Dieta del buen humor; alimentos que levantan el animo

Jesus L. Rodriguez

Dieta del buen humor alimentos que levantan el animoSituaciones desagradables hacen parte de de nuestra vida y debemos estar preparados para lidiar con ellas. Cuidar de la dieta, por ejemplo, es una de las maneras más eficaces de cuidar la salud y mantener el buen humor y disposición, sobre todo en los momentos más difíciles.

Conozca, a continuación, los mejores alientos para alejar el desanimo, irritabilidad y tristeza y las mejores ocasiones para ingerirlos:

Antes de una entrevista de trabajo, por ejemplo, lo mejor es comer alimentos fuentes de proteínas, como carnes o ítems de charcutería. Estos alimentos colaboran para la sensación de alerta y alejan la apatía. Si al entrevista es por la mañana coma unhuevoduro antes de ir, además de proteína ofrece una sustancia que mejora la capacidad cognitiva.

Para enfrentar el atasco en el tráfico, lo mejor es combinar proteínas con carbohidratos. Además de relajar, estarás alerta para cualquier situación. Un bote de yogur con un poco de granola, por ejemplo, es perfecto.

Para enfrentar muchas horas de espera o aburrimiento, como cuando un vuelo es cancelado, lo mejor es buscar un restaurante y pedir un buen plato de macarrones. Si no hay restaurantes, busca una tienda y compra galletas y panes integrales. Los carbohidratos presentes en estos alimentos son precursores de la serotonina, la gran responsable por la sensación de bienestar en nuestro cuerpo.

Las vitaminas del buen humor
Las vitaminas y los minerales juegan también un papel esencial en nuestra moral y buen humor.

Estas son las que más influyen en nuestro estado de ánimo:

Vitamina C, conocida también como la vitamina del buen humor y que resulta esencial para asimilar el hierro (también aliado del buen humor). Fuentes naturales de vitamina C: cítricos, kiwi, piña, acerola, verduras frescas (especialmente col de hoja verde, pimiento, perejil y brécol).

 Antioxidantes como la vitamina E y el selenio: ayudan al organismo a recuperarse del estrés físico y emocional. Fuentes naturales de vitamina E: aceite de germen de trigo, cereales integrales, huevos, espinacas, soja… Fuentes naturales de selenio: germen de trigo, cebollas, brécol, atún, tomates…

 Vitaminas del grupo B, ya que ayudan al organismo a transformar en energía los azúcares de la dieta, y especialmente la B12, que ayuda a mantener el sistema nerviosos en buen estado y mejora la concentración y el equilibrio, y la B6 que evita las alteraciones nerviosas.
Fuentes naturales de vitaminas del grupo B: levadura de cerveza, algas, carne, mariscos, lácteos, huevos, germen de trigo…

 Magnesio, calcio y cinc: un trío esencial para luchar contra el abatimiento.
El magnesio, conocido como el mineral aliado contra el estrés, mejora el estado de ánimo, ayuda a metabolizar el calcio, es esencial para el buen funcionamiento de los nervios y contribuye a transformar el azúcar de la sangre en energía. Las principales fuentes de magnesio son el salvado y los cereales integrales, los mariscos, el chocolate amargo, la soja, las almendras y las nueces.
El calcio, al ayudar a metabolizar el hierro da fuerza y energía y nos ayuda a sentirnos más animados.
El cinc ayuda al cuerpo a hacer frente al estrés a la vez que aumenta nuestra capacidad de concentración y de aprendizaje.

 Potasio: Desempeña un rol importante en el buen funcionamiento de los músculos y del sistema nervioso. Sus fuentes naturales son las patatas, boniatos, plátanos y casi todas las frutas.

 Hierro: es indispensable para el transporte del oxígeno a los tejidos y esencial para el estado de ánimo. Su falta suele provocar un estado permanente de cansancio y fatiga. Fuentes naturales de hierro: almejas, carne, hígado, verduras verdes como espinacas, frutos secos (especialmente orejones), avena, y especialmente las almejas (100 g de almejas contienen 15 mg de hierro, y necesitaríamos comer medio kilo de carne de ternera para obtener esa dosis)..

Todos estos consejos son solo orientativos y los pacientes con problemas de nutricion deben consultar a un nutricionista o dietista titulado para recibir las indicaciones dietéticas más adecuadas en cada caso. No inicie ninguna dieta no convencional sin consultar previamente con un profesional de la salud.

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