Es importante tener en cuenta diversas pautas para evitar accidentes e infecciones. Con la llegada del calor y el buen tiempo, muchas personas se animan a acudir a la piscina pese a poder hacerlo durante todo el año. Sin embargo, la mayoría de éstas no son conscientes de la importancia de tener en cuenta diversas pautas para evitar accidentes e infecciones.
En primer lugar vamos a recalcar un aspecto que no podemos olvidar, la higiene. Mantener unos correctos hábitos de higiene es fundamental si no queremos contraer alguna infección como los hongos que tan habituales son en estos meses del año. Tanto si estamos en una piscina pública como privada, debemos cuidar mucho este aspecto. Para ello lo que haremos será utilizar siempre calzado para desplazarnos por vestuarios e instalaciones de la piscina.
Ducharnos antes y después de sumergirnos en el agua es esencial para mantener mucha más higiene. La ducha lo que hará será eliminar el exceso de grasa de la piel, los pelos muertos y nos dejará listos para sumergirnos en un agua que compartiremos con otras personas. Al salir es aconsejable darnos de nuevo una ducha para eliminar el cloro de la piel, que lo que hace es resecarla e irritarla, además de acabar con cualquier impureza que hayamos podido contraer en el agua.
A la hora de sumergirnos por primera vez en el agua debemos tener cuidado con el cambio brusco de temperatura, ya que el agua suele estar unos grados más fría que el ambiente. Estos cambios de temperatura pueden afectarnos y producirnos mareos debido a que la sangre se desplaza a las capas más externas de la piel para regular la temperatura. Para evitar esto es necesario que nos sumerjamos poco a poco en el agua, de modo que el cuerpo se acostumbre a la temperatura de este medio.
Es necesario que sigamos estos consejos si lo que queremos es pasar un verano tranquilo sin ningún contratiempo ni ningún susto. Sencillamente se trata de seguir unas normas que si las asimilamos y hacemos nuestras no nos costará trabajo llevarlas a cabo.
Cuidados a seguir
Por lo demás, la seguridad en la piscina dependerá de nuestro propio comportamiento y del cuidado del resto de usuarios. Por ello, es importantes que conozcas algunos puntos:
• Antes de introducirse en la piscina no hay que olvidar ducharse y, sobre todo, evitar cambios bruscos de temperatura corporal.
• Hacer un calentamiento previo y estirar los músculos para no sufrir calambres.
• Mantener un comportamiento correcto evitará un sinfín de accidentes: controlar los movimientos de uno mismo, conocer bien las propias limitaciones físicas, evitar las ahogadillas, no correr por los bordes o zonas resbaladizas…etc.
• Aunque se recomienda respetar un tiempo de una hora y media para realizar la digestión antes de bañarse, también se puede realizar de forma paulatina y si se va con cuidado. Sobre todo se recomienda no bañarse después de comidas pesadas.
• Evitar bañarse si se tienen heridas abiertas, diarreas, o algún tipo de infección.
• Nunca tragar agua de la piscina. En caso de ir con niños, procurar sacarlos de vez en cuando para ir al lavabo y evitar que miccionen en ésta.
• Utilizar gafas para bucear y, en caso de ser necesario, tapones para los oídos para evitar otitis.
• No andar descalzo ni compartir toalla evitará coger hongos u algún que otro tipo de infección dermatológica.
• Protegerse de los rayos UVA y UVB con crema solar de al menos factor 15.