La calabaza y sus propiedades

Jesus L. Rodriguez

La calabaza hay en todo el mundo, su aspecto puede variar de una zona a otra, pero sus propiedades no cambian. De ella usamos sus hojas, su pulpa, sus semillas y sus flores.

Las hojas de calabaza tienen propiedades antipiréticas y antidiarreica.

La pulpa de calabaza es un alimento hipocalórico y saciante por su contenido en fibra, recomendado por tanto en regímenes de adelgazamiento, es fuente importante de vitaminas A y C, así como de betacarotenos. Es un alimento muy suave y digestivo, ideal para personas con el estómago o el intestino delicado. A su vez combate el estreñimiento al actuar como un laxante suave. El contenido en hierro y en ácido fólico de la calabaza ayuda en la prevención de la anemia, mientras por su contenido en potasio la calabaza posee propiedades diuréticas suaves. Además tienen un aporte mineral importante en el hierro, el calcio, el zinc  y el magnesio que contienen  que ayudan a preservar el buen estado de uñas y cabellos.

Las semillas de calabaza  tienen propiedades vermífugo y tenífugo, para eliminar lombrices intestinales. Además por su alto contenido de ácido salicílico, ayuda a prevenir la aparición de enfermedades reumáticas. También se usan  para reducir la inflamación de vejiga y para aliviar la hipertrofia prostática, si bien también se recomienda su consumo por las propiedades nutricionales de los aceites que contienen.

Las flores de calabaza son comestibles también. Poseen abundante agua y nada de grasa. Son ricas en calcio y fósforo por lo que se recomiendan durante el crecimiento o para la osteoporosis

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