Lo único cierto en esto, es que muchas de las creencias que se tiene sobre la comida saludable es falsa, no por ignorancia sino por una estrategia de marketing. A continuación una explicación razonable a tanta falsa creencia.
Para comenzar los alimentos 0% grasa pueden ser más perjudiciales que los normales, pues estos al carecer de grasa, requieren un reemplazo como azúcar u otros preservantes para que el ?sabor? no se altere.
Asimismo, todo lo ?integral? no significa necesariamente que posea bondades dietéticas pues se ha comprobado que en efecto es más sano pero posee casi el mismo porcentaje nutricional que un ?no integral?. Se ha comprobado también que las galletas, tienen mayor cantidad concentrada de carbohidratos que el mismo pan.
Otra creencia es la famosa barra de cereal como complemento alimenticio. Esta sin embargo, puede tener un alto porcentaje de azúcar en su mezcla.
De otro lado, no se puede dejar de mencionar las creencias médicas como el mejoramiento de la visión gracias al consumo de zanahoria, mito por cierto falso debido a que los betacarotenos no optimizan al máximo la visión, tan solo se agudiza ligeramente pero no como se cree.
1.Los alimentos integrales adelgazan
Muchos creen que “integral” es lo mismo que “dietético”. Grave error. Las harinas y cereales integrales cuentan con prácticamente las mismas calorías que los productos refinados. Sí se podrá decir que son más sanos por su alto contenido en minerales y fibras, y que ayudan a eliminar toxinas con más facilidad. Pero de ninguna manera adelgazan.
2. Las ensaladas de los fast food son la “opción saludable”
Nunca falta el que entra en McDonald´s y, en vez de pedir una hamburguesa como Dios manda, elige la ensalada porque es la “opción sana”. Una reciente investigación privada sobre las ensaladas que se venden en los locales de comida rápida determinó que estos productos están excedidos de sal y grasas. El ejemplo es lapidario: un Big Mac tiene 540 calorías y 1,040 miligramos de sal; mientras que una ensalada completa con pollo y aderezo cuenta con 530 calorías y 1,260 mg de sal. O sea que el Big Mac es más sano; o menos dañino. Y más rico.
3. Los productos 0% grasa son sanos
Es muy común que uno se sienta habilitado para devorar sin culpas toda clase de alimentos “0% grasa” (fat free en inglés). Mucha gente los consume porque piensa que, mágicamente, perderá peso. El problema es que, al quitar la grasa, gran parte del sabor original de estos productos es removido, lo cual obliga a los fabricantes a agregar azúcar y toda clase de químicos de origen dudoso. Por eso, los alimentos 0% grasa pueden ser peores que los comunes.
4. Las galletitas son mejores que el pan
Más mitos que se derrumban. Y una buena noticia para los amantes incondicionales del pan: las galletitas tienen muchas más calorías (420 en 100 gramos) que el pan (280 en 100 gramos) y también más grasa. Así que terminemos con eso de andar haciendo migas con las insoportables galletas de agua y pidámosle al mozo otra panera.
5. Los limones aportan vitamina C y no tienen azúcar
Es cierto que los limones aportan vitamina C, pero también es verdad que otras frutas tienen las mismas propiedades y son deliciosas. Tomen nota: un kilo de frutillas tiene más Vitamina C que un kilo de limones y, aunque no lo crean, tiene menos azúcar. Por eso, basta ya de sacrificarse tomando jugo de limón para evitar gripes y resfríos, creyendo que eso nos hará todopoderosos. Las frutillas cuentan con las mismas propiedades vitamínicas y son definitivamente más ricas.
6. Las barritas de cereal hacen bien
En los últimos años se multiplicó la variedad de barritas de cereal en los quioscos. Muchos deportistas las consumen como complemento proteico. Lo que no todos saben es que estos cereales, mezclados con frutas y chocolate, pueden tener hasta el doble de azúcar que algunas golosinas convencionales. Hay que estar atento.
7. Las espinacas dan fuerza
Popeye sacaba unos músculos tremendos cada vez que comía su lata de espinacas. Y es cierto que esta verdura tiene hierro, pero no tanto como las lentejas, el hígado de cerdo o los berberechos. Además, las espinacas tienen sustancias laxantes y quelantes que hacen más difícil la absorción del hierro por parte del cuerpo humano.
8. Las zanahorias agudizan la visión
Comer zanahorias cual Bugs Bunny no nos salvará de usar lentes si realmente tenemos problemas de visión. Los betacarotenos que contiene esta verdura son precursores de la vitamina A, imprescindible para la fabricación del pigmento rodopsina, que mejora la agudeza visual en ambientes con malas condiciones de luz. Es decir: no por comer zanahorias vamos a tener la vista de un lince; a lo sumo veremos un poquitito mejor si está oscuro.