Siempre que hablamos de una alimentación saludable mencionamos a las verduras como uno de los alimentos fundamentales para esto.
Sabemos que tienen un aporte de vitaminas y minerales importantes que no tiene grasas y muy pocas calorías. Sin embargo, hay momentos en los que las verduras no son recomendables, ya que muchas personas no las toleran como es debido.
Esto sucede con las verduras crudas por la noche.
La digestión de las verduras crudas es más lenta que la de las verduras cocinadas. Por eso, si las cocinas al vapor disfrutarás de una cena con muchísimo sabor, con todos sus nutrientes, vitaminas y te permitirá dormir mucho mejor.
Aunque parezca mentira, la lechuga es un alimento bastante indigesto. Tiene un alto contenido en fibra insoluble y puede hacer que tengamos gases e hinchazón abdominal por la noche. Mucha gente toma ensaladas por la noche, y no hay razón para no hacerlo, pero es preferible apostar por ensaladas de tomate o camperas.
El apio es Otro de los vegetales, aunque no parezcan que ayudan a ganar gramos de más si lo consumes en la cena es el apio. Además de ello, ralentizan la digestión y no podrás descansar bien.
Si bien las verduras son un gran tesoro para nuestra salud, sumado a la cantidad de clorofila y nutrientes que tienen, que nos ayudan a proteger las células de los radicales libres, estas tienen algunas dificultades a la hora de ser digeridas.
Esto se debe a que tiene mucha cantidad de fibra, lo que la convierte en un alimento indigesto para muchas personas, más aún por las noches.
La fibra es fundamental para mantener un tránsito adecuado y el organismo libre de toxinas, sin embargo, si no estamos acostumbrados a consumirlas diariamente pueden resultar más dañinas de lo que pensamos.
En muchos casos el proceso de digestión de las verduras puede ser muy lento, debido a la gran cantidad de fibra que tiene como mencionamos.
Para muchas personas esto es todo un problema, ya que, esta fermentación les genera exceso de jugos gástricos, lo cual desemboca en acidez, gases y demás molestias propias de las digestiones duras.
Si además las consumimos crudas por la noche, esto empeora, ya que el metabolismo funciona más lento durante estas horas y las digestiones no se realizan de la misma manera que durante el día.
Si queremos evitar que esto suceda la solución es consumirlas cocinadas. Si bien se pierden nutrientes al cocerlas evitaremos dolores de estómago. Además, podemos ingerirlas crudas a lo largo del día, cuando el organismo funciona con mayor velocidad y evitamos este tipo de problemas.
Siguiendo estos consejos lograrás cenar de forma saludable y evitar posibles inconvenientes.