La ansiedad es una emoción básica de los seres humanos, es muy común y esta presente a lo largo de toda la vida. Es una reacción emocional ante situaciones amenazantes o peligrosas y de alguna manera es una forma de defensa frente a las adversidades. El problema de la ansiedad es cuando se sobrepasan los límites normales de ansiedad.
En estos casos es importante saber cómo controlar la ansiedad, puede resultar en una patología psicológica grave si no bajamos los niveles de ansiedad a los valores normales. Lo primero que hay que hacer es evitar que la ansiedad siga creciendo, para esto es necesario producir un cambio en el estilo de vida.
¿Qué sentimos al tener ansiedad?
Cuando una persona tiene ansiedad se produce una excitación en su sistema nervioso, originándose una serie de síntomas. Los más comunes son:
* Tensión en el cuello, hombros y espalda.
* Dificultades de respiración, visión nublada, sofoco.
* Taquicardia, opresión en el pecho.
* Sensación de nudo en el estómago, nauseas.
* Sudoración, temblor, hormigueo en las manos.
* Inestabilidad, temblor, entumecimiento en las piernas.
¿Qué hacemos al tener ansiedad?
* Algunas personas, para tratar de reducir la tensión desagradable que sienten cuando están ansiosas, suelen comer, fumar o beber en exceso. De momento, esto les alivia, pero a largo plazo la situación se puede complicar. De hecho, el café, abusar del alcohol y del tabaco au-mentan la tendencia a sentir ansiedad.
* Otras personas, en cambio, tienden a evitar las situaciones que les producen ansiedad. De momento, esa estrategia funciona. Pero, a largo plazo, las cosas pueden ir a peor. Evitar situaciones puede convertirse en un hábito perjudicial. Cuanto más se evita hacer frente a una situación desagradable, más fuerte se hace ésta y más débil se encuentra ante ella la persona, que va perdiendo confianza en sí misma. Así, los problemas no sólo no disminuyen, sino que van en aumento.
¿Qué pensamos al tener ansiedad?
Cuando una persona está con ansiedad, tiende a exagerar sus problemas, a preocuparse en exceso antes de que ocurran, a esperar lo peor y a decirse a sí misma que, cuando lleguen esos momentos difíciles, no será capaz de hacerles frente.
Por otra parte, al notar los síntomas propios de la ansiedad, tenderá a pensar que está físicamente enferma y que algo terrible le va a ocurrir. Este pensamiento no hará sino aumentar esos síntomas. Es más; antes de que ocurran algunas de esas situaciones, dará por supuesto que se va a poner nerviosa, lo que, efectivamente, le pondrá más nerviosa. Son círculos viciosos que se van estableciendo en torno a la ansiedad.
Controla los movimientos repetitivos propios de la ansiedad. Cuando nos sentimos ansiosos tendemos a jugar nerviosamente con los objetos que están a nuestro alrededor, movemos incesantemente el pie, caminamos de un lado al otro… Estas conductas son percibidas por nuestro cerebro y sólo contribuyen a aumentar la ansiedad. Por ello, es importante estar atentos a la aparición de las mismas y aprender a controlarlas de manera consciente. De esta forma me atrevería a decir que se puede reducir la ansiedad en un 20%.
No dejes tareas pendientes. Una de las cosas que aumenta nuestro estado de ansiedad es saber que tenemos tareas pendientes. En muchas ocasiones simplemente postergamos las tareas porque no tenemos ganas de enfrentarlas pero al final resulta que éstas se van acumulando y se convierten en una fuente innecesaria de tensión. Cuando enfrentas las tareas en la misma medida en que éstas se te van presentando, estaremos eliminando de nuestra vida una fuente ansiógena.
Aprende a decir “no”. En muchas ocasiones la ansiedad aparece porque no sabemos decir “no” y terminamos llenándonos de tareas que no nos permiten disfrutar ni siquiera de una hora libre al día. La persona con tendencia a la ansiedad debe aprender a jerarquizar, determinar cuáles son las tareas más importantes y cuáles, definitivamente, no merecen la pena el esfuerzo. Debemos recordar que las relaciones interpersonales y ayudar a los amigos es importante de la misma forma que es ideal ser un trabajador eficiente, pero para lograr esto necesitamos de la salud psicológica.
