El vinagre de manzana puede resultar de gran ayuda para bajar de peso, gracias a sus propiedades depurativas, diuréticas y por provocar una sensación de saciedad que hace que nuestro estomago se sienta satisfecho comiendo menos cantidad de alimentos.
No solamente podemos usar el vinagre de manzana para adelgazar sino que también nos sentiremos más ligeros y más saludables ya que es además un excelente mineralizante y aporta minerales que nos traerá un beneficio para la salud en general.
Además de ser un gran depurativo intestinal y ayudar a combatir el estreñimiento elimina instantáneamente las bacterias malignas y las toxinas que se pueden alojar en el intestino y en el estomago cuando no hay una correcta evacuación. Esto es especialmente recomendable para personas con tránsito lento o con problemas de estreñimiento.
Resulta muy efectivo tomando durante las comidas por producir una sensación de saciedad. Para esto se mezcla medio vaso de agua con una cucharadita de vinagre de manzana.
Gracias a su riqueza en vitamina A tiene un efecto positivo para la sequedad de la piel y para todo tipo de mucosas o secreciones corporales. Esto es una ventaja ya que las personas que siguen dietas muchas veces tienen problemas de este tipo.
Además es muy rico en potasio y actúa sobre el balance químico de nuestro cuerpo provocando una mayor eliminación de líquidos sin que haya pérdida de potasio, como ocurre en la mayoría de los diuréticos.
Otros usos medicinales que tiene el vinagre de manzana tiene que ver con la absorción de calcio por parte de nuestro organismo, esto es de gran ayuda para prevenir la descalcificación del esqueleto y la formación de cálculos renales. Es muy bueno para mantener los huesos sanos y fuertes.
Tomar vinagre de manzana evita que suba el azúcar en la sangre después de comer dulces (1). Normalmente al comer una rebanada de pan el azúcar sube de 90 hasta 120 mg/dL pero al combinarla con vinagre de manzana la glicemia sólo llega a 108 mg/dL.
Estimula tu metabolismo y te hace quemar grasa más rápido. Contiene una gran cantidad de ácidos orgánicos y enzimas que aceleran el metabolismo y aumentan la velocidad a la que se quema la grasa corporal.
Es saciante: al igual que el limón, consigue que el paso de los alimentos al intestino sea un poco más lento durante la digestión y , de esta manera, contribuye a generar una sensación de saciedad.
Tiene un buen efecto diurético ya que es muy rico en Potasio y ayuda a alcalinizar un poco nuestro Ph sanguíneo. Eso hace que, aunque orinemos más, no perdamos Potasio (ocurre al tomar la mayoría de los diuréticos) y evitamos los mareos, calambres y cansancio habituales.
La mejor opción es el vinagre de manzana orgánico, el cual contiene la misma sustancia que brinda sus beneficios, pero gracias a que las manzanas son cultivadas orgánicamente y su proceso es más natural, contiene sólo 5% de acidez.
Por lo general se toma una cucharada pequeña de vinagre de manzana diluida en medio vaso de agua, y debemos tomarlas antes o durante las tres comidas principales. Esto depende del metabolismo de cada uno.
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