El fibroma es un tipo de tumor benigno que se desarrolla en el útero y que puede llegar a afectar a más del 75% de las mujeres. Curiosamente, en ocasiones podría no llegar a presentar síntomas, pero en otras situaciones los fibromas pueden traer aparejados graves problemas para la salud.
En este sentido, las semillas de sésamo son un buen tratamiento para los fibromas, pues poseen un compuesto llamado lignano que inhibe el crecimiento de estos tumores.
Causas y síntomas del fibroma
Si bien no se sabe con certeza por qué se desarrollan los fibromas, se presume que se deba a causas hormonales, ambientales o genéticas principalmente, como pueden ser cambios en las células del útero, el exceso de producción de factores de crecimiento o el equilibrio anormal entre las hormonas de la progesterona y el estrógeno.
Aunque usualmente estos tumores no causan síntomas, a veces se da sensación de dolor en la zona pélvica, malestar en las piernas y espalda, presión sobre la vejiga o menstruación pesada.
Semillas de sésamo
Las semillas de sésamo conforman un alimento muy rico en nutrientes, entre los que se destacan la grasa saturada y poliinsaturada, proteínas e hidratos de carbono, además de unos compuestos naturales denominados lignanos, los cuales son convertidos en fitoestrogenos por las bacterias intestinales que resultan especialmente beneficiosos para tratar la fibrosis.
Estos fitoestrogenos, una vez producidos por el organismo, se unifican con los estrógenos naturales y complementan sus niveles hasta alcanzar un grado óptimo, pues el estrógeno descender durante la menopausia, aumentado el riesgo de desarrollar fibromas o padecer enfermedades como la osteoporosis y problemas cardiacos.
Recomendaciones sobre el sésamo
Una buena forma de consumir lignanos naturales y fomentar la producción de fitoestrogenos, es mediante las semillas de sésamo enteras o en forma de aceite, lo que además permitirá agregarlo a tus comidas y así añadirlo fácilmente a la dieta durante tu tratamiento del fibroma.
Pero como siempre te aconsejamos, lo mejor es planear con tu médico cuál es el mejor tratamiento, para asegurarnos de que el consumo de algún alimento o la forma de hacerlo, no resultarán perjudiciales para nuestro organismo.