Millones de personas intentan adelgazar en todo el mundo y no todos lo logran, sin contar con que a la mayor parte les resulta muy difícil y sólo consiguen resultados permanentes después de muchos esfuerzos y sacrificios.
Es fundamental tener constancia y fuerza de voluntad. De lo contrario se puede echar a perder cualquier plan para adelgazar, por más bueno que éste sea. En un solo día podemos echar por la borda semanas o meses de esfuerzos y privaciones.
Un buen plan para adelgazar es el que esta hecho a medida para cada persona, pero tienen que estar presentes las reglas de oro para adelgazar: Ejercicio físico, alimentación y cambios en el estilo de vida. Estos factores son determinantes en cualquier plan para adelgazar pero hay que fijarse metas realistas y es bueno ser un tanto flexibles, lo suficiente como para saber que tenemos el control.
Si hacer deporte no es tu fuerte, necesitas bajar la ingesta de calorías y, sobre todo, adaptarlas a tus necesidades. No se trata de pasar hambre, puedes comer las mismas cantidades que habitualmente, sólo que este mes te esforzarás por cambiar aquellas comidas que sabes que no te convienen por otras saludables. Evita la carne con mucha grasa y, en lugar de acompañarla con patatas fritas, hazte unos palitos de zanahoria.
Vete a dormir pronto. Los perezosos suelen acumular menos cansancio a lo largo del día, con lo que llegan menos cansados a la noche y les cuesta más dormir. Y entonces atacan la nevera por simple aburrimiento. Si consigues cambiar el ritmo e irte a dormir pronto, evitarás esas horas de gula. Y a medida que te vayas levantando más temprano y aprovechando más el día, entrarás en un círculo positivo.
Haz ejercicio de forma relajada, por debajo del umbral aeróbico. Por ejemplo, puedes dedicar dos días de ejercicio suave a la semana. Al cabo de un par de semanas, podrías subir a 3 sesiones semanales. Durante unos 50 minutos debes ir a unas 130 pulsaciones por minuto. Es un ejercicio muy suave y controlado, claramente aeróbico, y por tanto te ayudará a eliminar grasas. Para que no se te haga cuesta arriba, busca todas las motivaciones externas que puedas; por ejemplo, queda con alguien o entrena con tu música favorita.
Pésate todos los días. Los perezosos suelen ser personas poco disciplinadas, con tendencia a caer en el desánimo y a abandonar. Si te controlas todos los días y poco a poco ves los resultados objetivos, te ayudará a mantenerte motivado. Eso sí, ten en cuenta que la pérdida de peso no es lineal, tiene altibajos.
Una buena manera es establecer objetivos a corto plazo. Por ejemplo, un kilo menos por semana. Muchas personas tienen demasiada ansiedad a la hora de bajar de peso y pretenden en pocos días ya perder una cierta cantidad de kilos. Y esto no siempre es posible. Por eso mismo, fijarse metas semana tras semana, mes tras mes, puede ser un buen aliciento para tomarse esto con calma.
Obviamente, además de una dieta, es muy importante la realización de ejercicios. Y, sobre todo, tener constancia con los mismos. El movimiento es uno de los principales enemigos del sobrepeso y, por esta misma razón, siempre es parte necesaria en un plan para adelgazar. Debes también fijarte una constancia. Bicicleta, gimnasio, ejercicios aeróbicos… Todo sirve, hasta caminar media hora diaria. Tu cuerpo tiene que moverse.
Lo ideal, es una vez alcanzado el peso ideal, adaptar la dieta que proponíamos a nuestros propios gustos y horarios, haciendo pequeñas excepciones (comidas o cenas especiales, etc). Teniendo en cuenta llevar una dieta de mantenimiento que se adecue a las necesidades nutricionales que contempla la pirámide alimenticia.
programa para adelgazar.
- La primera y más importante es alcanzar el balance calórico, en otras palabras, la forma más rápida para bajar de peso es haciendo dieta, de manera que se incorporen menos calorías de las que se queman a lo largo del día, o manteniendo el equilibrio entre lo que se gasta y se repone.
- Este factor es el que más inmediatamente produce resultados positivos en el corto plazo. Pero es una situación que no puede sostenerse por tiempo indeterminado, ya que la restricción prolongada es no aconsejable.
- Por eso es importante que la dieta se convierta en hábito, en el sentido de comer lo necesario y adecuado, sin sentir que se está haciendo un esfuerzo de voluntad.
- El otro factor importante, porque además de ayudar a quemar calorías, promueve la salud y mejora significativamente la calidad de vida y el funcionamiento general del cuerpo, es la actividad física.
- El ejercicio es el complemento más relevante de la dieta en un plan de descenso de peso. Y es el factor principal en los planes de prevención de enfermedades metabólicas, combatiendo al peor factor de riesgo que se conozca: el sedentarismo.
- Para adelgazar es necesario quemar 2500 kilocalorías a la semana haciendo ejercicio, de los cuales 800 kilocalorías deben eliminarse con la práctica de ejercicios intensos.
- Un incremento sostenido y regular del gasto energético de 200 kilocalorías al día mediante la actividad física podría reducir el peso corporal en alrededor de 5 kg en un período de 6 meses a 1 año, manteniendo el aporte calórico a través de la dieta, en equilibrio.
Una pérdida de peso lenta y constante es la que tiene mayor éxito. Espera perder cerca de medio kilo por semana. Ten cuidado con los productos o planes dietéticos que parecen demasiado buenos para ser verdad. Además, recuerda que no hay productos o alimentos «secretos» para quemar la grasa.
Olvídate de la palabra dieta. Una dieta dura unos pocos días o semanas. Más bien piensa en desarrollar hábitos alimenticios que te permitan tener una buena salud.