Recetas saludables, recetas creativas. En un post anterior dedicado a este tema, precisamente compartíamos algunos consejos para mejorar tus recetas preferidas, por supuesto, mejorarlas para que sean más saludables y sanas.
El reto, en dos palabras, es hacer un cambio saludable sin comprometer sabor ni apariencia. Para ello, más allá de mis sugerencias, has de ser creativo e innovar, experimentar, y probar. Las sustituciones saludables no sólo deberían apuntar a reducir la cantidad de grasa, calorías y sal en tus recetas, sino también aumentar el contenido nutricional.
Aquí van mis nuevas ideas al respecto:
- Pasta. Usa pasta de trigo integral en lugar de pasta enriquecida. Vas a triplicar la fibra y reducir el número de calorías.
- Leche. Prepara un postre con leche sin grasa (desnatada) en lugar de leche entera.Así conseguirás ahorrar unas 66 calorías y casi 8 gramos de grasa por taza.
- Carne. Al hacer guisos, intenta disminuir más aún el consumo de carne, pollo o pescado y aumenta la cantidad de verduras. Ahorrarás en calorías y grasas al tiempo que obtienes -no lo dudes- más vitaminas, minerales y fibra.
En otro orden, puedes orientarte en el firme propósito de reducir algunos de los ingredientes más usuales e incluso en algunas recetas, se puede eliminar por completo un ingrediente o escalarlo en último caso.
Pienso por ejemplo en eliminar los elementos que generalmente se agregan por costumbre o por la apariencia, tales como coberturas de crema merengue, coco o crema batida, que son todos de elevado aporte en grasa y calorías.
Otro caso es el de los condimentos. Si analizas bien, quizá es posible recortar presencia de algunos condimentos, tales como encurtidos, aceitunas, mantequilla, mayonesa, miel, mermelada y la mostaza, ya que muchos de ellos pueden tener grandes cantidades de sal, azúcar, grasa y calorías.
Otro ejemplo es el queso: si una receta pide 1 taza de queso cheddar rallado, use 1/2 taza en su lugar o sustituye por algún tipo de queso bajo en grasas pero muy sabroso.