¿Sabías que la forma en que duermes puede afectar tu salud? Así es, la posición en que descansamos influye en muchos aspectos de nuestra salud, el estar desalineados durante el sueño pone estrés y tensión sobre la columna vertebral, el cuello, los hombros, las caderas y la mandíbula. Por eso, te contamos cuál es la forma indicada en que debes dormir, ¡presta mucha atención!
La peor posición en la que podemos dormir es boca abajo, es decir sobre el estómago, con la cabeza girada a un lado y los brazos colocados debajo de la almohada. Esto hace que el cuello se encuentre hiper-flexionado y se ejerce presión sobre los nervios de los brazos, además, nuestro peso mismo comprime los pulmones, por lo que no podemos respirar correctamente.
Por otro lado, también están quienes duermen con la espalda apoyada sobre el colchón, esta posición también puede ser problemática, ya que puede causar que la lengua caiga hacia el interior y bloquear el tubo de respiración. Esta posición además es muy mala para quienes tienen apnea de sueño.
Por último, tenemos la posición de costado, ligeramente curvados, con las rodillas dobladas y los brazos plegados. Esta es la mejor postura y la más saludable ya que complementa la curvatura natural de la columna vertebral. En caso de que tengas presión arterial alta lo mejor es dormir del lado izquierdo y si eres propenso a los cálculos renales en un lado, duerme del otro lado.
Algunos consejos para conciliar el sueño:
- Mantener un horario regular, acostándonos y levantándonos a la misma hora cada día. Durante el día realizar sólo una siesta corta para poder dormir bien por la noche.
- Si hacemos ejercicio, que sea a una hora regular todos los días. El deporte estimula y el cuerpo tardará más tiempo en relajarse. No penséis que ejercitarnos antes de dormir hará que estemos más cansados para ayudarnos a conciliar el sueño.
- No comamos cenas pesadas antes de dormir, ni bebidas energéticas o que contengan cafeína.
- No fumemos, ni bebamos alcohol. También son estimulantes que nos mantendrán despiertos, además disminuyen el oxígeno que debe llegar a nuestro cuerpo y nos impedirán descansar completamente.
- Nuestra cama debe ser cómoda, cerremos puertas y ventanas para que el ruido no pueda molestarnos y así crear un ambiente propicio.
- Ventilemos el dormitorio antes de dormir, cambiemos las sabanas regularmente y usemos aromas relajantes que estimulen el sueño, como la lavanda.
- Ropa cómoda para ir a la cama, sin botones, con materiales transpirables, que nos permitan movernos durante el sueño.
- Un baño caliente con manzanilla y algunas sales nos calman y preparan al cuerpo para el descanso.
- Música relajante, al ponerla a un volumen bajo tranquiliza la mente. Si tenemos suerte, antes de ir a la cama podemos pedir que nos hagan un masaje (da placer y alivia el cuerpo).
- No trabajemos en la cama o en nuestro cuarto, esto le da a nuestro cerebro un lenguaje equivocado de lo que significa nuestro descanso.
- Intentemos dejar los problemas lejos del dormitorio, estaremos cansados y no encontraremos una solución que nos satisfaga. Si un problema tiene solución, ésta suele aparecer cuando estamos más despejados.