El amaranto y sus propiedades

Jesus L. Rodriguez

Propiedades del amaranto.

Hoy queremos hablar sobre un alimento muy especial que suele emplearse más que nada en las regiones orientales, se trata del amaranto. El mismo tiene beneficios muy buenos para nuestra salud, incluso los aztecas lo llamaban el ?alimento de la inmortalidad? y en la India se conoce como el ?rey de los granos?. Hoy queremos contarte sobre sus principales propiedades, de forma que puedas beneficiarte al máximo de todo lo que tiene para darnos.

Comenzamos resaltando sus propiedades medicinales, una de las principales es que es un excelente remedio para los niños en crecimiento y además, funciona como un tónico proteico natural, ya que contiene todos los aminoácidos esenciales. Para poder dárselo a los niños puedes agregar una cucharadita a un zumo fresco, de esta forma ya te estarás beneficiando del mismo. Por otro lado, destacamos que es excelente para combatir trastornos respiratorios, es el remedio para la bronquitis crónica, el asma, el enfisema y la tuberculosis.

El amaranto además tiene propiedades similares a la avena, por lo que posee la capacidad de reducir el colesterol, cuando se incluye como parte regular de un plan dietético. Además, se emplea para combatir problemas como la hipertensión y enfermedad coronaria y las semillas son buenas para la digestión y reducir el estreñimiento.

Contiene un excelente balance de aminoácidos, minerales y vitaminas naturales: A, B, C, B1, B2, B3.

Es rico en ácido fólico, niacina, calcio, hierro y fósforo. Es de alto valor calórico, carbohidratos, fibras y sales minerales.

Alimento con alta presencia de aminoácidos como la lisina.

El componente principal en la semilla del amaranto es el almidón, representa entre 50 y 60% de su peso seco, lo que facilita su digestión pues resulta de 2,4 a 5 veces más rápida que el almidón de maíz.

Por sus propiedades, el amaranto se puede utilizar como un recurso para proporcionar a la población los requerimientos proteicos y de calorías necesarias, y los cuales en la actualidad se obtiene tan sólo de 20 especies vegetales, entre ellos el trigo, arroz, mijo, sorgo, papa, fríjol, soya, azúcar, etc.

Beneficios para la salud del Amaranto

En cuanto a las propiedades medicinales del amaranto, las hojas se han empleado tradicionalmente en el tratamiento de diarreas mientras que el aceite extraído de las semillas está siendo objeto de estudio porque parece ayudar en el tratamiento de la diabetes. Lo que sí se ha demostrado es que el consumo habitual de semillas de amaranto contribuye a regular los niveles de colesterol en sangre.

Por último, mencionamos que ayuda a combatir la anemia y a evitar el envejecimiento prematuro, así como es una fuente importante de proteínas y ácido fólico. Estas eran algunas de las propiedades que queríamos resaltar sobre este alimento, todas ellas muy beneficiosas y marcan la diferencia en nuestra salud, te animamos a comenzar a consumirlo, no te arrepentirás.

¿Cómo consumir el amaranto?

Si nos guiáramos por la gastronomía centroamericana, existirían miles de formas a la hora de preparar el amaranto como alimento, pues esta planta, junto al maíz y los frijoles, constituyó el principal alimento  de pueblos como el azteca. Pero, en general, podemos comentarte que las hojas de amaranto resultan ideales para consumir de la misma forma que las espinacas, pudiendo ser en ensaladas, o de forma hervida o frita, mientras que con las semillas pueden utilizarse desde en forma de harina, hasta como granos de cereal, para preparar palomitas, o consumir de forma tostada.

Además, el amaranto se trata de un alimento muy fácil de conservar, que perfectamente puedes tenerlo entre una semana y 6 meses en el refrigerador, según se trate de sus hojas o granos respectivamente, por lo que puedes hacerte una pequeña provisión de este para así añadir un toque más nutritivo a todas tus comidas.

Todos estos consejos son solo orientativos y los pacientes con problemas de nutricion deben consultar a un nutricionista o dietista titulado para recibir las indicaciones dietéticas más adecuadas en cada caso. No inicie ninguna dieta no convencional sin consultar previamente con un profesional de la salud.

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