Una de las difíciles tareas de los padres es lograr que los hijos consuman los nutrientes necesarios para su crecimiento y buena salud. Los niños suelen ser complicados en este sentido, ya que hay verduras que les disgustan simplemente por su forma o color y no ha forma de hacer que las coman. Por eso, hoy te traemos algunos consejos básicos que te ayudarán a lograrlo, esperamos te sean de gran utilidad.
Según un estudio una buena estrategia para que los niños coman verduras es asociarlas con dibujos animados, un cuento, dejar que participen en la preparación de las comidas y jugar así como plantar semillas de alimentos. Si aplicamos estas teorías veremos que los niños no solamente comen los vegetales, sino que además se sienten orgullosos de hacerlo.
El estudio que mencionamos involucró a 26 niños en edad preescolar, los padres debían promocionar los beneficios de consumir estos alimentos mediante dibujos animados, canciones, talleres de cocina, juegos y demás. El estudio tuvo muy buenos resultados y mostró además que es útil hacer juegos cuando preparamos los alimentos y hablar de los beneficios de comer zanahoria, espinaca o brócoli y jugar a armar dibujos con ellos en cada plato.
Las verduras dan mucho juego con multitud de alimentos haciendo posible elaborar gran diversidad de platos para nuestros hijos.
Con los huevos y las verduras podemos preparar entre otros: huevos con queso y tomate, huevos sobre tostadas con espinacas, revueltos con champiñón y jamón.
No debemos olvidar la tortilla que nos sirve muy bien para camuflarle las verduras; las podemos hacer de infinidad de cosas (champiñón, espinacas, judías verdes, patatas, pimientos, espárragos, etc).
Con pescado y verduras: filetes de gallo con ensalada (ésta lleva arroz, judías verdes partidas y cocidas, zanahoria picada, apio picado, tomate troceado), pastel de pescado y verduras, pescado relleno, flan de espinacas y gambas, etc.
Con carne y verdura: tiras de pollo empanadas con salsa de tomate, hamburguesitas de pollo y calabacín, hamburguesitas de pollo y zanahorias (para realizarlas basta con cortar las zanahorias y los calabacines en cuadritos pequeños y freírlos con un poco de cebolla, mezclar esto con la carne y proceder a hacer la hamburguesa de la forma habitual, se puede usar también carne de ternera y de cerdo), espinacas salteadas con jamón, etc.
Con arroz y verduras: Paella de verduras, ensaladas de arroz (con maíz, zanahorias, aceitunas, pimiento morrón champiñón), arroz tres y cinco delicias, etc.
- Comienza temprano. Si desde pequeño el niño crece alimentándose de frutas y verduras, también los seguirá comiendo cuando sea adulto. Cada verdura y cada fruta tiene un tipo de sabor diferente, por lo que si el niño experimenta estos sabores desde muy pequeño, será más probable que los siga aceptando en su dieta cuando crezca.
- Ofréceselos crudos. Especialistas en nutrición opinan que los niños prefieren las verduras crudas, ya que al cocinarlas el sabor cambia y se hace más fuerte, por lo que puede no gustarle al niño. Por supuesto si el niño tiene menos de 2 años habrá verduras que no pueda comer crudas por el riesgo de poder atragantarse, pero a los niños más grandes les gusta morder alimentos crujientes.
- Salsas para mojar. Siempre y cuando la salsa sea sana, no hay razón por la que un niño no pueda mojar sus verduras y frutas en algún tipo de salsa. Para las verduras puedes probar con crema de queso bajo en grasas, crema de cacahuete o aliño para ensalada. Para las frutas elige yogures, queso blanco mezclado con algún tipo de fruta triturada, compota de manzana o pera.
- ¡Diviértete con la comida! A los niños les encanta cualquier comida que sea entretenida. Se creativo/a y convierte un plato de verduras en algo divertido. Puedes crear caras o formas con la comida o puedes ponerles otro nombre, como por ejemplo llamar “árbol” al brécol o “monedas” a las rodajas de pepino y plátano. Una rodaja de mandarina o manzana puede ser la luna o un barco que flota en una sopa. Si no se te ocurren muchas ideas para hacer creaciones con la comida, puedes consultar en libros o Internet.
- Inténtalo una y otra vez. La palabra favorita de cualquier niño es “no”, pero simplemente porque él dice que no le gusta, no significa que no debas servírselo. Es importante seguir intentándolo con un margen de tiempo. Estudios han demostrado que puede llevar hasta 10 intentos antes de que el niño acepte un alimento.
- Sé un buen ejemplo. Anima a tu hijo/a a comer mientras tú te sirves a ti mismo/a un plato de verduras con entusiasmo. Si el niño ve que tu no comes verduras, el tampoco querrá hacerlo. Y recuerda, ¡también es importante para tu salud!
Estos eran los consejos que teníamos para compartir, esperamos que los mismos te sean de gran ayuda y te permitan cuidar mejor de la salud de tus hijos.
Muy buen aporte. Lograr que los niños coman de todo es fundamental. Variar la dieta asegura que consuman todos los nutrientes necesarios para llevar a cabo una vida saludable, plena y vigorosa.