Tips alimentarios para vencer la astenia primaveral

Jesus L. Rodriguez

Síntomas de la astenia primaveral

  • Tristeza inexplicable.
  • Irritabilidad.
  • Falta de apetito.
  • Cierta pérdida de memoria.
  • Tensión arterial baja.
  • Tono vital bajo.
  • Ausencia de interés sexual.
  • Dolor de cabeza y malestar general.
  • Debilidad muscular para hacer cualquier esfuerzo.
  • Cansancio.

Fitoterapia para la astenia primaveral

  • Guaraná (paullinia cupana): es una planta de la selva amazónica, cuyo fruto rico en calcio, fósforo, potasio y magnesio tiene propiedades antidepresivas y estimulantes físicas y psíquicas.
  • Ginseng (panax ginseng): incrementa la vitalidad, la actividad mental y fortalece el estado físico.
  • Jengibre (zengiber officinale): esta planta de olor agradable y sabor picante tiene poder estimulante que produce vitalidad y bienestar.
  • Eleuterococo (Eleutherococus senticosus): es una planta de origen siberiano de la familia de los ginseng, tiene un efecto estimulante, aumenta la memoria y el apetito y prepara el organismo para resistir mejor el esfuerzo.
  • Maca (Lepidium peruvianum): es un tubérculo que se cultiva en los Andes peruanos. Por su alto contenido en hierro, fósforo, calcio e hidratos de carbono es un excelente vigorizante y reconstituyente recomendado en casos de agotamiento físico y psíquico.

Ideas repletas de energía y vitalidad para superar deficiencias nutritivas y fortalecer las defensas en un momento de cambio de estación y vencer la astenia primaveral.El cambio de tiempo asociado a la entrada de la primavera marca el estado de ánimo de muchas personas. Después del letargo y el frío de los meses de invierno, los días primaverales, con más horas de luz, invitan a hacer más actividad, a salir más, a pasear… Pero muchas personas sienten cansancio, a otras se les exacerban las alergias, con el consiguiente malestar, y hay quienes tienen sensación de agotamiento que les impide seguir el ritmo de los demás. Adecuar la alimentación en esta estación del año puede ayudar a dejar a un lado la temida astenia primaveral.Cambio radical para el desayuno. El café con leche y azúcar, las galletas y el zumo como conjunto para desayunar no es una buena elección si se pretende obtener vitalidad y energía para afrontar las tareas matutinas con la mente despejada.La propuesta energética: una infusión de té verde. Un bol con muesli casero elaborado con arroz inflado (o arroz integral cocido en agua), copos de maíz sin azucarar, uvas pasas y almendra molida. La fruta fresca se reserva para tomarla entre horas, a media mañana o a media tarde.Almuerzo rico en carbohidratos complejos. El cereal ha de ser la base de la comida del mediodía. Los acompañantes serán las legumbres, las verduras y las ensaladas o la proteína animal. El objetivo es proporcionar energía duradera gracias al aporte de hidratos de carbono complejos y fibra, con el fin de que las tareas del día se resuelvan sin altibajos físicos ni emocionales. Cualquier momento es idóneo para iniciarse en nuevos alimentos y nuevos sabores.La propuesta energética: la combinación decerealescon frutos secos, mejora el perfil nutricional del plato, con un resultado sabroso y saciante. Igual sucede al mezclar en la misma comida o el mismo plato loscerealescon las legumbres. La ración de proteína animal se reserva para la cena, mientras que en la comida el aporte será complementario. Como entrante, la opción idónea es una ensalada sencilla, una crema de verduras o una sopa, unas verduras al vapor o en menestra.

