntad, hay fármacos que te pueden ayudar, pide consejo a tu médico, enfermera o farmacéutico.
El día D (en el que vamos a dejar de fumar) puede ser un día difícil y por eso hay que estar alerta. Programar un poco este día y tener previstas situaciones que pueden resultar difíciles de superar, nos ayudará a lograr nuestro objetivo.
Podemos levantarnos un poco antes de la hora habitual y romper nuestra rutina. Hacer algo de ejercicio. Darnos una ducha caliente para relajarnos. Tomar en el desayuno frutas o zumo. Durante todo el día beber agua y zumos naturales, evitando las bebidas, como el café, que podemos asociar al tabaco.
Estos son algunos de los consejos que nos pueden ayudar a la hora de afrontar esta decisión. Muchas personas dejan de fumar a diario, si te lo propones, tú también puedes conseguirlo. ¡Ánimo!
Estos son algunos de los consejos que nos pueden ayudar a la hora de afrontar esta decisión. En breves, publicaremos en un árticulo sobre qué es lo que se debe hacer después del “día D”.
Muchas personas dejan de fumar a diario, si te lo propones, tú también puedes conseguirlo. ¡Ánimo!