Cambia tu forma de pensar. En muchas ocasiones la persona ansiosa también es muy rígida en sus ideas, es perfeccionista y se preocupa demasiado por los acontecimientos venideros. Lo cierto es que usualmente la preocupación por lo que vendrá genera una gran cantidad de ansiedad y desasosiego, temores que finalmente no tienen ningún fundamento. Para controlar la ansiedad no basta con regular los movimientos del cuerpo o con emprender las tareas de una forma más pausada; es importante lograr un cambio interior donde aceptemos que la vida es cambiante y que podemos errar pero lo importante es el camino, no la meta.
Aprende técnicas de relajación o apúntate a ejercicios de Yoga o Tai Chi. En ciertas ocasiones las estrategias anteriormente descritas no bastan para combatir la ansiedad porque ésta se ha instaurado muy profundamente en nuestra personalidad, entonces podemos conjugarlas con la práctica de ejercicios físicos como el Yoga o el Tai Chi, que benefician a nuestro organismo y a la misma vez nos permiten reencontrar la paz interior o por técnicas como la relajación muscular progresiva o la respiración diafragmática.
¿Cómo es la recuperación de un trastorno de ansiedad?
Es importante saber que la recuperación de un trastorno de ansiedad no es inmediata y la mayoría de las personas tiene altibajos en su recuperación.
Los retrocesos son parte normal de cualquier aprendizaje. El hecho de tener días o momentos peores en su evolución no debe desanimarle, forma parte de su proceso hacia la recuperación. Si, después de empezar a encontrarse mejor, tiene algún episodio de ansiedad, no tema volver a estar como al principio. Lo habitual tras sufrir un trastorno de ansiedad es que los síntomas no desaparezcan todos a la vez, sino que poco a poco sean menos fuertes y se vayan espaciando hasta desaparecer.
remedios caseros para bajar la ansiedad
- Valeriana para tranquilizarse
Aunque el olor no sea muy agradable que digamos, la valeriana tiene ingredientes activos que actúan igual que los ingredientes en las pastillas valium. Tómese una pastilla de Valeriana de 250mg dos veces al día.
- Té de tilo o de manzanilla
Busque un lugar tranquilo y sin ruido y tómese una taza de té de tilo o de manzanilla. Lo hará relajarse. - Levadura de cerveza para controlar la ansiedad
La levadura de cerveza, por su alto contenido en vitamina B, se trata de un gran complemento para combatir la ansiedad y puede ser consumida junto a la leche o el yogur. - Infusión de avena
Una cucharada de avena y 1/4 de litro de agua. Hervir el agua y agregar la avena. Dejarlo reposar y tomar una taza antes de cada comida así no llegará con tanto apetito a la misma. - Leche tibia para bajar la ansiedad
Beber un vaso de leche caliente tiene un efecto calmador que le ayudará además a dormir mejor. - Menos cafeína
Es recomendables para controlar la ansiedad reducir drásticamente el consumo de cafeína en cualquier preparación. Esto se debe a que las personas con altos niveles de ansiedad son más susceptibles a sus efectos.
- Un baño caliente con lavanda para relajarse
Para un efecto más relajador añada aceite o flores secas de lavanda a un baño de tina caliente. Si no puede darse un baño de tina, masajéese las sienes y la frente con el aceite de lavanda. - Valeriana y Pasiflora (flor de la pasión)
Consumirlas preparando una infusión con ellas. Estas pertenecen a la familia de las «nervinas», o tónico naturales. Son ideales para tratar problemas de ansiedad sin nada de toxicidad. - Té de Lúpulo
A veces la ansiedad se manifiesta en el apetito. En lugar de comer puede tomarse un té de lúpulo cada vez que sienta la ansiedad. Máximo tres tazas al día. - Recetas caseras a base de Cebolla y apio
Incluya 2 tazas de apio o cebolla a su dieta diaria por una semana. - Ejercicio y visión positiva para bajar la ansiedad
Tratar de mantener siempre una mente positiva. En lugar de esperar que pase lo peor, espere lo mejor. Repítase a sí mismo afirmaciones de éxito, optimismo y felicidad.