El pie diabético

Jesus L. Rodriguez

El pie diabético

El pie diabético. Si no se controla  adecuadamente, el elevado nivel de glucosa en sangre, propio de la diabetes, puede provocar el daño progresivo de los vasos sanguíneos y nervios de los miembros inferiores, puediendo derivar en complicaciones para la salud, como el llamado pié diabético.

En el pie diabético actúan básicamente dos factores que se potencian entre sí: la disminución de la sensibilidad en los miembros inferiores, denominada neuropatía diabética, que favorece la aparición de lesiones y la presencia de problemas circulatorios que conducen a una disminución del flujo sanguíneo, denominada pie isquémico, que dificulta la correcta cicatrización y curación de las heridas. El pie diabético es el responsable de más del 50% de las amputaciones no traumáticas, ya que las heridas tardan en cicatrizar y dan lugar a  infecciones.

Entre un 15 y un 25% de los pacientes con diabetes, desarrollarán lesiones, denominadas úlceras de pie diabético, en algún momento de su vida, de los cuales un 10 a un 30% terminará sufriendo una amputación en sus miembros inferiores.

En el caso de los pacientes con diabetes diagnosticados, los cuidados básicos se centran en revisarse los pies diariamente, con el fin de identificar la posible aparición de ampollas, cortaduras  o callosidades, lavarse cuidadosamente los pies con agua tibia y luego secarlos completamente, especialmente entre los dedos y aplicarse crema hidratante, evitando hacerlo entre los dedos, hasta su completa reabsorción.

Las uñas de los pies deben ser cortadas preferentemente una vez por semana, procurando no dejarlas demasiado cortas, limándolas  con una lima de cartón, así como las  callosidades , que deben de ser  limadas  con una piedra pómez, de forma cuidadosa.

CUIDADO DE LAS LESIONES YA EXISTENTES

  • Se debe hacer un examen detallado de ambos pies, con una inspección cuidadosa de los talones y los espacios interdigitales.
  • El estado de la circulación, y sensibilidad deben evaluarse con detalle.
  • Deben tenerse en cuenta la temperatura y el color de la piel, la respuesta vascular a la elevación del miembro, es decir si se producen cambios en el color según la postura de la extremidad, el cambio en la cantidad de pelo de la pierna.
  • Una fotografía en color es útil para poder juzgar la progresión de la falta de riego.

EL TRATAMIENTO DEL PIE DIABETICO SE BASA EN:

  • Protección contra el daño que se asocia a la pérdida de sensibilidad causada por lesión de los nervios periféricos.
  • Tratamiento de la infección que pueda aparecer.
  • Mejoría de la circulación evitando el uso de calzado o prendas ajustadas.
  • Control médico de la diabetes, es decir, comprobar que los niveles de glucosa se encuentran dentro de los límites permitidos.

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