En infinidad de ocasiones hemos comentado la importancia que tiene a la hora de conseguir un equilibrio corporal la realización de ejercicios con mancuernas encaminados a aislar cada parte del cuerpo y conseguir la misma intensidad en cada lado para así lograr un desarrollo similar en todos los músculos del cuerpo y evitar descompensaciones. Para conseguir esto es esencial no solamente trabajar con mancuernas, sino también saber realizar bien el movimiento a la hora de elevar el peso. Por eso queremos dar un consejo, y es que nos imaginemos un triángulo como base para realizar a la perfección cada movimiento.
Cuando elegimos trabajar nuestro cuerpo con pesos independientes normalmente lo hacemos con unas mancuernas que nosotros debemos controlar a la perfección, evitando en todo momento desequilibrios y movimientos que puedan acabar por pasarnos factura. Al contrario de trabajar con máquinas, al entrenar con mancuernas es importante que tengamos en mente el recorrido que debemos seguir con ellas para llevar el entrenamiento a buen puerto y así evitar hacernos daño y conseguir la mayor incidencia sobre la parte trabajada.
La base para realizar un buen movimiento cuando trabajamos con mancuernas y así incidir en los músculos trabajados de la mejor manera es haciendo un triángulo imaginario con las mancuernas y los brazos. Es decir, para ello nuestro cuerpo será la base del triángulo y los brazos los laterales. Por ello el recorrido a seguir siempre es el mismo, comenzaremos desde la base con los brazos abiertos para subirlo tendiendo a juntarse en el centro con ambas mancuernas y así culminar el triángulo. Este recorrido nos evitará posibles desviaciones de los brazos y malas posturas que nos pueden pasar factura y derivar en una lesión.
Esto se puede aplicar a todos los ejercicios que realizamos con mancuernas, bien sean fondos de pectoral o elevaciones laterales de hombro, ya que el recorrido siempre tiene que tender a formar la figura de un triángulo para así involucrar a los músculos que estamos trabajando y evitar que otros entren en acción. Muchas personas realizan un recorrido recto que no culminan cerrando las mancuernas arriba del todo en el centro. Esto es un error, ya que el riesgo de lesión es mayor, y el recorrido menor, implicando mucho menos, e incidiendo en menor grado en la parte que estamos trabajando en ese momento. Por ello es mejor que nos hagamos un esquema mental y nos imaginemos un triángulo que debemos seguir con los brazos, para así no fallar y entrenar como es debido.
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