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La comida navideña no tiene valor calórico, porque suelen ser menús compuestos por pavo, besugo o mariscos. El problema, son los aperitivos y las bebidas que acompañan a la cena, además de los dulces propios de esta época. «Una tableta o un polvorón tiene como mínimo 100 calorías, por lo que si se digieren tres polvorones y dos trozos de turrón se puede ingerir unas 500 calorías de un modo fácil», explica.
Los empachos están presentes durante todas las fiestas. «Si tenemos dolor de estómago, pesadez, ardor, acidez e incluso vómitos, estamos ante los síntomas de un empacho», explica el director general de Anefp, aunque suele remitir que controlando la alimentación o, si es necesario, con los medicamentos adecuados. Aunque, como explica el doctor Rubio, el empacho puede producir problemas serios. «No será la primera vez que una sobre ingesta de alcohol provoca un cuadro clínico más grave», señala.
Además, recuerda que aquellas personas que tengan alteraciones de las grasas tienen que tener más cuidado con el consumo de alimentos, ya que «puede existir un aumento muy exagerado de lípidos en sangre que se pueden depositar donde no deben, o producir pancreatitis».
Cómo evitarlo
Para evitar que se produzcan estas molestias los expertos aconsejan comer despacio y masticar bien los alimentos, no comer en exceso, evitar abusar de las carnes y grasas y sustituirlas por verduras o alimentos ricos en fibras. Y, por supuesto, no abusar del alcohol y el tabaco.
Los expertos aconsejan no comer en exceso y masticar bien los alimentos. Evite abusar de las carnes y grasas y, si es posible, sustituirlas por verduras o alimentos ricos en fibras. “Lo mejor es prevenir. En la medida de lo posible, huir del picoteo navideño antes de las fiestas establecidas”, explica el doctor Rubio.
Para aquellos que no pueden evitar acudir a múltiples eventos -además de los estrictamente familiares- con motivo de estas fechas navideñas, el experto recomienda comer de forma ligera (frutas, ensaladas), para compensar la ingesta de calorías.
Posteriormente, deberá “realizar una dieta ligera y que hidrate mucho”. También recomienda hacer algo de ejercicio o pasear tras la comida para reducir las calorías.
Asimismo, pone especial énfasis en niños y ancianos. En los primeros recomienda que se controle la ingesta de azúcar, ya que “se pueden empachar solo con los dulces y no comer nada más, por eso hay que darles los dulces racionados”; en el segundo caso recuerda que es importante “no descuidar la hidratación, aumentando el consumo de sopas y caldos no calóricos”.