5 grandes mitos de las dietas

Jesus L. Rodriguez

5 grandes mitos de las dietas

Hay tantas dietas como creencias referidas al mundo de la alimentación. Obviamente, encontramos verdades innegables pero también los mitos más disparatados que muchas veces nos confunden o, lo que es peor, nos hacen actuar de manera opuesta a la que deberíamos.

¿Sueles abusar de tus comidas en la tarde y morir de hambre en la noche? Entonces, empieza a cambiar porque la creencia de que comer a la noche engorda más que hacerlo durante el día es falsa. Este es uno de los tantos hábitos que podemos adoptar gracias a los mitos de dietas que circulan por ahí.

Para que no te confundas más a la hora de llevar tu dieta adelante, te contamos la verdad sobre 5 grandes mitos de las dietas que seguramente has escuchado alguna vez.

«Los carbohidratos engordan (aumentan el peso corporal)» 
Falso
Lo que nos hace engordar es el exceso de calorías totales. Las fuentes de calorías al organismo son los hidratos de carbono, las proteínas, grasas y lasbebidas alcohólicas.
El principal problema lo representan las grasas aportando 9 kcal por gramo, mientras que los carbohidratos aportan 4 kcal por gramo.
El organismo reserva más fácilmente las calorías procedentes de las grasas, mientras que las calorías contenidas en los carbohidratos normalmente son quemadas u oxidadas, ya que son el combustible para los músculos.
Nuestro metabolismo quema los hidratos de carbono de forma diferente para obtener energía en lugar de directamente almacenarla.

«Las dietas bajas en carbohidratos y ricas en proteínas, son la mejor opción para reducir el peso»
Falso
Si lo que se desea en beneficio de nuestra salud, es perder peso, se debe crear un déficit de calorías a lo largo del día realizando 5 comidas diarias, e intentando que las raciones más pequeñas correspondan a la cena, independientemente de si el tipo de calorías proviene de hidratos o las proteínas.
Un estudio ha demostrado, que personas sometidas a una dieta baja en carbohidratos y alta en proteínas (30% de proteínas y 40% de hidratos) perdían el mismo peso que aquellas que hicieron dieta alta en hidratos y baja en proteínas (55% de hidratos y 15% de proteínas).

    Observaciones:

  • Este tipo de dietas no pueden mantenerse por mucho tiempo y por eso fracasan.
  • El exceso de proteinas puede dañar el sistema renal.

¿Por que razones razones una dieta rica en proteínas aparentemente funciona?

  • Las dietas protéicas disminuyen la retención de líquidos, ya que cada 30 gramos de hidratos consumidos y almacenados como glucógeno el organismo almacena 90 gramos de agua.
  • al eliminar una cantidad considerable de hidratos, estamos también eliminando calorías, lo cual origina ese déficit calórico antes mencionado.
  • las proteínas son más saciantes que los hidratos ya que permanecen en el estomago durante mas tiempo. Por lo tanto controlan mejor la sensación de hambre y generan menor necesidad de ingerir alimentos.

“Más grasas comamos, más grasa acumularemos en el cuerpo” 
Verdad
El aumento del peso corporal se basa esencialmente en consumir mas calorías de las que gastamos. Por esto, no debemos contar gramos de grasa, sino cantidad de calorías diarias ingeridas. Todo exceso calórico se acumulará en forma de lípido (grasas).
Por ejemplo, en el caso de que una persona que necesita 2.000 calorías diarias para mantener su peso consuma 1600 kilocalorías,, entonces logrará reducir su peso corporal.
Este déficit calórico debe continuarse hasta lograr mantenerse en el peso ideal. Para poder perder grasa corporal es necesario crear un déficit calórico mantenido en el tiempo.
Está más que comprobado que las personas con sobrepeso logran reducir su peso eliminando los alimentos ricos en grasa y de esta manera consumiendo menos calorías.

