El tabaco siempre desprende un olor que resulta muy desagradable para quienes no fuman, pero muchos fumadores también se desagradan con este olor porque queda impregnado en diferentes lugares como paredes, muebles y cortinas, además de otros elementos que son parte del hogar. Pero este olor no es fácil de eliminar convirtiéndose en uno de los olores y suciedad más complicados; pero existen simples pasos que pueden ayudar a que la habitación por ejemplo, tenga un olor agradable y libre del tabaco.
El primer consejo para quitar el olor a cigarro es no fumar en lugares cerrados como la habitación, aunque este parezca un consejo muy simple, es muy complicado de seguir para quienes tienen el hábito de fumar; por eso otro consejo es mantener una buena ventilación en la casa.
Quitar olor a cigarro en espacios cerrados
Quitar olor a cigarro con purificadores de aire; estos equipos limpian el aire de contaminantes, ya que en la remoción de partículas se utilizan filtros que son mecánicos, generadores de iones o sistemas electrónicos que ayudan a eliminar los olores desagradables. Esto hace que ayuden a mejorar la calidad del aire en forma general, eligiendo un tamaño reducido para la habitación o lugares cerrados que son más pequeños en espacio.
Quitar olor a cigarro limpiando ceniceros; es común que las personas que son fumadoras tengan ceniceros, pero acumular colillas de cigarros hará que se desprenda un olor desagradable y muy intenso en la habitación o lugar donde se encuentre. Lo que dificulta la tarea de eliminar este olor.
Quitar olor a cigarro con vinagre blanco; los remedios caseros también pueden ayudar a eliminar olores del tabaco y uno de ellos consiste en hervir en una cacerola agua y luego añadir un tercio de vinagre blanco, dejando hervir todo durante 15 minutos. Luego se coloca la cacerola en la habitación que huele a cigarro, ya que el vapor del agua limpiará la habitación y quitará el mal olor. Aunque otra opción es colocar en cada habitación directamente una cacerola con vinagre blanco durante la noche.
Quitar olor a cigarro con velas anti tabaco; cuando el olor a tabaco se impregna en el hogar, estas velas son una gran opción para tener un mejor olor en el ambiente, pero se deben preferir velas naturales, que no estén pintadas con pigmentos tóxicos ni que tengan adornos con elementos que son de metal.
Quitar olor a cigarro con bicarbonato de sodio; se puede espolvorear bicarbonato de sodio en las telas de la habitación que no se puedan lavar, además de alfombras y tapicerías. Se deja actuar durante toda la noche para que absorba bien el olor y luego al día siguiente con la ayuda de una aspiradora se quita bien.
Fumar y sus riesgos para la salud
El tabaco es una planta que tiene hojas que se pueden fumar, se mastican o se aspiran para así sentir una variedad de efectos; pero la mayoría de las personas fuma tabaco y al ser una sustancia adictiva porque contiene nicotina, posee además más de 19 químicos que son cancerígenos. Existen muchas razones para dejar el tabaco y todas se resumen en que afecta el estado de salud de las personas, porque al fumar durante un largo periodo de tiempo, el tabaco y sus químicos como la nicotina y alquitrán, incrementan el riesgo de sufrir enfermedades.
Algunos problemas cardiovasculares que se presentan producto del tabaco son coágulos sanguíneos, aneurismas en el cerebro, hipertensión arterial, arteriopatía coronario, ataques cardíacos y problemas de erección producto de la disminución del flujo sanguíneo en el pene.
Otros riesgos de fumar son problemas durante el embarazo, problemas pulmonares, cáncer de pulmón, cáncer de boca, a la laringe, riñón, páncreas y cáncer al cuello uterino entre otros. También se puede presentar una disminución en la capacidad de oler y saborear, pérdida de la vista producto del aumento en el riesgo de degeneración macular y arrugas en la piel, porque fomenta el envejecimiento prematuro.
Pero el tabaquismo pasivo también es peligroso y a pesar de no fumar, quienes perciben el humo y el olor de forma pasiva pueden presentar problemas como cardiopatía, ataques cardíacos, cáncer al pulmón y reacciones súbitas y graves que comprometen a la garganta, ojos, nariz y las vías respiratorias bajas.