Conseguir un pectoral fuerte y desarrollado es el objetivo de todos los que entrenamos en el gimnasio. Un ejercicio clásico es el press de banca, que o bien hacemos con mancuernas o bien con barra. A pesar de todo para muchas personas resulta todo un problema debido a que no lo realizan de manera adecuada o no se sienten a gusto levantando peso. Por ello queremos demostrar que también se puede trabajar el pecho sin necesidad de utilizar peso, y es a través de las famosas flexiones.
Si nos hablan de flexiones siempre las asociamos con un ejercicio en el que colocamos las manos de manera paralela, los pies apoyados en el suelo manteniendo el tronco recto y las piernas alineadas mientras elevamos nuestro propio peso con los músculos del pecho. Esta es la forma clásica de realizar las flexiones, pero podemos variarlas de tal manera que no sea necesario usar peso para mantener un pectoral tonificado. Desde luego que los resultados no serán en ningún caso los mismos que podamos conseguir con el uso de peso, pero para muchas personas esta puede ser la solución para entrenar el pecho.
Las flexiones tradicionales deben estar presentes en estas rutinas de entrenamiento del pecho, pero junto a ellas podemos usar otro tipo de flexiones como las que llevan consigo un desplazamiento de los brazos mientras las hacemos. La forma de llevarlas a cabo es la misma, pero simplemente debemos ir abriendo los brazos hacia afuera a medida que vamos subiendo nuestro propio peso para volver a la posición inicial al bajar de nuevo.
Otro tipo de flexiones son las conocidas como en rombo. En éstas lo que haremos será colocar las manos juntas en el centro de nuestro cuerpo y elevar nuestro peso en esa posición. Esto nos ayudará a trabajar la parte central del pecho y concentrarnos en ella. Las flexiones asimétricas son otra buena manera de entrenar el pecho. En ellas una mano la colocaremos más elevada que la otra para cambiar la intensidad y aumentar así la fuerza poco a poco de nuestro pecho. Este mismo tipo de flexiones las podemos alternar, es decir, al elevarnos del todo realizaremos un pequeño salto para cambiar el brazo elevado y apoyar la mano en la elevación para así incidir en cada parte del pecho.
También podemos variar la colocación de las manos y poner una más adelantada que la otra y viceversa para incidir más en una zona que en otra, al igual que cambiar la inclinación de nuestro cuerpo poniendo los pies en alto o los brazos en alto para insistir en diferentes partes del pecho, la superior y la inferior y así trabajar al máximo cada una de ellas. Es importante que tengamos siempre en cuenta que hagamos lo que hagamos el cuerpo no debe intervenir, sino solamente la parte del pecho y los brazos. Los pies son un mero punto de apoyo y el tronco debe permanecer rígido e inmóvil.
Vía | Menshealth
Video | Youtube / passion4profession