Entre horas, sin azúcar añadido. El azúcar es enemigo de la energía duradera, por lo que entre horas es mejor optar por alimentos que sean dulces, pero sin azúcar añadido o que lo porten en una cantidad comedida.Ideas sanas: los bizcochos integrales sin azúcar son una opción gustosa. Si apetece comer fruta fresca, asada o en compota, es preferible acompañarla de un puñado de frutos secos o un cóctel de mezcla con frutas desecadas, una combinación alimentaria que ralentiza el paso de los azúcares de la fruta. Las tortas, los panes multicereales o los panes tipo muesli o con mezcla de frutos secos y frutas desecadas son otros complementos aptos para tomar entre horas.La proteína, reservada para la cena. El aporte diario de proteína se puede conseguir con una pretendida combinación de proteínas vegetales. Pero para quienes gusten de comer proteína animal, la cena es un momento idóneo para incluir la ración correspondiente. Entre todas las proteínas animales, las deavessin piel, los pescados y los huevos en su justa medida son propuestas muy proteicas y magras. Estos alimentos, bien cocinados, sin excesos de grasas y salsas contundentes, dan como resultado un plato nutritivo y equilibrador.

Las propuestas que siguen las conforman ideas y platos que proporcionan energía y vitalidad, además de un aporte cuidadoso de nutrientes para superar posibles deficiencias y fortalecer las defensas en plena época de cambio de tiempo.

  1. Cambio radical para el desayuno. El café con leche y azúcar, las galletas y el zumo como conjunto para desayunar no es una buena elección si se pretende obtener vitalidad y energía para afrontar las tareas matutinas con la mente despejada. Ser la costumbre y que siempre se haya hecho así, no significa que esté bien o que no se pueda mejorar. Es un desayuno típico demasiado rico en azúcares simples, que aporta energía inmediata, pero que se traduce en bajón al poco tiempo de haber desayunado.
    La propuesta energética: una infusión de té verde que se haya dejado reposar durante dos minutos, no más, para conservar el punto justo de excitante. Otros tés que dan vitalidad sin proporcionar demasiada excitación son el té negro (el verde es más antioxidante) y el té mú (mezcla de té con especias de sabor delicioso). Un bol con muesli casero elaborado con arroz inflado (o arroz integral cocido en agua), copos de maíz sin azucarar, uvas pasas y almendra molida. Los copos de avena adicionados también son una opción acertada, ya que nutren y calman los nervios. La fruta fresca se reserva para tomarla entre horas, a media mañana o a media tarde.
  2. Almuerzo rico en carbohidratos complejos. El cereal ha de ser la base de la comida del mediodía. Los acompañantes serán las legumbres (como ingrediente del plato o en forma de sopas o cremas, más caldosas), las verduras y las ensaladas o la proteína animal. El objetivo es proporcionar energía duradera gracias al aporte de hidratos de carbono complejos y fibra, con el fin de que las tareas del día se resuelvan sin altibajos físicos ni emocionales. Entre los cereales que se escogerán o los derivados figura el arroz (de forma preferible integral y biológico), el cuscús, la pasta de todo tipo (espaguetis, macarrones, noodles, fetuccine) u otros cereales menos conocidos y usuales, como elmijo o la quinua. Cualquier momento es idóneo para iniciarse en nuevos alimentos y nuevos sabores.
    La propuesta energética: la combinación de cereales con frutos secos, como la receta de arroz con espinacas, piñones y pasas o la de cuscús con frutos secos y verduras, mejora el perfil nutricional del plato, con un resultado sabroso y saciante. Igual sucede al mezclar en la misma comida o el mismo plato los cereales con las legumbres, por lo que también son interesantes las siguientes combinaciones: arroz con alubias blancas y acelga, lacitos de pasta con guisantes y champiñones o la propuesta refrescante de ensalada de cuscús con lentejas y vinagreta guarnecida. Son tres ideas de platos saludables con energía duradera. La ración de proteína animal se reserva para la cena, mientras que en la comida el aporte será complementario, como se sugiere en las recetas de potaje de vigilia con bacalao, arroz negro con puntillas de calamar, ensalada de pasta con pollo o aguacate y nueces. Como entrante, la opción idónea es una ensalada sencilla, una crema de verduras o una sopa, unas verduras al vapor o en menestra.
  3. Entre horas, sin azúcar añadido. El azúcar es enemigo de la energía duradera, por lo que entre horas es mejor optar por alimentos que sean dulces, pero sin azúcar añadido o que lo porten en una cantidad comedida.
    Ideas sanas: si gusta lo dulce, los bizcochos integrales sin azúcar, como el de zanahoria, son una opción gustosa, al igual que la receta de arroz con leche, en la que el dulzor lo proporcionan las frutas desecadas y el toque de canela. Si apetece comer fruta fresca, asada o en compota, es preferible acompañarla de un puñado de frutos secos o un cóctel de mezcla con frutas desecadas, una combinación alimentaria que ralentiza el paso de los azúcares de la fruta. Las tortas, los panes multicereales o los panes tipo muesli o con mezcla de frutos secos y frutas desecadas son otros complementos aptos para tomar entre horas.
  4. La proteína, reservada para la cena. El aporte diario de proteína se puede conseguir con una pretendida combinación de proteínas vegetales. Pero para quienes gusten de comer proteína animal, la cena (a una hora prudencial) es un momento idóneo para incluir la ración correspondiente. Entre todas las proteínas animales, las de aves sin piel, los pescados y los huevos en su justa medida son propuestas muy proteicas y magras. Estos alimentos, bien cocinados, sin excesos de grasas y salsas contundentes, dan como resultado un plato nutritivo y equilibrador. El cereal tendrá de nuevo presencia, mejor en sus versiones integrales, ya sea a base de pan, pasta o arroz.
    Alternativas idóneas: unos muslitos de pollo asados con guarnición vegetal son ligeros y nutritivos. El papillote es una técnica saludable, limpia y rápida para cocinar pescados como el mero, salmón, merluza, rodaballo o una amplia variedad de verduras. Un acompañamiento de verdura de temporada cocida o salteada despacio, a fuego lento, pone el punto de equilibrio, además de brindar de nutrientes reguladores a un organismo cansado después de un día intenso.

