Todos entendemos y compartimos tu desprecio hacia la alarma del despertador. Pocas cosas son tan crueles como el sonido irritante que nos indica que ya es hora de levantarnos. Nos cuesta madrugar, pero también nos quejamos de que 24 horas no son suficientes entre el trabajo, el estudio, pasar tiempo con nuestros seres queridos, hacer ejercicio o desarrollar nuestros hobbies.
La solución no está en agregar más horas al reloj sino aprovechar al máximo las que ya existen. Supera la pereza y aprovecha mejor las mañanas: cuando examines las ventajas de madrugar, verás que vale la pena levantarnos de la cama.
La tranquilidad. La calma de las primeras horas del día es el momento ideal para hacer todas aquellas cosas que requieren de nuestra concentración y tranquilidad. Por ejemplo, estudiar o trabajar durante la mañana puede ser muy productivo: te levantas fresco, renovado y es muy poco probable que te interrumpa el teléfono.
Puedes hacer ejercicio. Ya se acabó la excusa de que no tienes tiempo. Si te levantas más temprano, tienes la posibilidad de practicar actividad física. Además, dicen que ejercitar a la mañana tiene mejores resultados.
Tomas un desayuno completo. Cuando nos levantamos tarde y apurados para salir corriendo al trabajo o a la universidad, no tenemos tiempo de desayunar como se debe. El desayuno es la comida más importante del día: si madrugas, tendrás el tiempo suficiente para preparar y disfrutar de un rico y completo desayuno.
Haz el esfuerzo y levántate radiante para aprovechar al máximo tus mañanas, con los consejos que te cuento en este artículo. Cuando los pongas en práctica, te sentirás entusiasmado y no dolerá tanto la alarma del despertador.
Levántate a la misma hora todos los días de la semana. Sí, madrugar los sábados y domingos puede ser muy cruel, porque son los días ideales para descansar, pero ten en cuenta que dormir mucho esos dos días puede repercutir negativamente en tus niveles de energía del resto de la semana. Si te levantas todos los días a la misma hora, tu cuerpo se acostumbrará y prácticamente no necesitarás el despertador para levantarte.
Levántate con el sol. Una habitación a oscuras es ideal para dormir, pero nunca nos va a ayudar a levantarnos. Antes de acostarte, abre un poco las cortinas o levanta las persianas para que entren los primeros rayos del sol. Cuando te hayas despertado, levántate y abre la ventana por completo: la luz del sol te hará despertar más rápidamente.
Olvídate de desactivar la alarma cada 5 minutos. Despídete de la costumbre de desactivar el despertador para quedarnos en la cama un rato más: quizá duermas unos minutos más, pero no sirven de nada porque no ofrecen un descanso profundo y reparador. Lo único que ganas es más pereza. Por ello, pon la alarma en el horario exacto en que tienes que levantarte.
Bebe un vaso de agua. Antes de ir al baño y vestirte, bebe un vaso de agua fría. Te reanimará e incrementa la actividad del metabolismo.
Practica ejercicio. El ejercicio fisico por la mañana tiene muchos beneficios. Entre ellos, te sentirás con más energía y alerta para el resto del día. Además, al ser la primera actividad en tu día, cuando te acostumbres a ella, se te hará dificil saltearla.