Hace poco estuvimos hablando un poco sobre los problemas de colesterol, sabemos que tener niveles altos del mismo puede traernos graves problemas de salud, especialmente en lo referente a nuestro sistema cardiovascular. Sin embargo, debemos tener en cuenta que existen dos tipos de colesterol, por un lado tenemos el colesterol malo conocido como LDL y por otro el bueno HDL, hoy mencionamos aspectos importantes sobre este último.
Es muy importante estar al tanto de cuáles son nuestros niveles de colesterol malo, aunque esto no significa que debemos dejar de lado los del bueno, ya que tenerlo en muy bajas cantidades también puede traernos muchos problemas. El colesterol HDL no debe ser inferior a 40 mg/dl en los hombres y 50 mg/dl en las mujeres. Debemos tener en cuenta que las bajas cantidades del mismo suponen un riesgo para el corazón y más aun si se asocia a otras alteraciones lipídicas.
Para entender su importancia debemos considerar sus funciones, el colesterol bueno es el que nos protege ante enfermedades cardiovasculares, ya que se encarga de transportar el exceso de colesterol al hígado para su metabolización y eliminación, de esta forma evitamos que se acumule en las arterias y nos protege de la aterosclerosis.
Alimentos que ayudan a bajar el colesterol malo y a subir el colesterol bueno
- El ajo: puede llegar a subir hasta un 23% el colesterol bueno según un estudio realizado en el Colegio Bastyr, de Seattle (una dosis diaria de aceite de ajo extraído de 3 dientes de ajo)
- La cebolla cruda: puede subir el colesterol bueno a la mayoría de las personas (media cebolla cruda al día repartida en varias comidas)
- El pescado azul: además de bajar el colesterol malo también ayuda a mejorar los niveles del colesterol bueno.
- El aceite de oliva: baja el colesterol malo y sube el colesterol bueno aunque lo tomemos en gran cantidad.
- El aceite de semilla de uva: en la mayoría de casos la gente observa mejora en sus niveles de colesterol bueno tomando 2 cucharadas al día de este aceite.
- Las manzanas: la pectina que contienen es un tipo de fibra soluble que también ha resultado eficaz para regular ambos tipos de colesterol (tres manzanas al día)
- La zanahoria: dos zanahorias al día son también casi imprescindibles en estos casos ya que por un lado son ricas en pectina y por otro son muy ricas en antioxidantes (Betacarotenos)
- Cerveza o vino: una cerveza o dos vasitos pequeños de vino puede ayudar en muchos casos (si no tomamos alcohol probaremos los otros remedios)
- Legumbres: media tacita dos veces al día puede ayudar (al cabo de varios meses) a regular ambos tipos de colesterol.
Alimentos con gran poder antioxidante
Como antes hemos comentado los antioxidantes son básicos para que el colesterol malo no se oxide y sea realmente perjudicial para nuestro sistema cardiovascular. Ayudan pues a que el colesterol bueno realice correctamente sus funciones.
- La vitamina C y E tienen un efecto antioxidante que ayudan a que no se nos taponen las arterias. La fresa, los kivis, las naranjas, papayas, los pimientos, pepino, el perejil y en general todas las frutas no deben de faltar en nuestra dieta (dos o tres piezas de fruta al día como mínimo) por su aporte en vitamina C.
- Los frutos secos (nueces, almendras, avellanas, etc.) y las semillas (sésamo, girasol, calabaza, etc.) nos aportan gran cantidad de vitamina E.
- Las zanahorias, los albaricoques, la calabaza o zapallo y el brócoli son alimentos muy ricos en el antioxidante llamado Betacaroteno.
- La cúrcuma, los aguacates, el repollo, los frutos del bosque (bayas), los germinados, el açai (fruto del Amazonas) son algunos alimentos especialmente muy ricos en diversos tipos de antioxidantes.
Por tanto, en tus próximos controles no solamente debes tener en cuenta los niveles de colesterol LDL sino también el otro. Esto era lo que teníamos para compartir, esperamos que esta información te sea de gran utilidad para cuidar de tu salud, ¡suerte!