Perder peso no es solo cuestión de hacer dieta y restringir calorías. Para que las dietas funcionen es necesario observar tus acciones y actitudes y como ellas pueden influenciar en el éxito o fracaso de los resultados. Tener nuevos pensamientos, buscar nuevas acciones y pensar que la dieta es un periodo de cambios que conlleva tener una alimentación adecuada toda la vida es una nueva manera de obtener el peso deseado y también una mejor calidad de vida.
Si ya has probado muchos tipos de dieta y ninguna funciona puede que el fallo este en tus hábitos. Conozca, a continuación, algunos consejos para perder peso eficazmente:
Debes pensar a largo plazo: no importa la cantidad de peso que quieres perder, lo importante es pensar en adelgazar poco a poco. Trabaja con la meta de perder medio o 1 kilo por semana.
Actitudes positivas: Buenos pensamientos atraen actitudes correctas y estimulantes. No desanimes ni pienses que el mundo conspira contra tu objetivo. Todo en la vida exige postura firme y determinación.
Prioridades: su atención debe ser enfocada en el objetivo de perder peso y no en los alimentos que puedes comer y los que debes rechazar. La buena escoja alimentar será solo consecuencia.
Evita el estrés y la ansiedad: estos son los peores enemigos de la dieta. Ten en cuenta que no hay alimentos capaces de resolver tus problemas. Si estas bajo situaciones de estrés y ansiedad seguramente buscarás alimentos calóricos que acabaran con tu dieta. Lo mejor que puedes hacer en estos momentos es ver una película, caminar, escuchar música, leer un libro o cualquier cosa que deje el pensamiento lejos de la comida.
Si caes, levántate: todo el mundo comete excesos con la alimentación, la diferencia es que las personas delgadas en seguida retoman una dieta equilibrada. Si exagerar en la comida no haga de ello excusa para tirar la toalla y olvidar la reeducación. Si exageras en la comida, en el día siguiente, vuelves a hacerla y sin utilizar recursos como dieta desintoxicantes o exageradamente restrictas.
Alimentos nuevos: en vez de pensar en lo que no puedes comer, piensa en lo que si puedes. Nuevos sabores, texturas, alimentos y platos podrán hacer parte de tu rutina y podrás varias tus comidas sin perder el estimulo.