La diabetes gestacional es uno de los tipos de diabetes que se consiguen en mujeres embarazadas que no sufren de esta condición. Se refiere usualmente a una condición temporal donde la hormona insulina no se estaba usando apropiadamente por el cuerpo o el páncreas no estaba produciendo lo suficiente.
Casi el 3 o 4% de las mujeres embarazadas se ven afectadas por la diabetes gestacional, y comienza alrededor del segundo trimestre, en el quinto o sexto mes y después de haber dado a luz. Se puede diagnosticar en cualquiera de los dos períodos y no se hace ningún tratamiento mientras.
Sin embargo es muy importante destacar que si las elevaciones de la glucemia se presentan desde los inicios del embarazo, la posibilidad de que se lleguen a presentar malformaciones cardiovasculares, renales, del sistema nervioso o del sistema músculo-esquelético es mucho mayor, por lo que es necesario practicar determinaciones de glucosa de manera rutinaria en cualquier mujer embarazada desde que se establece el diagnostico de embarazo.
La Diabetes Mellitus Gestacional afecta al 5% de todas las embarazadas y, como ya vimos, las complicaciones que se pueden presentar en el feto por esta enfermedad pueden ser catastróficas.
ACTORES DE RIESGO para la Diabetes Gestacional
Existen varios factores que influyen para que la mujer pueda presentar esta enfermedad durante el embarazo:
· Tener más de 25 años.
· Tener menos de 25 años, pero ser obesa (pesar más del 120% del peso recomendado para la estatura o tener un índice de masa corporal mayor de 27) .
· Tener familiares en primer grado de consanguinidad con Diabetes Mellitus
Pertenecer a un grupo racial con alto riesgo de desarrollar la enfermedad: hispanoamericano, nativo americano o afroamericano se recomienda que en las mujeres con 1 ó más factores de riesgo se realice una prueba entre la semana 24 y la 28 del embarazo para detectar oportunamente la enfermedad.
TRATAMIENTOS Y RECOMENDACIONES para la Diabetes Gestacional
El tratamiento dietético
Por lo general, el tratamiento consiste en una dieta individualizada controlada en calorías y en hidratos de carbono a lo largo del día para evitar picos en la glucemia -subidas y bajadas bruscas en los niveles de glucosa en sangre-. Sólo en algunos casos se requiere la inyección de insulina. Llevar una dieta variada y equilibrada, rica en fibra, excluyendo los azúcares simples -azúcar, miel, mermelada, chocolate, bollería y similares-, respetar las 4 o 5 tomas y mantenerse activa, son pautas básicas e imprescindibles para el control de la enfermedad.
El ejercicio físico tiene un papel fundamental en la prevención y tratamiento de la diabetes, ya que mejora el aprovechamiento de los azúcares. En el caso de la diabetes gestacional los más indicados son: nadar, caminar a paso ligero y montar en bicicleta.
Dieta.- . Actualmente se recomienda que las mujeres con Diabetes Gestacional consuman una dieta en la que la cantidad de carbohidratos sólo sea 40% del total de las kilocalorías aportadas a lo largo del día. Y con ciertas restricciones en el número de kilocalorías dependiendo de si son obesas o no y del grado de obesidad que padezcan. El ejercicio no debe ser brusco ya que se ha encontrado que el ejercicio físico puede desencadenar contracciones prematuras del útero.
Muchos médicos recomiendan sólo caminar sin llegar al cansancio.La insulina es el medicamento a utilizar en caso que las medidas dietéticas y de ejercicio no controlen la glucemia en la Diabetes Mellitus Gestacional. El médico le debe sugerir a la mujer embarazada que se realice varios controles de glucemia al día, y realizar la medición de hemoglobina glucosilada cada 60 días. Las metas son: mantener la glucemia en ayunas en menos de 95 mg/dl, y en menos de 120 mg/dl a las 2 horas de haber comido.
Un menú saludable
La alimentación que debe seguir una mujer embarazada con diabetes gestacional no requiere muchas limitaciones respecto a la que no tiene el trastorno. La clave es reducir los azúcares sencillos y repartir los alimentos hidrocarbonados -arroz, cereales y derivados como galletas, pan, pasta, cuscús…, legumbres, patatas y frutas- a lo largo de 4 o 5 comidas durante el día.
Escoger los alimentos con menos grasas, elaborarlos de manera sencilla, sin exceso de condimentos, y beber agua abundante, son consejos de dieta equilibrada que han de seguir todas las embarazadas, independientemente de su estado de salud.
Desayuno: Leche con malta y edulcorante sin calorías. Pan integral con aceite y jamón cocido. Zumo de naranja.
Almuerzo: Yogur. Pan de cereales y frutos secos.
Comida: Guisantes con patata, cebolla, zanahoria y espinacas. Trucha al horno con tomate. Pan integral (poco). Fruta o yogur.
Merienda: Infusión sin azúcar. Pan integral untado con queso.
Cena: Ensalada de tomate y cebolla. Tortilla de espinacas y champiñones. Pan integral. Fruta o yogur.