Cual es la mejor postura para dormir y prevenir problemas

Jesus L. Rodriguez

Todos amamos el dormir, después de todo, esto es muy importante para mantener nuestra salud y el correcto funcionamiento de todos nuestros órganos.

Por otra parte, la duración de este acto también importa para nuestro bienestar físico y mental.

Lamentablemente, algo que debe ser tan cotidiano en nuestra vida no resulta ser tan sencillo para todos, es por eso que múltiples estudios se han realizado para determinar cosas como cuál es la mejor manera de dormir, la posición ideal, su duración (entre 7 a 9 horas) y como trasladar todos esos aspectos al usuario común, algo que se analizara en esta nota.

Las personas prefieren dormir en posiciones que son cómodas para ellas, es decir, algunos duermen apoyados en su lado izquierdo, algunos a la derecha, algunas personas prefieren dormir sobre su espalda e incluso algunos duermen sobre su estómago.

Todas estas posiciones cuentan con un papel desencadenante cuando se trata de nuestra salud.

Las investigaciones han demostrado que aquellos que duermen sobre su espalda, supuestamente pueden empeorar sus problemas respiratorios, por lo tanto, esta posición de descanso no se recomienda para las personas que sufren de asma o apnea del sueño.

El dormir sobre nuestro lado izquierdo puede mejorar la digestión, mientras que el dormir hacia nuestra derecha puede empeorar los problemas digestivos.

Cada lado cuenta con un efecto diferente en nuestro cuerpo, y de todas las posiciones, el Ayurveda nos sugiere que debemos dormir sobre nuestro lado izquierdo, mismo caso con investigaciones tradicionales y otras culturas.

Cuál es la mejor postura para dormir según los especialistas

Como antes fue señalado, el ayurveda señala que la mejor posición para dormir, es sobre nuestro costado izquierdo, algo que también se analiza en la medicina holística.

Según lo expuesto por la medicina holística, nuestro lado izquierdo del cuerpo es en donde predominan los órganos linfáticos.

Cuando se duerme hacia nuestra izquierda, nuestro cuerpo obtiene más tiempo para filtrar las toxinas, líquidos y desechos a través de nuestros ganglios linfáticos y conducto torácico, mientras que el dormir del lado derecho, puede llegar a ralentizar el funcionamiento de nuestro sistema linfático.

Beneficios de dormir ben

El dormir sobre nuestro lado izquierdo, es recomendado para aquellas personas que sufren de dolor de espalda crónico, ya que estas pueden notar mejoras al dormir, porque se genera un alivio sobre la presión que se genera en la columna vertebral.

Es bueno para nuestro corazón: Al dormir sobre nuestro lado izquierdo, se mejora la circulación de nuestra sangre y también nos ayuda a quitar la presión sobre el corazón, es por esta razón que aquellas personas que tienen problemas relacionados con este órgano, se les recomienda dormir sobre el costado izquierdo para evitar complicaciones.

En caso de que se esté embarazada: Cuando se pregunta cuál es la mejor manera de dormir durante el embarazo, la respuesta también es dormir sobre el lado izquierdo.

Este simple acto ayuda a aliviar la presión de la parte posterior del cuerpo y aumenta el flujo sanguíneo hacia los riñones, útero y el feto en gestación.

Reduce la acidez estomacal: El dormir sobre nuestro costado izquierdo se ve vinculado con una disminución en los síntomas de reflujo ácido.

Mientras que el dormir sobre nuestro costado izquierdo puede ser la respuesta a la interrogante de cual es la mejor manera de dormir, este acto puede ser algo complejo de adoptar, después de todo, los seres humanos somos seres de hábitos, que quiere decir esto, que nos toma bastante tiempo e intentos el acostumbrarnos a ciertas cosas, la forma de dormir no elude ese tipo de anunciado.

Si no estamos habituados a dormir en esta posición, nos puede tomar un tiempo el poder ajustar nuestra forma de descanso.

Una forma de lograr acostumbrar a nuestro cuerpo a esta forma de dormir, es dormir todas las noches sobre nuestro lado izquierdo y ubicar almohadas sobre nuestra espalda.

