La piel del bebé tiene unas características especiales y para mantenerla siempre sana, necesita de unos sencillos cuidados que deben tener en cuenta los padres. La piel del recién nacido es de un 40 a un 60 por ciento más fina que la de un adulto y, por tanto, es más permeable a muchas sustancias, que pueden resultar tóxicas. Por este motivo, los productos como champús, geles ycremaso lociones hidratantes deben contener una concentración de componentes especial para bebés.
Estos son algunos de los consejos mas recomendables para bañar al bebe.
Los niños pueden realizar el baño diariamente pero se recomienda que su duración no sea mayor de 25 minutos.El agua debe tener una temperatura de 30 a 32 grados centígrados y la temperatura ambiental estar entre los 24 a 26 grados centígrados.
¿Con qué frecuencia debo bañar a mi bebé?
No es necesario bañar a un recién nacido diariamente. Además, la Academia Española de Pediatría considera que el abuso de jabones, temperatura excesiva, frecuencia o duración de los baños favorecen la sequedad de la piel y en algunos casos, la aparición de dermatitis, especialmente en los bebés prematuros. El consenso general entre los pediatras españoles es que los bebés de pocos meses sólo necesitan bañarse una o dos veces por semana porque, en realidad, no se ensucian mucho hasta que no empiezan a gatear. Sin embargo, tanto a los recién nacidos como a los bebés de pocos meses, hay que lavarles las manos con frecuencia y limpiarles con cuidado el área genital siempre que se les cambie el pañal, así como las axilas y otros pliegues en la piel cuando sea necesario. Sin embargo, es una práctica común en nuestro país bañar a un bebé de pocas semanas a diario y muchos padres usan el baño diario como parte de su rutina nocturna porque tranquiliza a sus bebés. No hay inconveniente con un baño diario, si esto es lo que prefieres, siempre que uses un jabón especial para bebés y no abuses de éstos productos. También puedes bañarlo sólo con agua.
¿Cuál es la mejor manera de bañar a mi bebé?
A continuación te explicamos cómo hacerlo y qué necesitarás para facilitar tu tarea. Con un poco de dedicación y cariño, verás que la hora del baño se transformará en una de las actividades que más disfrutarás con tu bebé.
1. Reúne todo los artículos que necesites para el baño.
2. Llena la bañera con 5 ó 7 centímetros de agua templada, pero no caliente, a una temperatura aproximada de 32 grados centígrados.
3. Trae al bebé a donde lo vayas a bañar y desvístelo por completo.
4. Sumerge poco a poco al bebé en el agua, usando una de tus manos para sostener su cuello y cabecita. De vez en cuando, vierte un poco de agua con un vaso o taza de plástico sobre su cuerpo para que no se enfríe. Ten en cuenta que el cuerpecito enjabonado de un bebé es muy resbaladizo, o sea que procura sujetarlo firmemente.
5. Usa muy poco jabón (ya que puede resecarle la piel) y lávale el cuerpo de arriba abajo y de delante hacia atrás usando tu propia mano, una esponja muy suave o un pañito húmedo. Luego lávale el cuero cabelludo de la misma forma y usa una bolita de algodón húmedo, u otro pañito, para limpiarle los ojos y la cara. Lávale de forma normal el área genital del bebé, porque no requiere un lavado más a fondo que el resto. Si en las comisuras de los ojos o en la nariz se le ha acumulado algún moquito o alguna secreción reseca, mójalo varias veces con un poco de algodón o un pañito para que se ablande antes de limpiarlo.
6. Enjuaga completamente al bebé ayudándote de una esponja o un pañito limpio.
7. Envuelve a tu pequeñín en una toalla con capucha y sécalo con suavidad, sin frotarle la piel. Si tiene la piel reseca o tiene un poco de irritación en la zona del pañal, puedes ponerle una loción hidratante para bebés.
1. Qué Elementos Necesitará. Bañe a su bebé utilizando una bañera pequeña o la pileta de la cocina. Ésto ayudará a los recientes padres a evitar dolores de espalda y de rodillas. Su bebé también podrá sentarse más cómodamente en bañeras de este tamaño.
2. ¿Cuán Seguido Debo Bañar a mi Bebé? Hasta que su bebé sea más activo, usted sólo debería bañarlo dos o tres veces a la semana. Una vez que el bebé tenga más energía, seguramente experimentará situaciones en las que se ensuciará mucho; y es a partir de ese momento en el que deberá comenzar a bañarlo una o dos veces al día. Usando un paño muy suave, lave frecuentemente la carita de su bebé recién nacido y limpie la zona de sus genitales cada vez que cambie sus pañales.
3. Procedimiento Adecuado. Reúna todos los implementos que necesitará para bañar al bebé—busque y recolecte toallas suavecitas, y tenga a mano un jabón muy delicado y suave. Llene la bañera hasta que la misma contenga de 2 a 3 pulgadas de agua tibia; controle la temperatura del agua con su codo, para poder asegurarse de que la misma no esté ni demasiado caliente ni demasiado fría. La temperatura ambiente también debería ser confortable, para que su bebé no pesque un resfriado.
Ahora estará lista para sumergir a su bebito dentro del agua. Use una mano para sostener su cuello y su cabeza. Use una pequeña cantidad de jabón muy suave, ya que el mismo podría secar muy fácilmente la delicada piel de su bebé.
Lávelo desde la cabeza hasta los dedos de los pies, lave muy cuidadosamente su pechito y su espalda; usando sus manos o alguna toallita de aseo muy suave. Use una esponja o una bolita de algodón para lavar su cara y sus ojitos. Enjuague a su bebé muy cuidadosamente utilizando una toallita de aseo húmedecida.
