No hace falta restringir radicalmente los alimentos que añades a tudietapara mantener elcolesterolbajo control; con algunas sustituciones inteligentes de los alimentos que consumes, por su versión más saludable, es posible tratar la enfermedad sin privarse de nada.
Sustituir el pan blanco por pan integral, la leche entera porlechedesnatada o la mantequilla por la margarina, por ejemplo, pueden reducir la cantidad de grasas ingeridas a cada día. Te dejo a continuación, con grandes ideas de sustituciones y como ellas pueden beneficiar tu salud:
Pensemos en el pan, uno de los alimentos normalmente presentes en nuestradietay que es difícil abrir mano. Puedes cambiarlo por pan integral, ya que esta versión contiene una buena cantidad de fibras, que sirve de alimentos a las bacterias beneficiosas del intestino. Cuando bien nutridas fabrican una sustancia que regula los niveles de grasas en la circulación.
Sustituye tus cereales matinales por avena, rica en betaglucanas, fibras capaces de regular la síntesis de colesterol. Ellas aumentan también el HDL, elcolesterolbueno.
Cambia también tu zumo de naranja por zumo de uvas (natural y recién hecho). La cascara de la uva tiene resveratrol, una sustancia que actua en la reducción delcolesteroly tiene efecto antioxidante.
En la hora de la merienda, cambia tu sándwich de jamón y queso por un sándwich de pechuga de pavo y queso fresco, así evitar ingerir grasas saturadas y mantienes elcolesterollejos. Que es más sano, el jamón york o la pechuga de pavo.
Esté atento a aquella ración de gambas que tanto te gusta; ofrecen 152 miligramos de grasas a cada 100 gramos, son el top del ranking decolesterolen los frutos del mar. Puedes sustituirlo por una ración de algúnpescadogordo o salmón, que además tiene omega 3.
Para el té de las cinco, sustituya el té de hierbas por el mate, esta infusión tienen saponinas, moléculas que reducen la absorción delcolesterolen le intestino.
Al preparar los alimentos, sustituye la cebolla tradicional por la cebolla morada (lo mismo para la lechuga y repollo, prefiera siempre su versión morada). Las hortalizas de este color cuentan con un pigmento que reduce el colesterol, disminuyendo la concentración de grasas en la sangre.