Terapia con chorros a presión, un alivio para los músculos

Jesus L. Rodriguez

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El poder del agua a la hora de tratar dolencias musculares es algo que no podemos pasar por alto. En infinidad de ocasiones hemos hablado de la importancia y beneficios que la hidroterapia tiene en nuestro organismo. A pesar de todo, todavía hay muchas personas que siguen confundiendo duchas con chorros de agua terapéuticos. Por ello queremos ver las diferencias y los beneficios que nos brinda esta terapia que cada vez está siendo más utilizada en medicina deportiva.

La principal diferencia que existe entre los chorros y la ducha es que el agua en la ducha sale por diferentes orificios, perdiendo así parte de su presión. En los chorros el agua sale solo por un agujero conservando así toda su presión y consiguiendo que la repercusión en nuestro cuerpo sea mayor. Los tratamientos con chorros están muy demandados en lesiones musculares externas, pero no solamente sirven para recuperar de forma más externa, sino que los efectos internos son altos.

Si utilizamos los chorros en las piernas actuaremos en los órganos inferiores del cuerpo como la vejiga y el intestino. Si lanzamos los chorros en el pecho y la espalda, lograremos incidir en los pulmones, el corazón, el hígado… Además, a esto debemos sumar las diferentes maneras de aplicar los chorros, y es que el agua caliente, y los movimientos ascendentes y descendentes son muy buenos para aliviar tensiones de algunas partes del cuerpo como la espalda en su totalidad.

A la hora de aplicar los chorros tenemos diferentes maneras de hacerlo, y es que dependiendo del grado de la dolencia que vamos a tratar aprovecharemos de una u otra forma la fuerza del agua. En primer lugar para dar un simple masaje relajante en una determinada zona lo que haremos será aplicar un chorro sin presión que nos ayudará a aliviar tensiones. En el caso de contracturas o afecciones mayores en zonas lo que haremos será aplicar un chorro a presión que se suele hacer con una manguera y debe ser aplicado por profesionales que controlen las diferentes partes del cuerpo. Una tercera forma de dar masajes con agua es hacerlo con chorros sumergidos que generarán en una piscina una serie de corrientes que aplicarán masajes en nuestro cuerpo.

Es importante que tengamos esto en cuenta a la hora de decantarnos por este tipo de tratamientos con agua. Nunca nos dejemos confundir por muchas opciones que nos proponen el uso de duchar relajantes, ya que el sistema de chorros es uno de los más completos que existe.

Vía | En Buenas Manos
Imagen | rivieramaya26

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