Durante el embarazo hay muchos medicamentos que están estrictamente prohibidos. También se debe tener mucha precaución con los remedios caseros ya que muchos de ellos tienen efectos adversos en embarazadas que pueden perjudicar el normal desarrollo de todo el proceso de embarazo o complicar el momento del parto.
La acupuntura para embarazadas es especialmente recomendable para mejorar los problemas emocionales que puede sufrir una mujer ante el hecho de ser madres. Es bastante frecuente caer en un estado depresivo. Los cambios corporales durante el embarazo también significan un cambio hormonal y emocional. El estado emocional es muy importante durante el embarazo y el parto.
La acupuntura ha demostrado ser eficaz para dejar atrás la depresión gestacional, la angustia y el estrés. Pero también sirve para solucionar otros problemas típicos del embarazo como el dolor pélvico. El dolor pélvico es muy común durante el embarazo, se calcula que el 30% de las mujeres sufren dolores pélvicos en algún momento del embarazo.
El dolor pélvico se reduce notoriamente gracias a la acupuntura. Las sesiones pueden ser cada 30 días y duran aproximadamente unos 45 minutos. Sin embargo, al ser un tratamiento sin contraindicaciones ni efectos adversos ni para la madre ni para el bebe, muchas madres aumentan la frecuencia de las sesiones a medida que se acerca el parto.
De igual manera, la acupuntura es una buena terapia alternativa para otras molestias características del embarazo: náuseas, dolores de cabeza, indigestión, hipertensión y otras. Además puede usarse para aliviar el dolor de las contracciones uterinas durante el parto.
Una de las terapias alternativas a la que si pueden recurrir es la acupuntura, el embarazo suele traer algunos problemas y trastornos en la salud y la acupuntura es una excelente opción en estos casos.
La acupuntura para embarazadas es especialmente recomendable para mejorar los problemas emocionales que puede sufrir una mujer ante el hecho de ser madres. Es bastante frecuente caer en un estado depresivo. Los cambios corporales durante el embarazo también significan un cambio hormonal y emocional. El estado emocional es muy importante durante el embarazo y el parto.
Recuperar un equilibrio alterado por el embarazo
Tu embarazo modifica todo tu equilibrio energético. La relación energía/sangre (Qi/Xue) se ve alterada. Los acupuntores dicen que a lo largo de los meses se asiste a una «yinización» de la pelvis, la cual se materializa en una plenitud de sangre respecto a la energía. La mujer puede soportar más o menos bien este nuevo equilibrio, el cual es susceptible de provocar distintos trastornos.
Para el acupuntor, estas dolencias leves típicas del embarazo corresponden a estancamientos de la sangre en la pelvis: trastornos digestivos (náuseas, vómitos, gastralgias, estreñimiento…), problemas circulatorios (varices, hemorroides, edemas…) o incluso dolores (lumbalgias, ciáticas, dolores intercostales…).
Por lo tanto, se tratará de armonizar la relación energía/sangre para recuperar el equilibrio perdido.
Pero la acupuntura es una medicina que se declara completa, y que pretende curar el cuerpo en su totalidad, en lugar de enfrentarse sólo a los síntomas más visibles. Por ello, la acupuntura también se considera una medicina de la mente. Al regularizar la circulación de la energía, permite una mejora de los trastornos frecuentes durante el embarazo. Así pues, puedes consultar a un acupuntor si sientes ansiedad o si sufres insomnio.
La acupuntura puede ayudarte asimismo a prepararte mejor para el parto. Durante el octavo mes de embarazo, el bebé se dispone para el parto y, en general, se presenta con la cabeza hacia abajo. No obstante, algunos bebés permanecen en posición de nalgas. En este caso, un punto de acupuntura puede ayudar al feto a volverse sobre sí mismo y a colocarse en la posición correcta. Este punto se sitúa en el quinto dedo de
los pies de la madre. La estimulación se efectúa mediante moxa (ver más arriba). La eficacia de este método está demostrada.
Sin embargo, si surgen complicaciones hay que consultar enseguida al ginecólogo.
En cualquier caso, la acupuntura sólo puede contemplarse como un tratamiento complementario al seguimiento de la medicina clásica.
La acupuntura también se puede utilizar durante el parto
Al igual que la primavera sigue al invierno (es el ciclo inmutable de las estaciones), por analogía, a un apogeo del Yin (el embarazo) sigue un ascenso del Yang (el parto).
El surgimiento del Yang da lugar a la aparición de las contracciones uterinas que, gracias a su intensidad y a su reiteración, permitirán que el cuello uterino se abra y, a continuación, que el bebé baje a la pelvis ligamentosa y nazca. También puedes utilizar la acupuntura a lo largo del noveno mes, para propiciar que el cuello del tero se abra. La acupuntura es igualmente eficaz si rebasas las cuentas, dado que su acción contribuye a provocar la dilatación. Por último, la acupuntura usada durante el propio parto ayuda a mitigar el dolor de las contracciones.
Desafortunadamente, la acupuntura aún está poco desarrollada en las maternidades, de modo que pocas veces se ofrece este tratamiento.
La máxima seguridad
Si recurres a la acupuntura con un médico profesional y competente, puedes tener la seguridad de que sigues un tratamiento que no presenta ningún peligro. Las agujas utilizadas vienen envasadas individualmente y son de un solo uso. Después de tu sesión de tratamiento se desechan. Así pues, no suponen ningún riesgo de contagio y son perfectamente estériles. Por otra parte, la acupuntura no ocasiona ningún efecto secundario negativo y puede combinarse con un tratamiento más «clásico».