Verduras y hortalizas para vencer la astenia:

os espárragos trigueros y blancos, las alcachofas, los guisantes frescos, las espinacas y las coles de Bruselas son verduras más específicas de la estación. Las que son ligeramente amargas y picantes (berros, alcachofas, apio, rabanitos o nabos) son excelentes purificadoras y ayudan a eliminar las toxinas y a preparar al organismo para hacer frente a la astenia primaveral.

La selección de alimentos es una ayuda inestimable para superar los momentos de astenia o agotamiento físico que sufren algunas personas

Se pueden tomar sopas caldosas con las verduras de base, antes de comidas y cenas, y echar mano de hierbas aromáticas frescas en estas y otras preparaciones.  la posibilidad de cocinar los espárragos de diferentes maneras: lostrigueros a la plancha son una delicia que se pueden comer de primer plato o guarnición de un segundo, o usarse como relleno de pescado como la dorada o el mero, mezclarlos con arroz y pollo, entortilla, entre otros.

Las frutas de estación:

Durante las primeras semanas de primavera (marzo y abril) todavía suele hacer frío y la fruta tiene el efecto energético de enfriar y refrescar. Por ello se recomienda combinar el consumo de frutas propias de la temporada, como fresas y fresones, albaricoques o melocotones, con otras frutas a las que se les puede aplicar algún factor calentador como el fuego (compotas, frutas al horno o al vapor). Las manzanas en compota o asadas, la compota de pera o de uva moscatel son algunas sugerencias de recetas de frutas a servir templadas.

El calor hace que las frutas concentren sus azúcares naturales, que son los que proporcionan un dulzor intenso que ayuda a saciar el sabor dulce que pide el cuerpo. Para equilibrar las preparaciones, al cocer la fruta conviene añadir unos granos de sal marina. Además, sirve usar especias para potenciar el dulzororiginal, como la canela, el clavo o la vainilla.

En cuestión de preparaciones de las comidas, es el momento de utilizar menos cantidad de aceites y grasas para ayudar al hígado a relajarse y a hacer de manera más eficaz su función depurativa. Los fritos y los guisos se pueden sustituir por salteados cortos y por cocciones más ligeras como los hervidos, al vapor y los escaldados. Estas medidas expresas de selección de alimentos y formas de cocinado son una ayuda inestimable para superar los momentos de cansancio, astenia o agotamiento físico que experimentan algunas personas con los cambios de estación.

Todos estos consejos son solo orientativos y los pacientes con problemas de nutricion deben consultar a un nutricionista o dietista titulado para recibir las indicaciones dietéticas más adecuadas en cada caso. No inicie ninguna dieta no convencional sin consultar previamente con un profesional de la salud.

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