Lave su cuero cabelludo dos veces a la semana, utilizando un paño ligeramente enjabonado, y luego enjuáguelo muy bien. ¡Asegúrese de que no entre nada de jabón en sus ojitos!
4. Envolviéndolo. Finalmente, envuélvalo con una toalla tibia y suave y séquelo con mucho cuidado. Asegúrese de que el área de sus genitales esté completamente seca para evitar que el pañal pueda paspar o provocarle un sarpullido en dicha zona.
Tenga en cuenta lo siguiente: No debería dejar que el agua con la que bañará a su bebé se caliente demasiado, ya que la piel del bebé es sumamente delicada y podría quemarse fácilmente.
Tips para bañar a un bebe neonato:
- Elige bañar a tu bebé de 6 a 8 de la noche, crearle una rutina de “duérmete pronto”.
- Calienta agua. El agua debe estar a unos 38 grados, es decir, metiendo el codo, deberías soportarlo. No pruebes el agua metiendo la mano, pues la mano resiste, pero tu bebé no.
- Ten todo a mano. Toalla extendida a pocos pasos de la mesa donde tienes la tina. Alcohol para curar el ombligo, gasa.
Jabón, shampoo. Colonia y talco. - Antes de bañarlo, habla con tu bebé, explícale que lo vas a bañar para que pueda dormir rico. Dile que el agua lo va a limpiar y se le va quitando la ropita.
- Una vez que lo tengas en pañal, dale masajes de forma firme, pero delicada. Mueve sus piernitas como si anduviera en bicicleta. Acaricia su pecho, su espalda. Con los pulgares, dale masajes en las plantas de los pies. Transmitele todo tu amor. Con esto, aparte de afianzar el vinculo con tu hijo, lo harás entrar en calor, lo despertarás, y no lo traumatizarás con el cambio brusco de temperatura.
- Ahora si, quítale el pañal al niño. No recomiendo darle los masajes sin pañal, porque tu hijito podría hacerte pipi en la cara. Con las niñas no hay ese problema. Siempre los hombres nos complican la vida. Desde tierna edad.
- Toma a tu tesoro con cuidado, pero con seguridad. Tu hijo lo “detectará”. Ponlo en la tina. Prefiere una tina ergonómica, una tina de calidad, tiene termómetro, y un suave pad donde apoyar a tu bebé.
- Agárralo firmemente con la mano izquierda, si eres derecha. Ten especial cuidado con la cabeza del bebé, ya que los niños cuando están recién nacidos tienen nulo control sobre ella. No es por asustarte, pero un movimiento brusco podría tener fatales consecuencias. Pero las madres tenemos una intuición innata para agarrar bien a nuestros bebes.
- Con la mano que te queda libre, échale agua delicadamente, primero en la cabeza.
- Ponte una gota de shampoo en la mano y pónselo en la cabeza, con especial precaución en la “mollera”, que no es otra coas que los espacios sin soldar del cráneo de tu bebé.
- Ten cuidado de no echarle agua en los ojos. Usa un jabón delicado, de avena por ejemplo, y úntalo en tu mano, no pases el jabón directamente en el cuerpo del niño. Recuerda, tu hijo tiene muchos pliegues por donde va a engordar. Y como ellos suelen “devolver” la leche, se ponen agrios. Enjabona y enjuague prolijamente cada pliegue, su cuello, sus axilitas, sus manos.
- Lava bien su ombligo con jabón. Como tu hijo aun tiene su pedacito de ombligo, esa piel muerta puede infectarse.No tengas miedo, y lávalo.
- Dale la vuelta a tu hijo. Debes hacerlo reposar en tu mano izquierda si eres derecha. No importa si el niño queda “arrodillado”. Esa era la postura en la que estaba semanas atrás en la panza. Esta posición suele “callar” a los niños que lloran al bañarse.
- En esa postura, lava bien su nalguita, sus testiculos. En el caso de las niñas, ten cuidado con la dirección en la que limpias su nalguita, debes hacerlo de adelante hacia atrás para evitar enviar heces a la vagina y causarle una infección.
- Sécalo. Ponlo en la cama o cambiador donde la toalla extendida te espera, y envuélvelo como una humita. Absorbe toda el agua.
- Cúrale el ombligo con una gasa empapada en alcohol. Todos los niños suelen gritar con esto, pero no te asustes, no es ardor. Es el frío del alcohol. Prepara a tu hijo diciéndoselo “ahora viene el alcohol… no te asustes”. Aunque tu hijo no entienda tus palabras, comprenderá el tono y captará el mensaje.
- Ahora sí, ponte crema o talco liquido y mima a tu bebé. En sus partes intimas, recomiendo una crema antipañalitis para que no se escalde con los ácidos de su orina y caquita. No uses talco en polvo, puede causarle alergia.
- Vístelo. Siempre háblale mientras lo haces. La cabeza. No olvides cuidar la cabeza de tu hijo. Si eres inexperta, compra camisetas con un botón en el hombro, son muy fáciles de poner y sacar.
- Ponte colonia en las manos y “límpiate” en la ropa del niño. No le pongas colonia directamente sobre su piel.
- Listo. Por lo general el baño le abre el apetito a los bebés, así que es hora de una rica teta. Procura darleteta, no biberón. No hay mejor acto fisiológico en el mundo que dar de lactar. Si “no te sale leche” insiste. La succión de tu hijo hará a tu cuerpo producir leche.
- Báñalo a diario. No des oídos a consejos de “el bebé no se debe bañar hasta que se le caiga el ombligo”