En varias ocasiones hemos mencionado que la alimentación que llevamos a lo largo de nuestra vida debería ir cambiando dependiendo de las necesidades de nuestro cuerpo. A medida que crecemos necesitamos de algunos nutrientes más que otros, por lo que debemos modificar nuestra dieta. En esta serie de notas te contamos sobre el tipo de alimentación que deberíamos llevar en cada etapa de nuestra vida, ¡presta mucha atención!
Comenzamos hablando sobre la edad de 4 a 14 años, en esta época los niños adquieren mucho conocimiento, especialmente en el caso de los alimentos. Es importante que cuidemos los platos que les damos, ya que estamos educadno su paladar y esto influirá en el resto de sus vidas. Las necesidades en este caso varían, en la época de crecimiento por ejemplo, hacen falta más proteínas, ya que son fundamentales para que el niño crezca bien.
Las proteínas son un elementos básicos en la formación de los músculos y los huesos. Junto a esto debemos tener mucho cuidado con las calorías vacías, los niños son muy propensos a consumirlas y como su nombre lo dice, no nos aportan nada, solamente perjudican la alimentación. Dentro de este grupo se encuentra la comida basura por ejemplo.
Edad preescolar
Cuando los niños están comiendo casi de todo, hay que empezar a ofrecerles nuevos alimentos, así como también probar nuevas texturas.
1-3 años : Hay que ofrecer alimentos con diferentes texturas, para estimular la masticación, y distintos sabores.
3-6 años : A esta edad el niño ya puede comer de todo, el crecimiento se hace más lento . Si el niño come en el comedor escolar procure adaptar la cena con el menú de la comida.
A partir de los 6 años, aumenta la actividad física. La alimentación debe aportar al niño un balance positivo de nutrientes estructurales que necesitaran en la pubertad. Es la etapa donde adquirirán normas y hábitos relacionados a la alimentación. El agua es la única bebida indispensable.
La obesidad es la consecuencia de malos hábitos alimentarios.
Consejos:
1. Ayude a que el niño no se sienta triste, inseguro
2. Reduzca de la dieta familiar alimentos ricos en azúcares simples, como: galletas rellenas, refrescos, chuches, pastelitos, caramelos.
3. . Evite que coma entre horas y cambie la media mañana y la merienda por fruta o yogur desnatado
4. Reduzca la cantidad de grasa, no utilice mantequilla y sustituya los fritos y rebosados por alimentos a la plancha
5. Compre carne magra
6. Anímale que haga deporte
7. Disminuya las horas de televisión y video consola
La adolescencia
Es un paso muy importante enla vida del ser humano, es el intermedio entra niño y adulto, lo que lleva cambios muy grandes tanto corporales como psicológicos que conducen a la afirmación de la propia personalidad.Los hábitos alimentarios adquiridos en este período repercutirán en la salud de toda la vida, en esta etapa son típicas las frases como: Hoy no desayuno, no quiero cenar.Así desarrollan malos hábitos y conductas alimentarias muy típicas como: alteración del horario de las comidas, consumo elevado de bollería o fast-food, la mayoría evita sistemáticamente el consumo de verduras, frutas, legumbres o pescado. Llevando una dieta excesivamente calórica, rica en grasa saturadas, baja en hierro, fibra y calcio.El impulso hacia la independencia suele originar el rechazo por los patrones dietéticos familiares.Adictos al fast-foodActualmente no es nada raro que no tengamos tiempo suficiente para comer bien. La comida rápida ha sido aceptada por los jóvenes de una manera increíble. Comer alguna vez a la semana no hace mal, lo que si puede traer algunos excesos y algunas necesidades son el consumo diario de este tipo de alimentación.Se caracterizan desde el punto de vista nutricional por:
- No ser equilibrada. Alto contenido en azúcares simples y grasa saturadas.
- Las frutas y verduras cumplen un papel secundario o inexistente en muchos casos, con la consecuente pérdida de vitaminas y minerales.
- Predomina la carne frente el pescado.
- La ingesta de calcio es nula.
- Los postres suelen ser ricos en colesterol y grasas saturadas.
Los padres son los responsables de dar un buen ejemplo. Puntos importantes que los padres
deberían tener en cuenta:
– Hay que escuchar a los adolescentes en sus preocupaciones. Si un joven se siente mal con su peso hay que ofrecerle ayuda para resolver el problema.
– Hay que revalorizar el desayuno. Es importante que insistan con ellos.
– Tener un horario regular
– Aceptar las variaciones de apetito.
– Limitar el consumo de dulces.
Estos eran los consejos que teníamos para compartir, te animamos a leer la próxima nota en donde te damos algunos más, ¡no te la pierdas!