Alimentos contra astenia primaveral. Durante la primavera es necesario cambiar los hábitos alimenticios que quedan del invierno para evitar el cansancio y la astenia primaveral.
Durante la primavera la alimentación tiene que ayudar a depurar el organismo, por lo cual es necesario saber elegir los alimentos como su método de cocción.
Los vegetales y hortalizas como espárragos trigueros y blancos, espinacas, coles, guisantes, berros, rabanitos, nabos, apio, entre otros, no deben de faltar en la dieta de primavera ya que además de ser de época, ayudan a eliminar toxinas.
En cuanto a las frutas son indispensables porque ofrecen el efecto energizante que se necesita para combatir el agotamiento y a la vez refrescar el cuerpo. Lo ideal es combinar las de temporada con otras que permitan algún tipo de cocción, porque en primavera aun sigue haciendo un poco de frio.
Por otro lado al cocinarlas se concentran los azúcares naturales de las frutas, por ello en caso de que no quieras comer postres muy dulces puedes añadirles granos de sal marina; o bien en caso de que te agraden las preparaciones empalagosas condimenta las frutas con esencia de vainilla, clavo de olor o canela.
Por último, las comidas del día a día tienen que ser más livianas, con pocas grasas y el aceite ha de ser agregado siempre en crudo. Es mejor reemplazar las frituras por cocciones más saludables como a la plancha, horno, escalfados, vapor, etc.
recomendaciones para superar una situación de astenia primaveral:
- Garantizar una buena calidad y cantidad de sueño.
- Realizar ejercicio físico que permita a la paciente liberar endorfinas que potenciarán su sensación positiva y de bienestar.
- LLevar una alimentación muy sana. En este sentido es conveniente asegurarse de ingerir niveles adecuados de proteínas, grasas, hidratos de carbono, minerales, vitaminas y agua.
- En ocasiones son interesantes los complejos vitamínicos, como mecanismo de refuerzo. Es importante asegurarnos de que mantenemos nuestro sistema inmunitario y el sistema nervioso en buen rendimiento.
Para superar la astenia primaveral, deberíamos dormir el tiempo necesario, hacer ejercicio y seguir una alimentación que integre alimentos energéticos, tales como: dátiles, frutos secos, plátanos, legumbres, pastas, o chocolate. Además podemos tomar algunos suplementos como la jalea real, el pólen, la levadura de cerveza, o ciertos oligoelementos como el cobre, fósforo, hierro y manganeso.
Es una buena idea, por ejemplo, cambiar nuestro desayuno habitual y hacerlo un poco más energético, eliminando el café, que nos aporta una engañosa energía que luego nos deja más cansados, y apostando por los azúcares lentos como el muesli, los copos de avena y la fruta fresca, que nos aportará además excelentes antioxidantes, vitaminas y minerales.
A la hora de comer, es interesante en esta época del año, disfrutar de una rica ensalada llena de color y energía, y de las saludables proteínas que nuestro cuerpo obtiene de la mezcla de legumbres con verduras y cereales (si pueden ser integrales, mejor), alternando éstas en el menú semanal con arroz, pasta y verduras. Además podemos añadir a la ensalada o al segundo plato algunos frutos secos.
La cena es el momento del día donde menos aporte energético necesitamos, ya que nos disponemos a descansar. Una sopa de verduras puede calmar el apetito y permitirá que nuestro organismo también se relaje y no tenga que gastar energía con una complicada digestión. Dormiremos mejor seguro.
Aunque pueda parecer lo contrario, lo mejor para tener energía es no picar entre horas y beber mucha agua. Pero si no podemos resistirnos, tomemos una pieza de fruta o un yogur, nada de dulces. El azúcar es enemigo de la energía duradera.
A la hora de dormir, debe conseguirse bajar el nivel de energía del cuerpo; despejar la mente y lograr que los pensamientos negativos, las tareas pendientes, el estrés y las preocupaciones no ocupen lugar en nuestra cabeza. La noche es para descansar, es el momento del día para recargar la pila de energía que nos permitirá afrontar el nuevo día con espíritu positivo, fuerza y seguridad. Por eso, nada como un tiempo dedicado a la espiritualidad, la reflexión y la oración. Dejar los problemas en las manos de Dios es una excelente terapia para conciliar un sueño reparador.
Las sustancias principales que pueden ayudar al organismo a vencer esta dolencia son los alimentos ricos en betacarotenos, adaptógenos y oligoelementos. Los betacarotenos son componentes antioxidantes generadores de vitamina A y que se encuentran en frutas y verduras de color amarillo y naranja. La zanahoria, las espinacas, los espárragos, el brécol y la calabaza son algunos alimentos compuestos por esta sustancia. Los adaptógenos favorecen el equilibrio energético del organismo. Algunos de los alimentos compuestos por adaptógenos son el ginseng, la guaraná y algunas plantas herbáceas como el regaliz y el astrágalo.
Por último, los oligoelementos, que son sustancias muy parecidas, en cierta medida, a los adaptógenos por su función equilibrante, pero además, también sirven como reguladores del organismo en todas sus funciones: respiratoria, digestiva, muscular… Algunos de los oligoelementos más conocidos son el hierro, el zinc, el silicio, el cobre… Se encuentran en todos los alimentos en pequeñas cantidades. El hierro, que suele ser el más conocido y además, esencial en el tratamiento de la astenia primaveral, se encuentra en carnes y pescados, además de en algunas frutas y frutos secos.