Los malestares estomacales y los problemas que afectan el funcionamiento de los intestinos que en algún momento de seguro supiste enfrentar, tienen diferentes características que los diferencian a unos de otros y que en algunos casos pueden ser muy peligrosos.
Ya hemos tenido la oportunidad de brindarte todo lo que necesitabas saber sobre la pancreatitis y su tratamiento, como reconocer cuando nos enfrentamos a una peligrosa apendicitis e incluso hasta cuando tan solo se trata de acidez estomacal.
En todos estas condiciones el malestar se presenta en la zona del abdomen y para continuar aprendiendo cómo diferenciarlas y cómo tratarlas adecuadamente, hoy te brindamos todo lo que necesitas saber sobre la gastroenteritis y su tratamiento.
La gastroenteritis aguda
La gastroenteritis aguda es una condición en la que se inflama la membrana interna de los intestinos y el tracto intestinal en general, involucrando el estómago y generalmente provocando una fuerte diarrea, calambres abdominales, náuseas y vómitos.
En varias ocasiones a la gastroenteritis aguda se le llama “gripe estomacal” y se caracteriza por el prolongamiento en el tiempo de la gastroenteritis común.
Cuando se trata de una gastroenteritis común, el paciente se recupera rápidamente entre unos 3 y 5 días con un tratamiento basado en una dieta y medicamentos que ayudan a terminar con la inflamación mientras que en la de tipo agudo, los síntomas y el malestar duran más de una semana y hasta más de un mes.
La inflamación ocurre como resultado de la presencia excesiva de bacterias, parásitos, virus o el consumo de determinados medicamentos.
Es una condición que generalmente se presenta en niños, aunque también hay casos en jóvenes y adultos.
Causas y síntomas de la gastroenteritis aguda
En todas las diarreas agudas la reposición de líquidos y electrolitos tiene una importancia fundamental. Aun vomitando, el consumo de líquidos es necesario para corregir la deshidratación y frenar los vómitos.
En los casos leves la diarrea puede tratarse con un simpleaporte de líquidos. Cuando esta es más intensa, y para evitar la deshidratación, la principal causa de muerte, hay que administrar bebidas con azúcar y electrolitos (bebidas deportivas o similares, como el suero casero). En caso de deshidratación extrema, sobre todo en bebés y ancianos, es precisa la rehidratación intravenosa.
Un remedio clásico y barato para ayudar a la rehidratación es el suero casero. La receta para prepararlo es la siguiente:
- Un litro y medio de agua hervida o embotellada (de esta manera nos aseguramos la ausencia de microorganismos que pudieran ser nocivos para el enfermo).
- El zumo de un limón.
- Un par de cucharadas soperas de azúcar.
- Una cucharadita de sal y otra de bicarbonato.
Una vez el agua se ha enfriado, se mezcla todo y se toma el suero a lo largo del día.
A medida que los síntomas mejoran, se pueden incorporar a la dieta comidas blandas como cereales cocinados, yogur líquido, plátanos, arroz, manzana rallada, o pan tostado. Si esto no mejora la diarrea después de un día, y si no hay sangre en las heces que señale una infección bacteriana más importante, pueden administrarse fármacos como difenoxilato, loperamida o subsalicilato de bismuto.
El uso prudente de los antibióticos está indicado en determinados casos de diarrea aguda, pudiendo disminuir su intensidad y duración. No obstante, los propios antibióticos pueden causar diarrea y favorecer el crecimiento de los microorganismos resistentes a estos. Por ello, la decisión del uso o no de este tipo de fármacos debe ser tomada por un especialista competente
por favor que comentario puede hacer en el uso de la loperamida en la pancreatitis aguda, me gustaria concer su experiencia.
gracias