Nunca dejes de tomar desayuno. Es la comida más importante del día, no el almuerzo como algunos piensan. Desayunar es bueno porque activa el cerebro y acelera el metabolismo. El desayuno mejora tu digestión y evita problemas como la fatiga, la acidez y la gastritis.
Las personas que tiene que comer fuera de casa tienden a tomar desayuno o reemplazarlo por uno que otro snack poco saludable, en especial bollería y dulces.
Un desayuno saludable debe ser una comida copiosa y equilibrada para que el cerebro comience a trabajar bien, eso sí, con el mínimo aporte de grasas y calorías. Como es más sencillo de preparar que un almuerzo, así es que incluso si tengas que irte a trabajar o estudiar puedes tomar un buen desayuno, aunque sea un poco más tarde.
Un desayuno saludable debe contener una pieza fruta fresca o un zumo natural de frutas y hortalizas, que debe tomarse lo más pronto posible para aprovechar las vitaminas y minerales, y no se eche a perder.
Para obtener hidratos de carbono, incluye cereales, en forma de pan, hojuelas o cereales convencionales. Las proteínas las puedes obtener de los lácteos como la leche, el yogur o el queso, de preferencia desnatados.
Todos estos alimentos no son difíciles de conseguir en cafeterías o supermercados, o los puedes preparar rápidamente muy temprano en la mañana.
Algo que abunda en todas las oficina, el café, también es bueno en el desayuno. Es rico en antioxidantes que te protegen de los radicales libres, trata de beberlo con edulcorante o crema desnatada.