Cuando hablamos de alimentación muchos son los mitos y verdades que surgen, seguro todos hemos escuchado alguna vez que es bueno tomar al menos una copa de vino por día, que el chocolate nos ayuda a estar de buen humor y la lista puede continuar y continuar.
Es hora de que hablemos sobre lo que es verdad y lo que es sólo un mito que nos genera prohibiciones y obstáculos que nos ponemos a nosotros mismos, sin que existan pruebas que indiquen que las cosas sean verdaderamente así.
*Un clásico “comer antes de ir al a cama es un crimen”. La realidad es que muchos de nosotros terminamos el día muy tarde y no nos queda más remedio que cenar tarde en la noche. Un estudio de la Universidad de Nueva York indica que la hora en la que realices tú ultima comida no es realmente importante.
La clave se encuentra en qué es lo que comes antes de irte a la cama. Quienes consumen frituras y dulces seguro que ganarán peso, pero según la investigación, quienes consumen vegetales o frutas antes de ir a dormir no ganan kilos y se alimentan correctamente.
El café deshidrata. Falso.
No existe ningún estudio médico que demuestre que el café deshidrate. Es cierto que la cafeína es diurética y que, en altas dosis, puede aumentar las visitas al cuarto de baño, pero no más que cuando nos excedemos bebiendo agua. «Hay personas a las que el café les produce un efecto diurético e incluso laxante, pero para que deshidrate tienes que tomar muchos cafés», nos explica la Dra. Sánchez-Albornoz, médico especialista en nutrición y dietética de Instimed. Cada vez más investigaciones científicas demuestran que el café, en su justa medida (2 ó 3 tazas diarias), es beneficioso para la salud. Es un potente estimulante que activa nuestra percepción y la actividad intelectual, además de ser antioxidante, reducir el dolor de cabeza y ser muy rico en minerales como potasio, calcio y magnesio.
*Comer pasta sólo te hace ganar peso y no te ofrece ningún beneficio a la salud. Esto durante mucho tiempo sí fue verdad. Sin embargo, las nuevas pastas integrales no sólo te ayudan a mantener tu peso ideal sino que son ricas en vitamina E y B así como fibras y otros elementos útiles para tu organismo.
Si tomas algo después de la leche, sienta mal. Falso.
«Después de la leche nada eches», reza el refrán. Es cierto que la lactosa puede provocar problemas digestivos a determinadas personas, incluso producir intolerancia, pero eso no significa que la leche se vaya a «cortar» si tomamos otro alimento después de ella. Se trata, sencillamente, de una cuestión cultural, ya que, al final de cada comida, todos los alimentos acaban mezclándose en el estómago. «Se trata, más bien, de una forma de ordenar las comidas. Al ser la leche un protector gástrico y calmante, nos ayuda a hacer las digestiones más fáciles», asegura la Dra. Sánchez-Albornoz.
*Beber vino tinto a diario te transforma en alcohólico. El vino es muy rico en antioxidantes y retrasa el proceso de envejecimiento. Por otra parte se descubrió que tiene importantes agentes anti-bacteriales que nos ayudan en los procesos digestivos. La Asociación Dietética Americana incluye el vino tinto a la lista de los 5 alimentos más saludables en el 2010, aclarando que no genera dependencia al alcohol. Beber de 100 a 150 gramos de vino tinto de calidad a diario es saludable.
*Las nueces contienen gran cantidad de grasas que deberían evitarse. Este mito sí tiene cierta lógica, ya que comer nueces a diario sí puede causar problemas. Por otra parte las nueces, especialmente las almendras, son algunas de las mejores fuentes naturales de magnesio, potasio y Vitamina E, todos elementos vitales para tu organismo.
*Comer chocolate todos los días sólo hace que aumentes de peso. Este mito no es verdad sólo si hablamos de chocolate negro, con no menos de 65% de cocoa. El chocolate negro de calidad puede mejorar las funciones de tu sistema cardiovascular y prevenir alteraciones de carácter. Lo importante es que tu «dosis diaria» de chocolate no supere los 35, 50 gramos.
