Una investigación llevada adelante por la Universidad de la Salud de Texas, en Estados Unidos, identificó un novedoso modelo para explicar cómo el sulforafano, un componente presente en las crucíferas, no sólo posee propiedades anticancerosas sino también puede matar selectivamente a células cancerosas sin afectar a las células sanas.
Este tipo de vegetales (como el brócoli, el repollo, el coliflor y coles de Bruselas, entre otros) presentan un alto contenido en glucosinolatos, compuestos que en el organismo se metabolizan en isotiocianatos, conocidos como potentes anticancerígenos.
A través de estudios llevados a cabo con ratones alimentados con una dieta rica en sulforafano los científicos lograron disminuir considerablemente el crecimiento de un tumor de próstata.
Estos hallazgos, que fueron conseguidos por medio de diversos experimentos de laboratorio, son sumamente relevantes ya que permiten que la comunidad científica establezca las bases de estudios clínicos en seres humanos.
Por primera vez, se pudo demostrar que este compuesto es seguro y quizás podría utilizarse para desarrollar un tratamiento contra esta enfermedad, particularmente contra los tipos de cáncer que afectan a la próstata y a las mamas. Por eso es muy importante incorporar estas verduras, como el brócoli y el coliflor en nuestra dieta diaria para prevenir enfermedades y garantizar un equilibrio nutricional.
Las flores verdes del brócoli (aunque también existen blancas y violetas), se consumen cuando aún está incompleto su desarrollo, y resultan más nutritivas cuanto más oscuro es su tono de verde. Esta verdura es rica también en betacaroteno, vitamina C y calcio, brindando además propiedades antivirales y antibacterianas. Es bajo en calorías y proporciona una buena cantidad de fibra dietética, ácido fólico y vitaminas K y B5.