Posturas para dormir mejor

Postura de dormir de lado: Dormir de lado, especialmente del lado izquierdo, puede ser beneficioso para la digestión y la circulación sanguínea. Además, esta postura puede reducir la probabilidad de ronquidos y ayudar a aliviar el reflujo ácido. Es importante mantener las piernas ligeramente flexionadas y colocar una almohada entre las rodillas para mantener la columna vertebral alineada.

Postura de dormir boca arriba: Dormir boca arriba puede ser beneficioso para el cuello y la columna vertebral si se mantiene una alineación adecuada. Colocar una almohada debajo de las rodillas puede ayudar a mantener una curva natural en la espalda baja. Sin embargo, esta posición puede agravar los ronquidos y la apnea del sueño en algunas personas.

Postura fetal: Dormir en posición fetal, es decir, acurrucado con las rodillas hacia el pecho, puede ser reconfortante para muchas personas. Esta postura puede ayudar a abrir las articulaciones de la columna vertebral y aliviar la tensión. Sin embargo, puede causar tensión en el cuello y los hombros si no se utiliza una almohada adecuada.

En caso de que se cambien de posición, las almohadas detendrán esta especie de balanceo.

Otro truco más drástico para acostumbrar a nuestro cuerpo a dormir sobre el lazo izquierdo de nuestro cuerpo, es usando una luz tenue en el lado derecho de nuestra cama.

Esto hará que nuestro cuerpo solo logre el descanso mirando hacia el lado en donde no hay luz, después de todo, para poder descansar, nuestro cuerpo necesita dormir en un ambiente oscuro, aunque claro, este tipo de medida puede ser algo drástica.

Es importante tener en cuenta que la elección de la postura para dormir puede variar según las preferencias personales y las necesidades específicas del cuerpo.

Si experimentas problemas crónicos de sueño o dolor, es recomendable consultar con un profesional de la salud, como un médico o un fisioterapeuta, para obtener una evaluación y recomendaciones personalizadas.

Dormir mal consecuencias

Dormir mal puede tener una serie de consecuencias negativas para la salud física y mental. A continuación, se mencionan algunos problemas comunes asociados con la falta de sueño adecuado:

Fatiga y somnolencia diurna: La falta de sueño de calidad puede provocar una sensación constante de cansancio durante el día, lo que dificulta la concentración y el rendimiento en las actividades diarias. La somnolencia excesiva también puede aumentar el riesgo de accidentes automovilísticos y laborales.

Problemas de memoria y concentración: El sueño desempeña un papel crucial en la consolidación de la memoria y el aprendizaje. La falta de sueño puede dificultar la concentración, la atención y la capacidad de retener nueva información.

Cambios de humor y irritabilidad: La privación del sueño puede afectar el equilibrio emocional y aumentar la susceptibilidad al estrés. Las personas que duermen mal con frecuencia pueden experimentar cambios de humor, irritabilidad y alteraciones emocionales.

Problemas de salud mental: La falta crónica de sueño se ha asociado con un mayor riesgo de desarrollar trastornos de salud mental, como la depresión y la ansiedad. Además, los trastornos del sueño, como el insomnio, pueden coexistir con estas condiciones y empeorar sus síntomas.

Aumento del riesgo de enfermedades crónicas: La falta de sueño adecuado se ha relacionado con un mayor riesgo de desarrollar enfermedades crónicas, como enfermedades cardíacas, hipertensión, diabetes tipo 2 y obesidad.

Debilitamiento del sistema inmunológico: El sueño juega un papel importante en el fortalecimiento del sistema inmunológico. La privación del sueño puede debilitar las defensas del cuerpo, lo que aumenta la susceptibilidad a infecciones y enfermedades.

Problemas de peso y metabolismo: La falta de sueño ha sido asociada con desequilibrios hormonales que pueden aumentar el apetito y los antojos de alimentos poco saludables, lo que puede conducir al aumento de peso y dificultar la pérdida de peso.

Es importante destacar que la calidad y la duración del sueño pueden variar de una persona a otra, y es necesario establecer hábitos de sueño saludables para promover un descanso adecuado.

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