¿Estás pensando en dejar de fumar? Se trata de una sabia decisión de la que no te arrepentirás.
Una vez que abandonamos este hábito se producen diferentes cambios en nuestro cuerpo, comenzamos a disfrutar de los beneficios que esto conlleva. Por eso, hoy vamos a relatarte cuáles son algunos de los cambios que se producirán en tu cuerpo.
Desde el momento que dejamos de fumar ya se producen cambios positivos en el cuerpo, por ejemplo dentro de las 8 horas los los niveles de oxígeno en sangre alcanzan su estado normal y los niveles de nicotina y dióxido de carbono se reducen a la mitad.
Una vez que han pasado 24 horas ya no quedará dióxido de carbono en el cuerpo y los pulmones expulsarán mucosidad.
En el doble de este tiempo la nicotina desaparece del cuerpo y el gusto y el olfato mejoran notablemente.
Despu;es de las 72 horas comenzamos a notar cambios en los bronquios, estos se relajan, se puede respirar mejor y se incrementan los niveles de energía.
La circulación mejora entre las 2 y las 12 semanas y entre 3 y 9 meses la función pulmonar se incrementa en algo más que el 10%, por lo que se reduce la tos o problemas respiratorios que pudiesen presentarse.
A largo plazo los cambios son aún más, en 12 meses por ejemplo el riesgo de sufrir un paro cardíaco se reduce a la mitad y a los 10 años el riesgo de sufrir cáncer de pulmón se reduce a la mitad.
Sin duda dejar de fumar trae muchísimos beneficios para nuestra salud, te animamos a abandonar este hábito perjudicial y que comiences a cuidar mejor de tu cuerpo.
Un fumador siente la necesidad de fumar por los valores estimulantes o sedativos que le produce inhalar tabaco, ya que la nicotina estimula las glándulas suprarrenales que producen adrenalina en la sangre.
Cualquier persona que quiera dejar el tabaco debe planteárselo desde diversos frentes: no sólo debe preocuparle la ansiedad que le provoca, sino que debe afrontar la dependencia social y psicológica que le ata a unos cuantos cigarrillos.
Beneficios al dejar de fumar:
20 minutos.
Sorprendentemente, una vez que dejas de fumar el organismo comienza a curarse en cuestión de minutos. La tensión arterial y el pulso se normalizan a los pocos minutos.
24 horas.
El monóxido de carbono ha desaparecido del organismo y los pulmones empiezan a trabajar para eliminar las partículas acumuladas. A estas alturas, ya se respira mejor.
48 horas.
Las terminaciones nerviosas se ajustan a la ausencia de nicotina y las habilidades y sensaciones del gusto y del olfato empiezan a volver.
72 horas.
El paso del aire que va hacia los pulmones se facilita, ya que los conductos que lo llevan se relajan, haciendo que la respiración se haga más fácil y que aumenten los niveles de energía.
De 2 a 12 semanas.
La circulación y la tolerancia al ejercicio comienzan a mejorar.
De 3 a 9 meses.
La función pulmonar aumenta un 10% y la tos y la dificultad para respirar comienzan a disminuir. Se está más en forma y más fuerte.
1 año.
El riesgo de enfermedad cardiaca desciende a la mitad del de un fumador. Eso significa que has reducido a la mitad las posibilidades de sufrir un ataque al corazón.
10 años.
El riesgo de cáncer de pulmón disminuye a menos de la mitad de aquellos que continúan fumando y disminuye la incidencia de otros cánceres (de boca, de garganta, de esófago, de vejiga, de riñón y de páncreas).
15 años.
El riesgo de ataque al corazón es igual al de una persona que nunca ha fumado.
Consecuencias de fumar
Las consecuencias de fumar pueden parecer muy lejanas, pero los problemas de salud a largo plazo no son el único peligro de fumar. La nicotina y las demás toxinas de los cigarrillos, cigarros y pipas pueden afectar rápidamente el cuerpo de una persona, lo que significa que los adolescentes fumadores experimentan muchos de estos problemas:
Piel con mal aspecto.
Debido a que fumar constriñe los vasos sanguíneos, puede impedir que el oxígeno y los nutrientes lleguen a la piel; esa es la razón por la cual los fumadores con frecuencia parecen pálidos y poco saludables. Estudios también han asociado el hábito de fumar con un riesgo aumentado de padecer un tipo de erupción cutánea llamada psoriasis.
Mal aliento.
Los cigarrillos provocan en los fumadores un trastorno llamado halitosis, o mal aliento persistente.
Ropa y cabello malolientes.
El olor del humo añejo tiende a perdurar; no sólo en la ropa de las personas, sino en el cabello, los muebles y los automóviles. Y, a menudo, el olor del humo es difícil de sacar.
Rendimiento deportivo reducido.
Las personas que fuman generalmente no pueden competir con sus pares no fumadores porque los efectos físicos de fumar (como latidos rápidos, circulación disminuida y dificultad para respirar) perjudican el rendimiento deportivo.
Mayor riesgo de lesión y cicatrización más lenta.
El hábito de fumar afecta la capacidad del cuerpo de producir colágeno, de modo que las lesiones deportivas comunes, como daño en los tendones y ligamentos, curan más lentamente en los fumadores que en los no fumadores.
Mayor riesgo de enfermedad.
Estudios demuestran que los fumadores padecen más resfríos, gripe, bronquitis y neumonía que los no fumadores. Y las personas con ciertas afecciones médicas, como asma, se enferman más si fuman (y a menudo si están simplemente alrededor de personas que fuman).
Debido a que los adolescentes que fuman como una manera de controlar el peso frecuentemente encienden un cigarrillo en lugar de comer, sus cuerpos carecen de los nutrientes que necesitan para crecer, desarrollarse y combatir las enfermedades adecuadamente
fui fumadora por muchos años, gracias a dios tuve fuerza de voluntad para buscar ayuda con un neumonologo,y gracias a dios lo deje ya tengo 3 años sin fumar y no me ah hecho falta .todo es cuestion de disponibilidad