Una espalda fuerte y bien trabajada es garantía a la hora de evitar infinidad de lesiones derivadas de las malas posturas, y es que la mayoría de los dolores de espalda se derivan de una musculatura débil en esta parte del cuerpo, pero a pesar de todo muchas veces incluso teniendo una espalda fuerte podemos hacernos daño en ella a la hora de hacer ejercicio, concretamente a la hora de hacer dominadas, y es que hacerlas dándonos impulso puede ser un problema.
En infinidad de ocasiones hemos destacado la importancia de hacer dominadas a la hora de lograr una espalda fuerte, y es que es una de las mejores maneas de trabajar toda la musculatura de esta zona, pero no siempre es la mejor manera de hacerlo, ya que podemos hacernos mucho daño si no tenemos la suficiente fuerza para elevarnos y para compensar nos damos impulso con la espalda doblándola hacia adelante e impulsándonos a la vez con las piernas.
En el gimnasio vemos a menudo que muchas personas que hacen dominadas se ponen peso extra para hacer trabajar más a sus músculos. Se trata de algo bueno siempre y cuando tengamos la suficiente fuerza para hacerlo. El problema comienza cuando no la tenemos y lo que hacemos para contrarrestar esto es impulsarnos con el resto del cuerpo. Este impulso debemos controlarlo, ya que cada vez que lo hacemos no solo desviamos la tensión de la parte que trabajamos, que es la dorsal, sino que además corremos el riesgo de forzar a la columna al realizar un giro que puede ser fatal para su salud. El impulso a la hora de hacer dominadas lleva consigo una especie de parábola que realizamos con todo el cuerpo en la que comenzamos con las piernas dándonos impulso, pasando por la zona de los lumbares y para terminar en la parte cervical.
Como vemos el impulso de dominadas implica varias partes de la espalda que justo son las más delicadas de la misma y las que pueden verse más afectadas, ya que es donde se concentran la mayor parte de lesiones. Es importante que dentro de lo posible evitemos este tipo de impulsos con la espalda, ya que no nos ayudan en absoluto a ganar fuerza ni musculatura, sino todo lo contrario, pueden frenar nuestro desarrollo con una lesión. Para evitarlo lo esencial es poder primero con nuestro propio peso a la hora de hacer dominadas para luego añadir una pequeña carga. Si acabamos de comenzar y no podemos todavía con muestro propio pes lo que haremos será empezar poco a poco en maquina asistida con peso pata no forzar en ningún momento la espalda.
A mí me duelen las cervicales cuando hago abdominales, no me duele la espalda. Para las cervicales las tengo tan sensibles que tengo que hacerme un terapias manuales cada mes, por eso quisiera que me recomiendes abdominales que no fuercen las cervicales.
Saludos,