Bebé pilates, un ejercicio para después del embarazo

Jesus L. Rodriguez

En varias ocasiones hemos hablado sobre el Pilates y sus grandes beneficios, un ejercicio muy efectivo que nos permite relajarnos y quemar grasas al mismo tiempo. Hoy especialmente vamos a hablar sobre una modalidad especial diseñada para mujeres después del embarazo y parto, en donde, además, tu bebé participa. Se trata del bebé Pilates, te contamos todo lo que debes saber sobre esto.

Como sabemos, el Pilates se caracteriza por ser una actividad que se adapta a las necesidades físicas de la persona, por lo que resulta muy apropiada para las madres que quieren recuperar su figura. Las sesiones son muy divertidas y relajantes, pensadas para incidir en las zonas que más sufren tras el periodo de gestación y nacimiento del bebé. Por tanto, se trabajará mucho el abdomen, suelo pélvico y periné, muslos, glúteos y espalda recuperan su forma.

Los ejercicios son muy suaves y con impacto prácticamente nulo, por lo que pueden efectuarse con un bebé a tu lado o en tu regazo. Los mismos se efectúan sin perder de vista al bebé, un ejemplo es, colocada boca abajo y apoyándote sobre las palmas de las manos y los dedos de los pies puedes realizar estiramientos, para eso curvas suavemente la columna o elevar las piernas. Tu bebé disfrutará mucho viendo cómo te acercas y alejas de él.

Este no es un ejercicio en donde obligas a tu cuerpo a trabajar hasta que no puede más, no se trata de un duro entrenamiento sino que el objetivo es fortalecer los músculos poco a poco y recuperar tu forma física al mismo tiempo que relajas tu cuerpo.

Una excelente forma de cuidar de nuestra salud, ¿no lo crees? ¿por qué no lo intentas? Quizás sea justo lo que necesitas.

Ejercicio y Pilates postparto. Estado de la cuestión

Siguiendo a Romm (2003) se pueden indicar una serie de recomendaciones para realizar ejercicio tras el parto que, si el médico no recomienda lo contrario, la mujer podrá seguir:

A las tres semanas de posparto, se podrán realizar estiramientos suaves y hacer caminatas cada vez más largas, siempre aumentando muy poco a poco la intensidad de trabajo.

Hasta que el sangrado no haya parado completamente no se deben realizar ejercicios invertidos, como es el caso de practicar técnicas de yoga o Pilates.

A partir del mes se pueden hacer ejercicios de carácter aeróbicos ligeros, evitando siempre que se produzcan impactos como el de la carrera, steps, etc…

Si los músculos abdominales rectos aún permanecen separados no se deben realizar abdominales. Una vez estén cerrados se podrán hacer ejercicios abdominales de corto recorrido y otros ejercicios para dar tono y ayudarlos a recuperar la posición.

También se podrán hacer algunos ejercicios incluso con mancuernas pequeñas, para fortalecer el tren superior especialmente brazos, incluso media sentadillas para el tren inferior.

Si se decide comenzar a realizar clases colectivas con soporte musical, habrá que esperar al menos a las 6 semanas e indicarle al instructor que se acaba de tener un bebé para que realice las modificaciones oportunas. Por supuesto, sin extralimitarse en la intensidad y tomando cada sesión con mucha calma.

Además, los ejercicios que impliquen algún tipo de traumatismo para el suelo pélvico como correr o saltar no se realizarán hasta pasados al menos 12 semanas (Serra y Bagur, 2004), y esta recomendación será únicamente para las practicantes más activas físicamente y siempre que se encuentren perfectamente.

Tener en cuenta las recomendaciones descritas hasta ahora será de gran utilidad especialmente las relacionadas con el ejercicio cardiovascular, ya que si se decide practicar Pilates será necesario completar el programa con ejercicios aeróbicos.

Everett (2007) señala que Pilates es un método muy recomendable para después del parto el cual se podrá comenzar tan pronto como el médico de por terminados los chequeos post-parto. Normalmente estos finalizan tras el puerperio aproximadamente a las 6 semanas posparto, una vez el tracto reproductivo fisiológicamente vuelve a su estado originario de no embarazo.

En esta línea, también Adamany (2007) aconseja especialmente el método Pilates para después del parto, y asegura que gracias al mismo la mujer conseguirá los siguientes beneficios:

Mejor recuperación tras el esfuerzo del parto, aliviando aquellos dolores que a consecuencia pudieran aparecer.

Disminuir los kilos que sobran de forma más rápida y segura.

Aumentar el tono muscular y mejorar el estado de forma.

Incrementar la energía, la fuerza y resistencia.

Mejorar el control postural.

Evitar o disminuir el riesgo de lesiones a causa de la fatiga acumulada.

También ayudará a disminuir el cansancio, dolor de espalda, estreñimiento, ansiedad y depresión, retención de líquidos, etc.

No obstante, antes de comenzar a diseñar un programa de Pilates postparto habrá que tener en cuenta algunos factores, entre ellos será importante saber el tipo de parto, variable que determinará cuando la mujer puede comenzar con la práctica de ejercicio físico, aunque en cualquier caso, antes de comenzar cualquier práctica habrá que atender en primer lugar a las recomendaciones médicas.

imagen: http://www.city-pilates.com

Todos estos consejos son solo orientativos y los pacientes con problemas de nutricion deben consultar a un nutricionista o dietista titulado para recibir las indicaciones dietéticas más adecuadas en cada caso. No inicie ninguna dieta no convencional sin consultar previamente con un profesional de la salud.

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