Además, para conservar un buen estado de salud y prevenir ciertas enfermedades cardiovasculares, es conveniente no sobrepasar el 25 a 30% de las calorías totales diarias provenientes de las grasas.
Cuando consumimos productos con la etiqueta “sin grasa”, no significa que ese alimento no tenga calorías, y se pueda abusar de ellos. Siempre deben consumirse con moderación al igual que otros alimentos.
Dejemos bien claro este punto; se puede consumir alimentos con grasa siempre y cuando no se sobrepase el total de calorías diarias necesarias. Esto equivale a decir que las grasas pueden estar perfectamente en equilibrio dentro de una dieta adecuada.

 «a más ejercicio, más pérdida de peso» 
Verdad
Si realizamos una hora de ejercicio en una máquina estática como ser cinta o bicicleta, quemaremos unas 500 – 600 calorías, pero si detrás nos comemos unas 10 galletas de chocolate, ya cubrimos esas calorías gastadas y a veces más.
Cuidado: Si realizamos un entrenamiento intenso, tenemos también más sensación de hambre, y por ende si esto no esta bien controlado, se puede caer en comer de más.
Por esta razón resultara más conveniente que el ejercicio sea moderado, para no sentir esa sensación de querer devorar algún alimento como recompensa por el ejercicio realizado.
A esto también afectaá el tipo de ejercicio que se elija, ya sea musculación o cardiovascular, o ambos.

«El ejercicio suprime el apetito» 
Verdad.

El ejercicio reduce temporalmente la sensación de hambre.
El entrenamiento puede disminuir la sensación de hambre, pero de manera temporal ya que al cabo de unas horas reaparece.
Esto sucede por los cambios de la temperatura corporal. Cuando realizamos ejercicio físico, al estar en calor podemos llegar a experimentar esa disminución del apetito. Cuando esa temperatura baja, volvemos a sentir hambre y necesitamos ingerir calorías.

La mantequilla es más calórica que la margarina.

Falso: Básicamente ambas tienen la misma densidad energética. Su diferencia radica en la composición de sus ácidos grasos: saturados versus insaturados.

La margarina es de origen vegetal, por ende contiene principalmente ácidos grasos, los cuales han sido sometidos a un proceso de hidrogenación para poder transformarla a la forma sólida. Debido a su origen no posee colesterol, posee un vegetal denominado fitoesterol, el cual es más sano por su efecto hipocolesterolémico, es decir, reduce los niveles de colesterol sanguíneo.

Por otro lado, la mantequilla es la emulsión de la grasa de la leche, por ende se elabora a partir de ácidos grasos saturados  de origen animal, por lo que incrementa los niveles de colesterol total en sangre.

El pan hace engordar.

Falso: El pan es un alimento rico en hidratos de carbono igual que las pastas o los cereales y es un nutriente esencial para producir energía al organismo, por lo tanto si se consume en forma adecuada no engorda. Sin embargo, también es importante considerar el tipo de pan debido a la diversidad de ingredientes que se emplean y que determinan la cantidad de energía total aportada. También se debe tener en cuenta  la cantidad consumida y el agregado que se le adiciona. Otro factor que repercute en que se señale que el pan engorda es su elevada cantidad de sodio debido a que éste produce retención de líquido y con ello favorece el aumento de peso y con ello la obesidad, entre otras alteraciones.

Saltarse una comida hace adelgazar.

Falso: mucha gente cree que saltándose una comida perderá peso. Pero saltarse una comida es un mal hábito que a la larga incluso nos ayuda a engordar. Se debe realizar al menos 3 comidas principales diariamente y combinar con una o dos colaciones dependiendo del nivel de actividad física y horas de vigilia, lo que nos ayuda a no llegar con excesiva hambre y ansiedad a la siguiente comida. De esta forma nos ayuda a controlar la ingesta de grandes cantidades de alimento y evitar el aumento de peso.

Los productos integrales no ayudan a bajar de peso.

Verdadero: aunque las harinas refinadas y las integrales tienen prácticamente la misma cantidad de calorías, su diferencia consiste en que los productos integrales tienen mayor contenido de fibra y minerales, por ello tienen el poder de saciar y de esta forma evitar el consumo de otros alimentos en grandes cantidades.  Además constituyen lo  que se denomina alimento de bajo índice glicérico.

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