Esas placenteras y duraderas duchas de agua caliente que nos damos todas las mañanas, o todas las noches antes de irnos a dormir, según nuestros gustos y horarios, pueden ser los culpables de que nuestra piel no luzca tan atractiva como deseamos…
Sucede que, cuandos nos bañamos con agua caliente todos los días y durante mucho rato, los aceites naturales que protegen la piel se desvanecen. En consecuencia, la piel queda mucho más seca y débil.
¿Eso significa que debemos dejar de bañarnos todos los días?
¿Eso significa que debemos dejar de bañarnos todos los días?
En realidad, si nos sentimos cómodos bañándonos todos los días, no tenemos por qué dejar de hacerlo. Lo que sí debes hacer para el cuidado de la piel es limitar tus baños a unos pocos minutos, evitar el agua demasiado caliente y en lo posible, bañarte en ducha en lugar de hacerlo en una tina.
En cuanto a la temperatura del agua, tampoco debemos elegir agua fría. La temperatura ideal es tibia: ni muy caliente, ni muy fría.
Una vez que sales de la ducha, debes secar tu cuerpo con una toalla suavemente, como si fuera una caricia. No debes frotarla vigorosamente, porque eso también es dañino para tu piel. Luego, hidratar la piel con una buena crema hidratante.
El bañarse demasiado tiene más desventajas que ventajas.
El aseo frecuente de la piel, destruye las barreras protectoras como son el manto ácido, hidro-lipídico y corneo, lo cual rompe el mito de las de personas que creen que entre más limpios, más protegidos están contra las bacterias, virus, hongos y otros microorganismos que atacan la piel; pero lo que ocurre es lo contrario. Es más fácil que éstos penetren en una piel limpia que en una que no esté «tan limpia».
Temperatura del agua, duración y frecuencia del baño
La temperatura del agua debe ser de fresca a tibia, no de tibia a caliente, ni de caliente a más a caliente.
El agua debe de estar mas fría que tibia y jamás muy caliente porque a la larga va causando cierta flacidez, resequedad en la piel y posteriormente sobreviene el prurito.
Si está haciendo mucho frío, se puede poner un poquito caliente, pero nunca a una temperatura tan alta que tire vapor y empaña los vidrios del baño.
Los baños deben ser de corta duración y no más de dos veces al día.
Las personas que acostumbran bañarse dos veces al día deben hacer un baño principal y otro secundario. El principal debe ser el de la tarde ó noche porque hemos estado activos todo el día en el trabajo o en el hogar, hemos sudado, en contacto con el smog o suciedad de la calle y además de proporcionarnos cierto grado de relajamiento. El baño secundario sería por la mañana y debe ser más rápido porque tenemos menos tiempo y porque venimos de un área limpia como es nuestro dormitorio.
¿Jabón en barra o gel líquido?
Es más recomendable los jabones en barra que en gel líquido. Los geles tienden a tener más perfumes y entre menos químicos tenga un jabón, se reducen las posibilidades de que nos produzca alergia.
A la hora de escoger un jabón de barra, este debe ser suave, cremoso, sin perfume y preferiblemente de color blanco. Si la piel esta muy sensible, por diferentes causas, es preferible el uso de los jabones como los de avena, de miel y glicerina, de aceite de maní y los jabones «sindet», que son más humectantes que los otros jabones.
Los jabones bactericidas eliminan las bacterias de la piel y su uso rutinario no es necesario. Solo se deben usar cuando hay un problema específico como en casos de infecciones cutáneas como el impétigo, foliculitis o furunculosis a repetición o en la preparación de la piel antes de una cirugía.
Los jabones antibacterianos son buenos para lavar las manos antes de cocinar o al tocar cosas delicadas; no de uso diario porque generalmente irritan y resecan la piel.
Esponjas, toallas, estropajos y cepillos
Los baños con esponjas y toallas una o dos veces por semana es suficiente. Son los menos traumáticos para la piel y es recomendable secar las esponjas con la luz solar después de usarlas, para evitar la colonización con mohos
Los guantes, cepillos, estropajos o paste ni siquiera una vez por semana, por ser traumáticos para la piel.
Las cremas exfoliantes o body scrubs pueden ser usadas cuando no hay lesiones inflamatorias y no se este ingiriendo vitamina A (piel más sensible) y su aplicación muy espaciada, preferentemente cada mes.
Humectantes y emolientes
Al terminar el baño, hombres, mujeres y niños deben aplicarse aceite o crema humectante o emoliente, dependiendo de su tipo de piel.
Las lociones y cremas hidratantes y humectantes se deben usar inmediatamente terminado el baño, cuando aún esté la piel fría y mantiene algo de la humedad del baño. De esa forma el producto será mejor absorbido por la piel.
A los insectos no les gusta la piel bien hidratada, por lo que picarán menos a quienes mantengan la humedad.
El baño en las edades extremas
Niños: No se les debe bañar tres o cuatro veces al día con la excusa de que «hay demasiado calor y el sudor les pica» porque el agua con el jabón rompen las barreras naturales de la piel. Tampoco dejarlos jugar en el agua por mucho tiempo, especialmente a niños con rasgos atópicos o que adolecen de Dermatitis Atópica, Asma Bronquial, Conjuntivitis, Urticaria, Sinusitis, Rinitis Alérgica, Hiperreactores Bronquiales ya que generalmente tienen la piel delicada.
Posterior al baño, la aplicación de aceite dos a tres veces por semana, es una buena práctica, porque crea una barrera protectora que actúa como un manto graso, que es muy escaso en la niñez. Aplicarlo con la piel mojada, dentro del baño y luego se seca. De esa forma el niño no queda con la sensación de que tiene mucha grasa en la piel.
Después de los 60 años de edad: Nuestra actividad diaria disminuye y con el tiempo, la piel tiende a perder sus barreras protectoras y tiende a resecarse. El baño debe hacerse una vez al día o en días alternos, dependiendo de nuestra actividad física.
Pero, si se está acostumbrado a bañarse todos los días, puede darse baños rápidos, usando jabón en áreas que sudan un poco más y que despiden más olor como las axilas, ombligo, área ano-genital, manos y pies.
Uso de toallas
Con la toalla no debe frotarse sino que la colocaremos sobre la piel y con una pequeña presión sobre la misma, secaremos toda la superficie corporal.
Es importante que tanto grandes como chicos hagan buen uso de la toalla porque vestirse sin estar bien seco puede favorecer la colonización por hongos, especialmente en las áreas con mayor calor y humedad como los grandes pliegues y pies