Si bien muchos alimentos proporcionan saciedad y plenitud, algunos pueden tener el efecto contrario y dejarte con más hambre después de consumirlos.
Estos alimentos podrían estimular el apetito o no proporcionar la satisfacción necesaria.
Pero, sin embargo, tienes una sensación de apetito constante.
Existe una regla importante de conocer cuando buscamos controlar la cantidad de comida que ingerimos: los alimentos integrales sacian, y la comida chatarra puede abrirnos un hambre voraz cuando el cuerpo capta que no está siendo nutrido.
De modo que no siempre es solamente una cuestión de fuerza de voluntad el evitar comer en exceso: existen comidas que realmente son adictivas y nos darán mucho más apetito.
Veamos una lista de cinco comidas que te dejan con más hambre y veamos por qué es mejor evitarlas cuando procuramos cuidar nuestra dieta.
Goma de mascar
La goma de mascar o chicle estimula los jugos gástricos produciendo saliva. Esta saliva, al llegar al estómago, lo engaña haciéndole creer que hay comida real para digerir. Al no haberla, se produce el hambre.
Refrescos dietéticos
Los estudios al respecto han probado que los refrescos dietéticos abren el apetito. Los endulzantes artificales que contienen disparan la sensación de hambre al no haber azúcares reales para digerir. Además, este tipo de endulzantes inhiben las células cerebrales que nos hacen sentir satisfechos.
Comidas Altas en Azúcar Refinada:
Los alimentos con alto contenido de azúcar refinada, como dulces, pasteles y refrescos, pueden provocar picos y caídas rápidas en los niveles de azúcar en la sangre, lo que puede llevar a un aumento del apetito poco después de consumirlos.
Snacks Bajos en Proteínas o Fibra:
Los snacks como papas fritas, palomitas de maíz sin acompañar, o galletas saladas suelen ser bajos en proteínas y fibra, lo que significa que podrían no proporcionar la sensación de saciedad y llevar a una sensación de hambre poco después de comerlos.
Alimentos Altamente Procesados:
Los alimentos altamente procesados, como las comidas rápidas, a menudo son altos en calorías pero bajos en nutrientes esenciales como proteínas, fibras y grasas saludables, lo que puede no satisfacer el hambre y llevar a comer más a largo plazo.
Carbohidratos Refinados:
Alimentos como pan blanco, arroz blanco o pastas elaboradas con harina refinada pueden elevar rápidamente los niveles de azúcar en sangre, lo que lleva a picos de insulina y, en algunos casos, a un aumento del hambre poco después de comer.
Bebidas Azucaradas o con Edulcorantes Artificiales:
Las bebidas endulzadas artificialmente o con alto contenido de azúcar pueden causar un aumento en el apetito, ya que no ofrecen los nutrientes que el cuerpo necesita para sentirse satisfecho.
Alimentos Bajos en Grasas Saludables:
Eliminar por completo las grasas saludables de la dieta, como las provenientes del aguacate, los frutos secos o el aceite de oliva, puede resultar en una menor sensación de saciedad después de las comidas.
Alcohol en Exceso:
El consumo excesivo de alcohol puede estimular el apetito y disminuir la sensación de plenitud, lo que lleva a un aumento en la ingesta de alimentos.
La mostaza.
Se dice que la mostaza, además de dar un rico sabor a los alimentos, estimula la producción de saliva y ácidos gástricos, si estás inapetente, probablemente sea buena idea probar un poco de mostaza para abrir tu apetito.
El Azafrán.
Es una especie que se destaca por sus propiedades digestivas, y su carácter tónico, es decir que estimula el apetito.
Comúnmente se utiliza en la medicina tradicional india para despertar el apetito.
El perejil.
Es un ingrediente muy común en nuestra cocina, y sin duda tiene muchas propiedades que lo hacen recomendable, pero además de ser diurético, es conocido por su capacidad para abrir el apetito.
El jengibre.
Esta raíz originaria del sureste asiático, es muy apreciada no solo por sus usos culinarios, sino también por sus múltiples aplicaciones para tratar algunos males.
Se le atribuyen propiedades digestivas, y es muy eficaz para tratar las náuseas, además de ayudar a neutralizar los ácidos gástricos, cabe destacar que es también conocido por ser estimulante del apetito.
La sal.
Agradable al paladar, actualmente se discuten sus poderes adictivos, sin embargo, este condimento, es posible el más utilizado mundialmente para sazonar nuestros alimentos.
Se puede utilizar sal, pero siempre con moderación, es otro de los condimentos que abren el apetito. Utilizarla en exceso puede llevarnos a padecer retención de líquidos, o problemas más severos en nuestra salud.
Alimentos Demasiado Picantes o Condimentados:
Los alimentos extremadamente picantes o condimentados pueden estimular el apetito y, en algunos casos, hacer que las personas consuman más alimentos para contrarrestar la sensación de picante.