Aparición de mal humor con la dieta. Un estudio realizado en la provincia de Córdoba, Argentina, sostiene que dos de cada cinco personas que hacen dieta se vuelven más irritables con las personas de su alrededor. Más del 40% de las persons que realizaron dietas para bajar de peso, sufren trastornos de conducta, lo que acrecenta el peligro de abandonar el tratamientoa medio plazo.
Entre las manifestaciones del aporte menor de calorías en la conducta del individuo, comúnmente conocidas como “malestar psicológico”, destacan la ansiedad, la angustia y el desasosiego, entre otros, que conlleva una alta carga de estrés para el paciente, que lo lleva a desanimarse y finalmente a abandonar la dieta.
Es muy importante la intervención médica para detectar la aparición de estas situaciones negativas. Se recomienda también que la familia acompañe al paciente a la consulta médica, porque a veces él mismo minimiza lo que ocurre en su casa.
Una vez detectada la situación, existen varias salidas principales a estos malestares psicológicos, que pueden reducir la irritabilidad y ayudar al avance del proceso de adelgazamiento, como la medicación, actividad física o pasar un periodo de tiempo en un centro especializado, sin olvidar el apoyo de los familiares.
Cómo detectar la irritabilidad.
Como la persona no suele darse cuenta por sí sola de que está manifestando un bajo umbral de tolerancia a sus pares, es importante la ayuda de sus familiares, o de amigos de mucha confianza, para detectar estos cambios de humor.
Además, el paciente mismo puede detectar este cambio de conducta si nota un aumento en la conflictividad con su entorno. Si el problema se manifiesta en “varios frentes” a la vez, es porque la causa del mismo es el propio paciente.
A continuación ofrecemos tres recomendaciones básicas para tratar malestares psicológicos como el de la irritabilidad:
- Realizar actividad física o acudir a otras vías de generación de placer.
La actividad física es un excelente ansiolítico que ayuda a reducir los niveles de irritabilidad. Cuando estamos frente a una persona que realiza dieta debemos entender que nadie puede abandonar un placer a cambio de nada; en otras palabras, el placer de la comida debe ser reemplazado por otro placer. Sin embargo, hay gente a la que a lo mejor no le gusta la actividad física. En dichos casos el médico interviniente debe indagar sobre sus gustos y sugerirle otras alternativas recreativas, como pintar, hacer manualidades o cualquier otra que contrarreste esta falta de satisfacción. - Aplicar medicación para revertir el malestar psicológico (sólo bajo recomendación médica).
Como segundo paso, yendo de menor a mayor, debemos saber que existe medicación específica para contrarrestar situaciones muy extremas de irritabilidad que estén afectando el cumplimiento de los objetivos de descenso de peso. Pero este recurso, sólo aplicable bajo prescripción médica, se debe utilizar recién a partir del segundo mes de tratamiento, nunca desde el comienzo. Asimismo, éstos medicamentes deben ser administrados luego de los chequeos clínicos y cardiológicos correspondientes. - Contemplar la internación en centros especializados. La internación en centros especializados para el tratamiento de la obesidad es la opción ideal para aquellas personas que requieren de apoyo médico permanente. En centros como Sanatorio Diquecito la persona puede cursar su dieta bajo una contención psicológica integral que le permitirá no sólo reducir su peso sino también, y fundamentalmente, implementar hábitos que le permitirán modificar sus conductas alimentarias a largo plazo.