Muchas veces escuchamos que algunos productos cárnicos pueden aportar más bien poco a nuestra salud, algo que si bien es generalmente falso (salvo en casos de consumo excesivo), lo es especialmente cuando se trata de uno de los productos estrella de la mesa española como es el jamón ibérico de bellota.
Y es que el consumo de esta carne implica la ingesta de ácido oléico (monoinsaturado), que tiene un efecto muy beneficioso para nuestra salud, como han demostrado ya los diversos estudios científicos que se han realizado al respecto; además, se trata de un alimento con elevados índices de proteínas, vitaminas B1, B6 y B12, así como ácido fólico, entre otros elementos esenciales para gozar de buena salud, por lo que se trata de una opción fantástica si se consume de forma moderada, en cantidades de aproximadamente 100 gramos. El Jamón Ibérico de Extremadura es una de las clases de mayor categoría que existen de este producto, por lo que si queremos mejorar nuestros índices de dichas vitaminas, cuidar nuestro colesterol o simplemente disfrutar de un buen manjar, consumir esta carne es a buen seguro la mejor opción que tenemos para hacerlo.
Aunque crea que detrás de ésto existe una gran campaña publicitaria, las ventajas del jamón ibérico para la salud son indiscutibles, pues reduce el colesterol, contribuye a disminuir la presión arterial, minimiza las posibilidades de sufrir trombos y aporta vitamina E al organismo, que tiene fuerte acción antioxidante.
Otra de las mayores dudas es acerca de su contenido en grasa y su influencia en el peso corporal, y aunque su porcentaje de grasa alcanza el 20% con facilidad, gran parte de éstas son insaturadas por lo que benefician al corazón al reducir los lípidos plasmáticos y además, si se consume con moderación, no tiene porqué ser la causa de un aumento de peso.
En la campaña informativa acerca del cerdo ibérico, se sugiere que considerar al jamón ibérico como un artículo de lujo es perjudicial para el consumidor. No obstante, tenemos que señalar que si bien éste alimento beneficia a la salud, no es un producto básico en la dieta que debe consumirse de manera imprescindible todos los días.
Por otro lado, en la campaña no se señala su alto contenido en sodio que favorece la retención de líquidos y se desaconseja en personas con hipertensión arterial, para los cuales el jamón ibérico sería beneficioso (según esta campaña), al favorecer la circulación sanguínea y proteger al corazón.
Podemos concluir que no todo se nos dice en campañas de marketing, pero el jamón ibérico puede ser un producto a incluir en nuestra dieta, con moderación y no todos los días, sín que su ingesta nos provoque un aumento de peso ni perjudique la salud, sino todo lo contrario, el jamón ibérico enmarcado en una dieta equilibrada, aporta grandes ventajas para la salud.
Beneficios del jamón iberico
Dada su alta cantidad de proteínas, el jamón iberico es un alimento recomendado especialmente para el desarrollo muscular. Los alimentos ricos en proteínas como esta carne, están recomendados durante la infancia, la adolescencia y el embarazo ya que en estas etapas, es necesario un mayor aporte de este nutriente.
Por su alto contenido en vitamina B1, el consumo del jamón iberico, ayuda a superar el estrés y la depresión. Los alimentos ricos en vitamina B1 o tiamina, como esta carne son muy recomendables en periodos de embarazo o lactancia y también después de operaciones o durante periodos de convalecencia, debido a que en estos periodos hay un mayor desgaste de esta vitamina.
Las mujeres embarazadas o los bebés en estado de lactancia, pueden beneficiarse de los efectos beneficiosos de esta carne ya que el jamón iberico tiene una alta cantidad de vitamina B12, también conocida como cobalamina. El consumo de esta carne también puede ayudar a personas con problemas estomacales gracias a su alta cantidad de vitamina B12.
Las grasas de cerdo ibérico de bellota tienen más del 55% de ácido oléico (monoinsaturado). Estas grasas, según se ha demostrado en rigurosos estudios científicos, producen un efecto beneficioso sobre el colesterol en sangre, propiciando un incremento de la tasa del colesterol beneficioso (HDL) y reduciendo la tasa del colesterol perjudicial (LDL). Sólo el aceite de oliva virgen tiene un contenido de ácido oléico superior.
La proporción total de ácidos grasos insaturados en la grasa de los productos curados de cerdo ibérico alimentado con bellotas es mayor del 75%, lo que hace que sea la más «cardiosaludable» de todas las grasas animales conocidas e incluso más saludable que algunas de origen vegetal. El mérito no es únicamente de la raza de los cerdos; influye enormemente la alimentación a base de bellotas y hierba.
Además de este efecto beneficioso sobre el colesterol, el jamón ibérico proporciona proteínas, vitaminas B1, B6, B12 y ácido fólico, muy beneficiosas para el sistema nervioso y el buen funcionamiento del cerebro. También es rico en vitamina E, un poderoso antioxidante, y en minerales como el cobre, esencial para los huesos y cartílagos, calcio, hierro, zinc, magnesio, fósforo y selenio, este último muy ligado a procesos de antienvejecimiento.
En cuanto a la aportación energética, 100 gramos de jamón ibérico de bellota aportan menos de 250 kcal (más o menos como el pan), por lo que un consumo moderado no perjudicará las dietas hipocalóricas (bajas en calorías).
También es un excelente sustituto de la carne roja, puesto que 100 gramos de jamón contienen 43 gr de proteínas.
Entonces, ¿el jamón ibérico es bueno o malo para el colesterol?
Existe una explicación para ambas posturas, por un lado los productos como el jamón ibérico son de origen animal y contienen un alto contenido en grasas. Pero por otra parte el jamón ibérico tiene un equilibrio entre las grasas saturadas, monoinsaturadas y polinsaturadas. Este contiene una alta concentración en ácido oleico, grasa que reduce los niveles de colesterol LDL o malo, y a su vez aumenta el colesterol bueno o HDL.
Como conclusión se puede decir que si se ostenta colesterol y quieres consumir jamón ibérico puede realizarlo, si es de bellota mejor por su alto índice en oleico, y siempre, consúmalo con moderación y quitándole el tocino. Evita aquello productos ibéricos elaborados de forma industrial (cerdo de cebo),éstos , debido a su forma de cría, contienen una alimentación poco natural.
¿En qué se diferencia el jamón serrano del jamón ibérico?
El jamón serrano es el jamón curado de un cerdo blanco y el jamón ibérico es el jamón curado de un cerdo de raza ibérica.
El jamón serrano se obtiene de cerdos de capa blanca, criados casi siempre en régimen intensivo (granjas) y alimentados con piensos que tienen un elevado porcentaje de cereales.
El jamón ibérico procede del cerdo ibérico. Por su raza y por estar alimentados al aire libre , la grasa se infiltra de una forma óptima y homogénea, dándole una untuosidad y fineza a cada loncha, que lo convierte en uno de los mayores placeres gastronómicos.
¿Cuántas clases de jamón ibérico existen?Según la alimentación del cerdo existen 3 variedades :
Jamón Ibérico de Bellota: Proviene de un cerdo ibérico alimentado exclusivamente de bellotas y pastos naturales.
Jamón Ibérico de Recebo: Proviene de un cerdo ibérico que ha sido alimentado de forma mixta: con bellotas, pastos y cereales.
Jamón de cebo: el cerdo sólo se alimenta a base de pienso y cereales.
deseo que siempre me envien a mi correo estos mensajes de salud