Si existe un alimento olvidado en casi todos los tratados de cocina y en todos los recetarios es el humilde pan, actualmente olvidado y al que tanto le debe la humanidad, ya que es ampliamente utilizado desde tiempos remotos .
Además de proporcionar energía, los hidratos de carbono contribuyen también al mantenimiento de la actividad muscular, e influyen en la temperatura corporal, en la tensión arterial y en el buen funcionamiento del intestino.
Los especialistas aconsejan tomar entre cinco y seis raciones al día de hidratos de carbono, e incluir al pan en cada una de las comidas que realizamos a diario es una buena forma de contribuir a cubrir esta necesidad.
El pan también es fuente de vitaminas. Aporta vitaminas hidrosolubles del grupo B, en concreto, vitamina B1 o tiamina, vitamina B2 o riboflavina, vitamina B3 o niacina, vitamina B6 o piridoxina y vitamina B9 o ácido fólico.
Además, contiene numerosos minerales como fósforo, magnesio, calcio y potasio necesarios para que nuestro organismo desarrolle correctamente diversas funciones fundamentales. Por ejemplo, el calcio está encargado de la formación de los huesos y dientes, así como de la coagulación de la sangre y la transmisión nerviosa; el fósforo, al igual que el calcio, forma huesos y dientes y mantiene el equilibrio ácido-base; el magnesio juega un importante papel en la producción y transporte de la energía; y el potasio (en el que el pan integral es especialmente rico), controla el ritmo cardiaco, interviene en la generación de impulsos nerviosos y en la contracción muscular.
Este que les mostraremos a continuación es un pan enriquecido con leche, de corteza y miga blanda que se mantiene bien para hacer unas tostaditas crujientes con sabor a nuez. Tiene una forma de S que queda muy elegante y fácil de hacer. También es una masa muy buena para hacer panes trenzados.
Ingredientes:
500 gramos de harina.
40 gramos. de azúcar.
20 gramos. de sal.
30 gramos. de levadura.
275 centímetros cúbicos de leche
Preparación:
- Formamos una corona con toda la harina sobre la mesada de trabajo.
- Colocamos sal en la parte externa de la corona, en el centro agregamos la levadura, el azúcar y la leche.
- Mezclamos y amasamos muy bien hasta lograr una masa uniforme.
- Dejamos descansar por 10 minutos.
- Volvemos a amasar y cortamos las piezas. Damos forma de “S“ y lo colocamos en budineras. También en molde de pan para servir como tostadas, sándwiches, etc.
- Dejamos fermentar hasta que llegue al borde del molde dispuesto para cocinar dichos panes.
- Previamente a hornear pintamos con huevo batido.
- Cocinamos por 40 minutos a temperatura moderada. Recordar no llenar los moldes más de las ¾ partes al poner a leudar. La cantidad de leche puede variar dependiendo de la absorción de la harina usada.