Escuchar tus melodías favoritas o chistes graciosos pueden contribuir a tu buena salud. ¿Cómo? Pues según recientes investigaciones la risa y la música pueden reducir la presión arterial, tal vez tanto como reducir el consumo de sal en tu dieta o bajar cinco kilos. Así surge de los resultados presentados en una reciente reunión de la American Heart Association.
De acuerdo con el estudio, expertos japoneses demostraron que personas que toman sesiones de música o asisten a reuniones donde prepondera el humor bajaron su presión sistólica (la que comúnmente llamamos máxima) en un promedio de 5 a 6 puntos en un período de 3 meses. Por el contrario, la medición en un grupo que no participó en este tipo de terapias no experimentó cambios en su presión arterial.
Escuchar sus canciones favoritas o reír por algún chiste puede disminuir su presión arterial, quizás, de la misma manera que si redujeran el consumo de sal en su dieta diaria, o si perdieran 4 kilos. Según los resultados de un estudio presentando en la Heart Association en Atlanta, Estados Unidos.
En el estudio, investigadores Japoneses descubrieron que las personas que participaron en sesiones de grupo bimestrales, en las que se escuchaba música y se reían, disminuyeron su presión arterial sistólica (cuando el corazón se contrae) en un promedio de cinco a seis puntos después de tres meses. En contraste, la lectura de la presión arterial promedio en el grupo que no recibió la terapia, no cambio.
Para realizar el estudio los investigadores de la escuela de Medicina en la Universidad de Osaka, juntaron a 90 hombres y mujeres, entre 40 y 74 años. Algunos atendían a sesiones de un hora de música, otros a sesiones de risa de un hora y otros no recibían nada de terapia.
En las sesiones de música, los participantes escuchaban y cantaban sus canciones japonesas favoritas, así fuera música pop, clásica o jazz. En las sesiones de risa escuchaban historias de comediantes, o practicaban la risa falsa, un ejercicio en el que reían hasta que lo sentían natural. Sin embargo, no hubo un gran cambio en los grupos que no recibieron ninguna terapia.
Después de tres meses, el promedio de presión arterial sistólica en los grupos de música y risa, disminuyó de a 6 a 7 puntos, respectivamente. Lo más interesante, es que en algunos casos se tomó la medición justo al termino de la sesión y en ello se descubrió que la presión disminuyó de 6 a 7 puntos.
Esta disminución a lo largo de tres meses, es algo que se puede esperar en una persona con una dieta baja en sal, alguien que pierde 4 kilos, o alguien que toma una medicina para disminuir la presión arterial.
Aunque es relativamente modesta, la disminución de la presión arterial que se vio en el estudio, puede estar ligada a un 5% y 15% de menor riesgo de muerte por enfermedades del corazón, explicó el doctor Michael Miller, el director de cardiología del Centro Médico de la Universidad de Maryland, en Baltimore. El cual explicó, “Considero que definitivamente hay un efecto psicológico, alguna conexión entre el corazón y la mente”.
Aún así la música y la risa no son suficiente para un tratamiento de presión arterial. El doctor Miller explica “Es una gran herramienta natural, para mejorar la salud, pero no recomendaría que la reemplacen por la medicina. Aunque podría aumentar las posibilidad de algún día dejar la medicina o reducir la dosis”.
La manera exacta en la que la música y la risa, benefician la presión arterial, sigue sin estar clara. El líder de la investigación, Eri Eguchi, explica que al promover la relajación en las terapias, disminuye los niveles de hidrocortisona, una horma que puede contribuir al aumento de la presión arterial.