Cómo hacer que el ejercicio nos resulte divertido

Jesus L. Rodriguez

Cómo hacer que el ejercicio nos resulte divertido

Una larga y monótona jornada de trabajo ha terminado. Por fin llegó el momento de regresar a casa. Cuando ya estamos cómodos en nuestro hogar nos preguntamos: ¿qué tal si voy al gimnasio a hacer un poco de ejercicio? Y enseguida nos respondemos: “No, qué aburrido. Mejor me quedo en casa mirando la televisión”.

Esta es una escena que a más de uno le habrá ocurrido. Sin dudas, ir al gimnasio o, incluso, hacer ejercicio en nuestra propia casa, no es de los planes más divertidos. Sabemos que la actividad física es importante para la salud, pero como muchas veces no no resulta motivante, la reemplazamos por cualquier otra cosa.

No siempre hacer ejercicio es sinónimo de sufrir en el gimnasio. A diferencia de lo que creemos, el ejercicio sí puede ser una actividad divertida. Esto es lo que tienes que tener en cuenta para lograrlo:

Pero, para que tenga efecto, el ejercicio debe ser frecuente (un mínimo de tres veces por semana) y, sobre todo, duradero. De hecho, deberíamos hacerlo con carácter indefinido. Y aquí aparece el principal problema: como requiere esfuerzo, casi siempre terminamos abandonándolo, con los más variados pretextos: no tengo tiempo, está lloviendo, lo haré más tarde, hoy no me encuentro muy bien…

La mejor forma de evitar este inconveniente es buscar un ejercicio que nos resulte divertido, y que esta diversión sea, también, de carácter indefinido. Porque, y nos viene muy bien el ejemplo del vídeo, debemos preguntarnos: ¿dentro de tres meses, me seguiré divirtiendo? Mucho nos tememos que, pasado un tiempo, y una vez pasada igualmente la novedad del piano, el porcentaje de gente que suba por las escaleras no mecánicas sería similar al de antes de instalar el mecanismo.

Por tanto, debemos utilizar nuestra imaginación y buscar algo que nos divierta, tanto ahora como en el futuro. Cada uno debe saber lo que más le conviene, pero, en general, sería positivo que la actividad se hiciera en grupo y que incluyera otras motivaciones, además del ejercicio propiamente dicho, como charlar, conocer gente o aprender cosas nuevas.

Haz lo que te guste

La mejor manera de hacer que el ejercicio sea parte de tu vida es escoger una actividad que te guste, una que no sientas que haces ejercicio aunque lo sea. Pregúntate, ‘¿en qué soy bueno?’. Si trabajas en tus fortalezas, encontrarás actividades que disfrutarás por años.

Escoge tu hora

Los estudios demuestran que se ejercitan por las mañanas tienen más probabilidades de desarrollar una rutina. Al hacer ejercicio antes de que el día inicie, eluden los conflictos de último minuto con su horario y los pretextos al final del día que frustran hasta las mejores intenciones. ¿Qué pasa si no puedes despertar temprano? El mejor horario es aquél que te funciona. Si tu mejor momento es al mediodía o a la una de la tarde, busca hacer ejercicio a la mitad de tu día o durante la comida.

Llámalo de otra manera

Sustituye cualquier actividad aeróbica en tu hogar que sea difícil de llevar a cabo, por una rutina de ejercicio estándar. Si es algo que de todos modos tienes qué hacer, como lavar tu coche o plantar unos arbustos en tu jardín, matarás dos pájaros de un tiro.

Hazlo con música

Inscríbete a clases de jazz, flamenco, danza africana o árabe. Todas son un excelente ejercicio y son muy divertidas. O carga en tu mp3 tus canciones favoritas: tu soundtrack personal hará que el tiempo en el que haces ejercicio se vaya más rápido.

Sé un ratón de biblioteca

Lee un libro o escucha un audiolibro mientras haces ejercicio; de esta manera, esperarás con ganas tu siguiente sesión.

No sudes

Si una playera mojada en sudor no es tu idea de pasar un buen rato, prueba formas más ligeras de hacer ejercicio como yoga, Tai Chi o pilates, los cuales puedes encontrar en muchos gimnasios.

Hazlo en pareja

El ejercicio es más divertido si lo haces con un amigo. Y en los días en que no te encuentres motivado, será más fácil que sigas con la rutina para no decepcionar a tu compañero. O visita páginas como iVillage y encuentra un compañero para ejercitarte que te anime a cumplir tu siguiente objetivo.

Únete a un club

Haz del ejercicio una rutina social uniéndote a un club de caminatas, senderismo, carreras, ciclismo o de tenis. Incluso puedes unirte a un club deportivo.

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