Los huevos crudos alimentan más que los cocinados. Falso,
A pesar de que los deportistas abusen de ellos pensando que mejorarán su estado físico y musculatura. No sólo podemos sufrir una salmonelosis, debido a las bacterias presentes en los huevos crudos, sino que los nutrientes del huevo se aprovechan mucho mejor si éste se ingiere cocinado. «No sólo no alimenta más, sino que no todo el mundo lo tolera», nos asegura la especialista. «Un huevo cocido, escalfado o a la plancha alimenta igual y está más rico».
La cerveza engorda. Falso.
Es de sobra conocido el mito de la ‘barriga cervecera’, sin embargo, es bastante injusto con esta bebida milenaria elaborada a partir de cereales. De hecho, la mayoría de nutricionistas coinciden en que el consumo moderado decerveza es beneficioso para la salud. Tanto es así que recientemente se ha incluido, con el vino, en la pirámide de alimentación saludable. Un par de cañas nos proporcionan hidratación inmediata, ácido fólico, fibra soluble y antioxidantes, además de contribuir a mejorar nuestra salud cardiovascular. Además, es diurética, depurativa y sólo tiene 90 calorías, bastante menos que un refresco de cola o de naranja. Sánchez-Albornoz puntualiza: «con la cerveza es como con todo, en dosis excesivas, claro que engorda. Todos los días, tres o cuatro cañas es excesivo, y cuidado con la tapita».
Los alimentos integrales adelgazan.
Falso. Las harinas y cereales integrales tienen prácticamente las mismas calorías que los productos refinados, sin embargo, son más sanos los integrales por su alto contenido en fibra y minerales. «No adelgazan, sino que, al contener más fibra, regulamos la función intestinal y eliminamos más toxinas. Además, al ser saciante, evitamos comer más cantidad», añade la dietista.
Salir de tapas engorda. Falso.
Esta costumbre tan castiza se ha convertido en prohibitiva para la mayoría de personas que están a dieta, fundamentalmente por una elección errónea de las raciones. Existen en las cartas de los bares muchas tapas que podemos comer sin preocuparnos del régimen. Para picar, la Dra. Charo Sánchez-Albornoz nos propone sepia a la plancha, mejillones a la vinagreta, boquerones en vinagre e incluso cantidades moderadas de jamón, lomo y queso.Todas estas elecciones son equilibradas para una persona que lleve a cabo una dieta estándar y son tan sabrosas que se pueden compartir sin mayores problemas con los amigos.
La fruta, como postre, engorda. Falso, pero con matices.
Los dietistas suelen recomendar comer la fruta fuera de las comidas, nunca como postre, pero eso no significa que de esta manera «nos vaya a engordar». La comamos antes, durante o al final de la comida, la fruta tiene siempre el mismo aporte calórico. Sin embargo, según la especialista de Instimed, «para una persona que esté a dieta, los azúcares de la fruta pueden interferir con el buen efecto que nos hacen otros ingredientes de las comidas. Por eso, nosotros colocamos la fruta, que es indispensable en la alimentación, donde más beneficio hace, que es de desayuno, merienda o sólo cena de fruta». Por otra parte, la mayoría de nutricionistas suelen aconsejar tomarla antes de comer o entre horas porque tiene un alto poder saciante, pocas calorías y es muy nutritiva. ¿Qué mejor snack para matar el gusanillo que una pieza de fruta?
El zumo de limón o pomelo en ayunas es antigrasa. Falso con matices.
Muchos regímenes depurativos o dietas milagrosas fundamentan sus resultados en el supuesto poder antigrasa de los cítricos, especialmente del limón y del pomelo. No cabe duda de que estas frutas son muy beneficiosas para el organismo, especialmente por su alto contenido en vitamina C, un antioxidante natural que nos protege de las agresiones externas y retrasa el envejecimiento. Pero no está demostrado que su ingesta nos ayude a quemar grasas o a hacerlo más rápidamente.