La menopausia es un proceso biológico que ocurre en las mujeres alrededor de los 50 años, que indica el fin de su etapa reproductiva. A pesar de ser un proceso fisiológico, las mujeres sufren muchas molestias, dentro de las cuales los bochornos (sofocamientos) son uno de los más incapacitantes.
Los bochornos son producidos por los cambios hormonales que se producen antes de la llegada de la menopausia. La razón principal se produce por la disminución de los estrógenos y progesterona, lo que produce una mala regulación de la temperatura corporal que lleva a un un aumento de riego sanguíneo en en el rostro, pecho y cuello con la consecuente sensación de calor y el sudor que acompaña a este periodo.
Este proceso se origina en la mayoría de las mujeres entre los 44 y 55 años, si bien puede empezar antes de llegar a los 40. Normalmente suele durar unos 10 o 16 meses, pero, a veces, puede prolongarse mucho más tiempo.
Ciertos medicamentos son a veces responsables de los ataques de calor.
Algunos consejos utiles para disminuir los bochornos :
– Evitar la calor y los cambios rápidos de temperatura: Cuando hace mucha calor es importante mantenerse alejado de la misma, para ello debe buscarse un lugar donde haga más fresco. El aire acondicionado se impone como la solución ideal. Otras veces son los cambios repentinos de temperatura los responsables de los sofocos, tanto si se pasa de un sitio fresco a uno caliente como, con menos frecuencia, cuando se pasa de uno caliente a uno muy fresco. El lugar ideal sería una habitación que mantuviera constantemente unos 22 o 23 ºC. Para pasar de un sitio muy caliente a muy frío o viceversa, es mejor mantenerse unos minutos en un lugar de temperatura intermedia, por ejemplo refrescarse un poco antes de salir a la calle si en la habitación hay calefacción o, antes de entrar plenamente en un lugar con aire acondicionado, quedarse en un lugar con una temperatura no tan extrema.
– Beber agua fría: La mujer debe mantener una buena hidratación para que la evaporación del sudor le refresque el organismo. Beber agua en abundancia es importante. En los momentos de fuertes sofocos, beber agua muy fría en pequeños sorbos puede constituir una buena manera de refrescarse.
– Utilizar la ropa adecuada: La vestimenta debe ser fresca, con fibras naturales, como el algodón, que dejen pasar el calor y de acuerdo a la temperatura ambiental.
– Utilizar técnicas de respiración y de relajación natural : Se ha comprobado como la adopción de ejercicios de respiración u otras técnicas de relajación como el yoga ayudan a mantener un control del metabolismo, lo que resulta interesante para disminuir la frecuencia y la intensidad de los bochornos. Las mujeres que sufren intensamente de sofocos deberían participar en alguna de estas terapias.