Sin dudas la naturaleza es uno de los mejores botiquines con los que podemos contar a la hora de proteger nuestra salud y remediar los problemas que la aquejan.
Pero aunque las plantas y hierbas naturales de este tipo son abundantes y muy beneficiosas, qué mejor que utilizar un vegetal que tanto beneficia nuestra dieta como fomenta el estado de salud general, por lo que si eres de la misma opinión, seguramente te interese saber más sobre el amaranto, un vegetal ampliamente utilizado en Centroamérica, pero que apenas está asomando en la cocina del resto del mundo.
El amaranto
De esta planta existen una variedad de 60 especies distintas, en muchos casos ha llegado a considerarla como una verdura, por el hecho de presentar un sabor y composición similar al de la espinaca. De hecho, las principales formas de consumir las hojas de amaranto son similares a las formas en las que se consume la espinaca, por lo que la comparación tiene sentido.
Antiguamente era consumida en abundancia por los pueblos precolombinos de América Central, especialmente por mayas y aztecas, que lo incluyeron como una base muy importante de sus dietas, por sus aportes nutricionales y por las connotaciones sagradas que le adjudicaban.
Dentro de las las propiedades que se le adjudicaban, una de ellas era la de esparcir la felicidad, lo cual explica que su nombre signifique “alegría”; pero más que algún tipo de acción mágica o divina, estos efectos estimulantes del buen humor y placidez se deben más bien a la presencia de serotonina en el amaranto, una sustancia que estimula el estado de ánimo y combate la depresión y el desanimo.
Aplicaciones medicinales
El consumo habitual de amaranto puede ayudar a regular el azúcar en la sangre, reducir el riesgo de problemas cardíacos y los desniveles en el colesterol, así como también constituye una buena forma para prevenir el cáncer de mama, la hipertensión y la osteoporosis, además de constituir un excelente estimulante del desarrollo muscular, especialmente recomendable durante la etapa de la niñez y la adolescencia, para retrasar los efectos del envejecimiento, reforzar el sistema inmune y apoyar los procesos de recuperación en casos de lesiones o convalecencia quirúrgicas.
Propiedades nutricionales del amaranto
Pero aunque sus aportes para la medicina son considerables, el principal valor del amaranto recae sobre sus propiedades nutricionales, que le han permitido ser considerado como uno de los alimentos mejor equilibrados en contenido de proteínas, vitaminas y minerales, con una rica presencia de fibras dietéticas, grasas saludables y aminoácidos.
Tal es así, que se dice que el amaranto podría sustituir a la leche perfectamente, ya que además de aportar unos valores nutricionales similares, con el amaranto también se estaría consumiendo una valiosa cantidad de fibra.
Además, al ser muy diversas sus formas de prepararlo, el amaranto resulta muy fácil de añadir a nuestra dieta, ya que tanto podemos consumir sus granos tostados, como en harina, o preparar una sabrosa ensalada con sus hojas, o utilizarlas como relleno para pastas, pasteles o todo tipo de platos.